20 de agosto de 2022

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"No existe religión más elevada que la Verdad"






 

Plotino: sobre la Única Realidad Suprema

 

Plotino: sobre la ÚNICA Realidad Suprema

Plotino y la Escuela Ecléctica

Plotino (204-270 d.C.) fue la figura más influyente entre los neoplatónicos, la "Escuela Filosófica Ecléctica" fundada por Ammonius Saccas. Fueron los primeros en llamarse a sí mismos "teósofos" y también fueron conocidos como "Filateos", que significa "Amantes de la Verdad" y "Analogéticos", debido a su énfasis en la ley de la correspondencia y la analogía en las enseñanzas espirituales y filosóficas.

Plotino, a quien algunos consideraban que Platón reencarnó, fue tenido en muy alta estima por H.P. Blavatsky, fundadora del Movimiento Teosófico, y dedica unas buenas páginas en su libro "La Clave de la Teosofía" a hablar sobre Ammonius Saccas ( Amonio Sacas) y los neoplatónicos, a quienes mencionó por primera vez en su primer libro "Isis Unveiled".

Debe entenderse, sin embargo, que ni Amonio Sacas, Plotino o sus seguidores se refirieron realmente a sí mismos como "neoplatónicos" o a sus enseñanzas como "neoplatonismo". Este término fue acuñado más de mil años después por los estudiosos como un medio conveniente para describirlos e identificarlos.

En el "Glosario Teosófico", HPB dice de Plotino que fue "el más noble, más alto y más grandioso de todos los neoplatónicos después del fundador de la escuela, Amonio Sacas. Era el más entusiasta de los filateos o "amantes de la verdad", cuyo objetivo era fundar una religión en un sistema de abstracción intelectual, que es la verdadera Teosofía, o toda la sustancia del neoplatonismo. ... Enseñó una doctrina idéntica a la de los Vedantinos [es decir, la mayoría de los hindúes], a saber, que el Espíritu-Alma que emanaba del principio único deífico estaba, después de su peregrinación, reunido a Él".

También escribe que Plotino y su discípulo más cercano Porfirio siguieron y practicaron "el entrenamiento puro de Raj-Yoga indio, que conduce a la unión del Alma con el Alma Superior o Ser Superior (Buddhi-Manas)".

Los brillantes principales del neoplatonismo fueron ciertamente iniciados de la Doctrina Esotérica, la Ciencia Sagrada conocida como la Teosofía – "Sabiduría Divina". El neoplatonismo fue, según HPB, el último intento en esa época de la Gran Hermandad de presentar la VERDAD en medio de – y como una fuerza opuesta a – toda la falsedad y el fraude de la joven Iglesia Cristiana. Algunos de los neoplatónicos más conocidos e influyentes después de Amonio Sacas y Plotino fueron Porfirio, Jámblico, Proclus, Cassius Longinus y la joven filósofa Hipatia.

Pero la oscuridad siempre ha odiado la luz. "La dispersión de la escuela ecléctica", escribe HPB en el segundo volumen de "Isis sin velo", "se había convertido en la esperanza más entrañable de los cristianos. Había sido buscado y contemplado con intensa ansiedad. Finalmente se logró. Los miembros fueron dispersados por la mano de los monstruos Teófilo, obispo de Alejandría, y su sobrino Cirilo, ¡el asesino de los jóvenes, los eruditos y la inocente Hipatia!"

El brutal asesinato en el siglo 5 d.C de Hipatia – "pronto se convirtió en una masa irreconocible de carne y sangre, golpeada a gelatina bajo los golpes del club de Pedro el Lector ... su cuerpo juvenil e inocente cortado en pedazos, "la carne raspada de los huesos", por conchas de ostras y el resto de ella arrojada al fuego, por orden del mismo obispo Cirilo, marcó la puesta del sol del neoplatonismo y el comienzo de la Edad Media, un período en el que la mayoría del mundo occidental se sumió en la oscuridad mental y espiritual a través de la aplicación de la ignorancia, falsedad y temor por parte de la Iglesia cristiana, que hoy venera al hombre que orquestó el asesinato de Hipatia (y que también fue un ladrón y fraude probados) como uno de los primeros y más grandes "santos" del cristianismo.

Los discursos y tratados escritos de Plotino se conocen colectivamente como las Enéadas. Lo que sigue es una forma abreviada de su famoso e inspirador tratado sobre la Única Realidad Suprema, el Principio Divino Absoluto, titulado:

LO BUENO O LO UNO

Es por El Uno que todos los seres son seres. ... Como el ser de cada cosa consiste en la multiplicidad y el Uno no puede ser multiplicidad, el Uno debe diferir del Ser. ...

Debemos concebir la Inteligencia como disfrutar de la presencia del Bien y del Uno y contemplarla mientras también está presente en sí misma, se piensa a sí misma como todas las cosas. Constituyendo tal diversidad, La Inteligencia está lejos de ser La Única. ... El Uno no es todas las cosas porque entonces ya no sería una. ...

¿Qué es entonces El Uno? ¿Cuál es su naturaleza? No es de extrañar que sea difícil decir qué es cuando es difícil decir incluso qué es el ser o qué forma es, aunque el conocimiento tiene algún tipo de enfoque a través de las formas. A medida que el alma avanza hacia lo sin forma, incapaz de captar lo que no tiene contorno o de recibir la huella de la realidad tan difusa, teme encontrarse con la nada, y se escapa. Su estado es angustioso. Busca consuelo al retirarse al reino de los sentidos, allí para descansar como sobre una tierra segura y firme, al igual que el ojo, cansado de mirar objetos pequeños, se vuelve alegremente hacia los grandes. ...

Debido a que lo que el alma busca es El Uno y miraría la fuente de toda la realidad, es decir, el Bien y el Uno, no debe retirarse del reino primario y hundirse en el reino más bajo. Más bien debe retirarse de los objetos sensoriales, de la existencia más baja, y volverse hacia los de los más altos. Debe liberarse de todo mal, ya que aspira a elevarse al Bien. Debe elevarse al principio que posee dentro de sí mismo; de la multiplicidad que fue debe volver a ser uno. Sólo así puede contemplar el principio supremo, El Uno. ...

El Uno, entonces, no es La Inteligencia sino superior. ... El Uno no es un ser porque es precedente de todo ser. El ser tiene, se podría decir, la forma del ser; El Uno no tiene forma, ni siquiera es inteligible.

Como El Uno engendra todas las cosas, no puede ser ninguna de ellas, ni la cosa, ni la calidad, ni la cantidad, ni la inteligencia, ni el alma. Ni en movimiento, ni en reposo, ni en el espacio, ni en el tiempo, es "lo en sí mismo uniforme", o más bien es la forma ,el movimiento y el descanso "sin forma" que preceden, que son característicos del Ser y hacen que el Ser sea múltiple. ...

Debemos ir más allá del conocimiento y aferrarnos a la unidad. Debemos renunciar a conocer, todo objeto de pensamiento, incluso la Belleza, porque la Belleza, también, es posterior a El Uno y se deriva de ella como, del sol, la luz del día. Es por eso que Platón dice de El Uno: "No se puede hablar ni escribir sobre él". Si, sin embargo, hablamos de ello y escribimos sobre él, lo hacemos sólo para dar dirección, para instar hacia esa visión más allá del discurso, para señalar el camino hacia uno deseoso de ver. La instrucción va solo en lo que respecta a mostrar el camino y la dirección. Obtener la visión es únicamente obra de aquel que desea obtenerla. Si no llega a la contemplación, si su alma no alcanza la conciencia de esa vida que está más allá, si el alma no siente un rapto dentro de ella como el del amante llega a descansar en su amor, si, debido a su cercanía a El Uno, recibe su verdadera luz – toda su alma hecha luminosa – pero todavía está agobiada y su visión frustrada, si no se levanta solo, sino que todavía lleva dentro de sí algo ajeno a Aquel, si aún no está lo suficientemente unificado, si aún no se ha elevado lejos pero todavía está a distancia, ya sea por los obstáculos de los que acabamos de hablar o por la falta de instrucción que le hubiera dado dirección y fe en la existencia de las cosas más allá, no tiene a nadie a quien culpar sino a sí mismo y debe tratar de ser puro separándose de todo.

El Uno está ausente de la nada y de todo. Está presente sólo para aquellos que están preparados para ella y son capaces de recibirla, de entrar en armonía con ella, de agarrarla y de tocarla en virtud de su semejanza con ella, en virtud de ese poder interior similar y derivado de Aquel cuando está en ese estado en el que estaba cuando se originó en El Uno. Así, El Uno será "visto" en la medida en que pueda convertirse en un objeto de contemplación. ...

El Uno, la fuente de todas las cosas, es simple. Está por encima incluso de lo más alto en el mundo del ser porque está por encima de La Inteligencia ... Lo impresionante existente arriba, El Uno ... No hay un nombre que le convenga, realmente. Pero, dado que debemos nombrarlo, puede llamarse apropiadamente "uno", en el entendimiento, sin embargo, de que no es una sustancia que posee unidad solo como un atributo. Entonces, los estrictamente sin nombre, es difícil saberlo. El mejor enfoque es a través de su descendencia, el Ser: sabemos que trae La Inteligencia a la existencia, que es la fuente de todo lo que es mejor, el engendrador autosuficiente e incansable de cada ser, para ser contado entre ninguno de ellos ya que es su anterior.

Necesariamente se nos lleva a llamar a esto "El Uno" en nuestras discusiones, mejor designar "ausencia de partes" mientras nos esforzamos por llevar nuestras mentes a la "unidad", decimos que es uno y sin partes...

Además, El Uno es infinito no como extensión o una serie numérica es infinita, sino en su poder ilimitado. Concebirlo como inteligencia o divinidad; es más que eso. Comprime la unidad dentro de tu mente, todavía es más que eso. Aquí hay una unidad superior a cualquiera de los que tu pensamiento se apodere, unidad que existe por sí misma y en sí misma y que no tiene atributos. ...

Lo que no es uno, sino múltiple, necesita algo más. Su ser necesita unificación. Pero El Uno ya es uno. Ni siquiera se necesita a sí mismo. Un ser que es múltiple, para ser lo que es, necesita la multiplicidad de cosas que contiene. Y cada una de las cosas contenidas es lo que es por su unión con los demás y no por sí misma, por lo que necesita a los demás. En consecuencia, tal ser es deficiente tanto en lo que respecta a sus partes como a su conjunto. Debe haber algo que sea totalmente autosuficiente. Ese es el Uno; solo, dentro y fuera, no tiene necesidad. No necesita nada fuera de sí mismo ni para existir, ni para lograr el bienestar, ni para sostenerse en la existencia. Como es la causa de las otras cosas, ¿cómo podría deberles su existencia? ¿Y cómo podría derivar su bienestar de fuera de sí mismo, ya que su bienestar no es algo contingente, sino que es su propia naturaleza? Y, dado que no ocupa espacio, ¿cómo puede necesitar apoyo o cimentación? Lo que necesita fundamento es la masa material que, infundada, cae. El Uno es el fundamento de todas las demás cosas y les da, al mismo tiempo, existencia y lugar; lo que hay que localizar no es autosuficiente. ...

El Uno no puede apuntar a ningún bien ni desear nada: es superior al Bien; es el Bien, no para sí mismo, sino para otras cosas en la medida en que pueden compartir en él. El Uno no es una existencia intelectiva. Si lo fuera, constituiría una dualidad. Está inmóvil porque es anterior al movimiento como lo es antes de pensar. De todos modos, ¿qué pensaría? ¿Se pensaría a sí mismo? Si lo hiciera, estaría en un estado de ignorancia antes de pensar, y los autosuficientes necesitarían pensamiento. Tampoco se debe suponer que está en un estado de ignorancia sobre la base de que no se conoce a sí mismo y no se piensa a sí mismo. La ignorancia presupone una relación dual: uno no conoce a otro. Pero El Uno, en su soledad, no puede saber ni ser ignorante de nada. Estando consigo mismo, no necesita conocerse a sí mismo. Sin embargo, ni siquiera debemos atribuirle esta presencia consigo misma si queremos preservar su unidad. Excluidos de ella están tanto el pensamiento de sí mismo como el pensamiento de los demás. * ...

El Uno no está en un solo lugar, privando a todo el resto de su presencia. Está presente para todos los que pueden tocarlo y ausente sólo para los que no pueden. Ningún hombre puede concentrarse en una cosa pensando en otra; por lo que no debe conectar otra cosa con el objeto en el que está pensando si realmente desea captarlo. Del mismo modo, es imposible para un alma, impresionada con otra cosa, concebir a Aquel mientras tal impresión ocupe su atención, así como es imposible que un alma, en el momento en que está atenta a otras cosas, reciba la forma de lo que es su contrario. Se dice que la materia debe estar vacía de todas las cualidades para poder recibir todas las formas. Así debe ser despojada el alma, y por una razón más fuerte, de todas las formas si fuera llenada y disparada por el supremo sin ningún obstáculo desde su interior.

Habiéndose liberado así de todo lo externo, el alma debe volverse totalmente hacia adentro; no dejándose arrebatar hacia lo exterior, debe olvidarse de todo, lo subjetivo primero y, finalmente, lo objetivo. Ni siquiera debe saber que es ella misma la que se está aplicando a la contemplación de El Uno. ...

Esta divinidad, se dice, no está fuera de ningún ser sino que, por el contrario, está presente en todos los seres aunque no lo sepan. Son fugitivos de lo divino, o más bien de sí mismos. Lo que se vuelven de ellos no puede alcanzar. ...

El autoconocimiento revela al alma que su movimiento natural no es, si es ininterrumpido, en línea recta, sino circular, como alrededor de algún objeto interior, sobre un centro, el punto al que debe su origen. Si el alma sabe esto, se moverá alrededor del centro del que vino, se aferrará a ella y se comunicará con ella como de hecho todas las almas deberían hacerlo, pero solo las almas divinas. Ese es el secreto de su divinidad, porque la divinidad consiste en estar apegado al centro. Aquel que se retira lejos de ella se convierte en un hombre ordinario o un animal.

¿Es este "centro" de nuestras almas, entonces, el principio que estamos buscando? No, debemos buscar algún otro principio sobre el que converjan todos los centros y al que, sólo por analogía con el círculo visible, se aplique la palabra "centro". El alma no es un círculo como, digamos, una figura geométrica. Nuestro significado es que en el alma y alrededor de ella existe la "naturaleza primordial", que deriva su existencia de la primera existencia, especialmente cuando está completamente separada del cuerpo. Ahora, sin embargo, como tenemos una parte de nuestro ser contenida en el cuerpo, somos como un hombre cuyos pies están sumergidos en agua mientras que el resto de su cuerpo permanece por encima de ella. Elevándonos por encima del cuerpo por la parte de nosotros que no está sumergida, estamos, por nuestro propio centro, uniéndonos al centro de todo. Y así permanecemos, así como los centros de los grandes círculos coinciden con los de la esfera que los rodea. Si estos círculos fueran materiales y no espirituales, el centro y la circunferencia tendrían que ocupar lugares definidos. Pero dado que las almas son del reino inteligible y El Uno todavía está por encima de La Inteligencia, nos vemos obligados a decir que la unión del ser de pensamiento intelectivo con su objeto procede por diferentes medios. El ser pensante intelectivo está en presencia de su objeto en virtud de su similitud e identidad, y está unido con sus parientes sin nada que lo separe de ellos. Los cuerpos son por sus cuerpos mantenidos de la unión, pero los sin cuerpo no están sujetos a esta limitación corporal. Lo que separa a los seres sin cuerpo unos de otros no es la distancia espacial, sino sus propias diferencias y diversidades: cuando no hay diferencia entre ellos, están mutuamente presentes.

Como El Uno no contiene ninguna diferencia, siempre está presente y estamos presentes en él cuando ya no contenemos diferencia. El Uno no aspira a nosotros, a moverse a nuestro alrededor; aspiramos a ella, a movernos alrededor de ella. En realidad, siempre nos movemos alrededor de él; pero no siempre miramos. Somos como un coro agrupado sobre un director que permite que su atención sea distraída por el público. Sin embargo, si se volvieran hacia su director, cantarían como deberían y realmente estarían con él. Siempre estamos alrededor de El Uno. Si no lo fuéramos, nos disolveríamos y dejaríamos de existir. Sin embargo, nuestra mirada no permanece fija en El Uno. Cuando lo miramos, entonces alcanzamos el final de nuestros deseos y encontramos descanso. Entonces es que, toda discordia pasada, bailamos una danza inspirada a su alrededor.

En esta danza el alma mira la fuente de la vida, la fuente de La Inteligencia, el origen del Ser, la causa del Bien, la raíz del Alma.

Todas estas entidades emanan de El Uno sin ninguna disminución, porque no es una masa material. Si lo fuera, los emanantes serían perecederos. Pero son eternos porque su principio originario siempre permanece igual; no fragmentándose en producirlos, permanece entero. Así que también persisten, al igual que la luz persiste mientras brilla el sol. No estamos separados de Aquel, ni distantes de Él, a pesar de que la naturaleza corporal se ha cerrado a nuestro alrededor y nos ha atraído a sí misma. Es por Aquel que respiramos y tenemos nuestro ser...

A medida que nos volvemos hacia El Uno, existimos en un grado superior, mientras que retirarnos de él es caer. Nuestra alma es liberada del mal al elevarse a ese lugar que está libre de todos los males. Ahí lo sabe. Ahí es inmune. Ahí vive de verdad. La vida no unida con la divinidad es sombra e imitación de la vida auténtica. La vida allí es el acto nativo de La Inteligencia, que, inmóvil en su contacto con El Uno, da a luz a dioses, belleza, justicia y virtud.

Con todo esto el Alma, llena de divinidad, está embarazada; este es su punto de partida y su objetivo. Es su punto de partida porque es del mundo de arriba que procede. Es su meta porque en el mundo de arriba está el Bien al que aspira y al volver a él allí se recupera su propia naturaleza. La vida aquí abajo en medio de objetos sensoriales es para el alma una degradación, un exilio, una pérdida de alas. ...

Sin embargo, cuando el alma ha bajado aquí al nacimiento humano, intercambia (como si fuera engañada por las falsas promesas de un amante adúltero) su amor divino por uno que es mortal. Y luego, lejos de su engendrador, el alma cede a todo tipo de excesos. Pero, cuando el alma comienza a odiar su vergüenza y aparta el mal y hace su regreso, encuentra su paz. ...

El alma vive otra vida a medida que avanza hacia El Uno, la alcanza y la comparte. Así restaurada, el alma reconoce la presencia del dispensador de la vida verdadera. No necesita nada más. Por el contrario, debe renunciar a todo lo demás y descansar solo en él, convertirse en él solo, toda la terrenalidad desaparecida, ansiosa por ser libre, impaciente de todo grillete que se une abajo para abrazar el objeto real de su amor con todo su ser para que ninguna parte de él no toque al Uno. Entonces de ella y de sí misma el alma tiene toda la visión que puede ser, de sí misma luminosa ahora, llena de luz intelectual, convertida en luz pura, sutil e ingrávida. Se ha vuelto divino, es parte de lo eterno que está más allá del devenir. Es como una llama. Si más tarde es lastrado de nuevo por el reino de los sentidos, es como una llama extinguida.

¿Por qué un alma que se ha elevado al reino de arriba no se queda allí? Porque todavía no se ha separado por completo de las cosas aquí abajo. Sin embargo, llegará un momento en que tendrá visión ininterrumpidamente, cuando ya no será molestado por el cuerpo. ...

El hombre que obtiene la visión se convierte, por así decirlo, en otro ser. Deja de ser él mismo, no retiene nada de sí mismo. Absorto en el más allá es uno con él, como un centro coincidente con otro centro. Si bien los centros coinciden, son uno. Se convierten en dos solo cuando se separan. Es en este sentido que podemos hablar de El Uno como algo separado. Por lo tanto, ¿es tan difícil describir esta visión, porque ¿cómo podemos representar como diferente de nosotros lo que parecía, mientras lo estábamos contemplando, no otra cosa que nosotros mismos, sino una perfecta unidad con nosotros?

Esto, sin duda, es lo que está detrás del mandato de las religiones mistéricas que prohíben la revelación a los no iniciados. Lo divino no es expresable, por lo que el iniciado tiene prohibido hablar de ello a cualquiera que no haya tenido la suerte de haberlo contemplado él mismo.

La visión, en todo caso, no implicaba dualidad; el hombre que vio era idéntico a lo que vio. Por lo tanto, no lo "vio", sino que fue "uno" con él. Si tan solo pudiera preservar la memoria de lo que era mientras estaba así absorbido por El Uno, poseería dentro de sí mismo una imagen de lo que era.

En ese estado había alcanzado la unidad, nada dentro de él o sin afectar la diversidad. Cuando había hecho su ascenso, no había dentro de él ninguna perturbación, ninguna ira, emoción, deseo, razón o pensamiento. En realidad, ya no era él mismo; pero, arrastrado y lleno de lo divino, estaba quieto, solitario y en reposo, sin volverse hacia este lado o aquel o incluso hacia sí mismo. Estaba en completo reposo, teniendo, por así decirlo, convertido en el propio descanso. En este estado ya no se ocupaba ni siquiera de lo bello. Se había elevado por encima de la belleza, había pasado más allá incluso del coro de virtudes.

Era como alguien que, penetrando en el santuario más íntimo de un templo, deja atrás las imágenes del templo. Serán los primeros objetos en golpear su punto de vista al salir del santuario, después de su contemplación y comunión allí no con una imagen o estatua sino con lo que representan. No son más que objetos menores de contemplación.

Tal experiencia no es una visión. Es una visión de un tipo muy diferente, una autotrascendencia, una simplificación, un autoabandono, un esfuerzo por la unión y el reposo, una intención de conformación. Esta es la forma en que uno ve en el santuario. Cualquiera que intente ver de cualquier otra manera no verá nada. ...

Nosotros también trascendemos el Ser en virtud del Alma con la que estamos unidos. Ahora, si te miras a ti mismo en este estado, te encuentras con una imagen de El Uno. Si te elevas más allá de ti mismo, una imagen que se eleva a su modelo, has alcanzado la meta de tu viaje. Cuando caigas de esta visión, al despertar la virtud que está dentro de ti y al recordar la perfección que posees, recuperarás tu semejanza y, a través de la virtud, elevarás a La Inteligencia y a través de la sabiduría a El Uno.

Tal es la vida de la divinidad y de los hombres divinos y benditos: el desapego de todas las cosas aquí abajo, el desprecio de todos los placeres terrenales, la huida del solitario hacia el Solo.

~ * ~

* El UNO, debido a su Absoluto y Unidad Infinita, no se conoce a SÍ MISMO, no sabe NADA MÁS y no PIENSA. Sin embargo, a pesar de esto, no se puede decir que esté en un estado de ignorancia. Ni el conocimiento ni la ignorancia pueden ser aplicables de ninguna manera a AQUELLO que es, como dicen los Upanishads, "UNO, sin segundo", precisamente porque ES UNO,sin un segundo y, por lo tanto, completamente libre de toda dualidad. Como dice Plotino: "El Uno, en su soledad, no puede saber ni ser ignorante de nada".

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~ BlavatskyTheosophy.com ~

19 de agosto de 2022

La IGLESIA CATÓLICA inventó el "diablo" y el "infierno".

La IGLESIA CATÓLICA  inventó el "diablo" y el "infierno".  



Bien pudiéramos afirmar que con el último apóstol de Jesús murió el último cristiano verdadero. Pregunta a este punto Max Müller: 

¿Cómo podrá un misionero desvanecer las dudas de sus catecúmenos a no ser que les represente el verdadero espíritu del cristianismo y les diga que, como las demás religiones, también tiene su historia, y que el del siglo XIX no es el de la Edad Media, y que el de la Edad Media no fue el de los primeros concilios, y que el de los concilios no fue tampoco el de los apóstoles, y que únicamente lo que Cristo dijo estuvo bien dicho ? 

De esto cabe inferir que entre el cristianismo moderno y el paganismo antiguo no hay otra característica diferencial que la creencia en el diablo y en el infierno, imbuidas por el dogma cristiano. 

Y añade Müller: 

Las naciones arias no tienen diablo. Plutón, aunque de carácter sombrío, era personaje muy respetable, y el escandinavo Loki no era divinidad infernal, a pesar de su maligno temperamento. La diosa teutona Hell, como su equivalente Proserpina, vieron mejores días. Así es que cuando a los germanos se les hablaba del semítico Seth, Satán o el diablo, no les infundía temor ninguno.

Lo mismo cabe decir del infierno. El hades pagano era un lugar completamente distinto del infierno cristiano, pues lo consideraban los antiguos como un estado intermedio de purificación. El hela o hel tampoco era entre los escandinavos un lugar de eterno castigo . 

Tampoco pueden equipararse con el infierno cristiano el amenti egipcio, que era lugar de juicio y purificación, ni el onderâh o abismo de tinieblas de los indos, porque a los rebeldes ángeles sumidos en él por Siva les ofrece Parabrahma la posibilidad de redimirse por el arrepentimiento y la purificación. 

El gehenna a que repetidas veces alude el Nuevo Testamento era un paraje extramuros de Jerusalén, al que Jesús se refería valiéndose de una metáfora muy corriente entre los judíos de aquella época. ¿Cuál es, pues, el origen del terrorífico dogma del infierno, de esa arquímeda palanca de la teología cristiana que durante diez y nueve siglos ha esclavizado el ánimo de millones de millones de cristianos? Seguramente no deriva de las Escrituras hebreas, como podría corroborar cualquier hebraísta idóneo. 

Conocen tan bien los teólogos las condiciones y circunstancias del infierno que han clasificado las penas allí sufridas en dos clases: pena de daño o privación de la beatífica vista de Dios y pena de sentido o tormento eterno en un hirviente lago de azufre. 

Tal vez aduzcan los teólogos en pro de este dogma aquel pasaje de San Juan que dice: 

Y el diablo que les engañó fue precipitado en un lago de fuego y azufre, en donde la bestia y el falso profeta son y serán atormentados por los siglos de los siglos  . 

Pero aun prescindiendo de que el diablo o demonio tentador simboliza esotéricamente nuestro propio cuerpo físico, que después de la muerte se desintegrará en los elementos ígneos o etéreos , tenemos que en lengua hebrea no hay palabra de significado equivalente a eternidad en el sentido de por los siglos de los siglos que le dan los teólogos, pues la voz Mli ( )(ulam), según afirma Le Clerc, expresa tan sólo un período de tiempo sin principio ni fin conocidos. El arzobispo Tillotson confiesa por una parte que la palabra ulam no significa duración infinita, y que la frase por siempre jamás del Antiguo Testamento indica tan sólo un larguísimo período; pero por otra parte ha adulterado su verdadero sentido con respecto a la idea de los tormentos eternos, pues, en su opinión, si bien cuando decimos que Sodoma y Gomorra ardieron en fuego eterno, se sobreentiende que este fuego no se extinguió hasta consumir ambas ciudades, cuando nos referimos al fuego del infierno, tiene la palabra “eterno” el significado de perdurable, pues la pena del malvado ha de durar lo que dure el gozo del justo. Así lo ha dispuesto el sabio teólogo . 

El reverendo Surnden comenta las teorías de sus predecesores y aduce argumentos, según él irrefutables, en demostración de que el infierno está situado en el sol. Esto nos lleva a sospechar que el reverendo Surnden habrá leído el Apocalipsis en la cama y le ocasionaría una pesadilla que distrajo de su mente la pitagórica y cabalística alegoría que entraña el siguiente pasaje: 

Y el cuarto ángel derramó su redoma sobre el sol y le fue dado afligir a los hombres con ardor de fuego. Y los hombres estaban enardecidos por el gran calor y blasfemaban del nombre de Dios . 

La idea no es original del apóstol San Juan ni del reverendo Surnden, pues ya Pitágoras situaba la “esfera de purificación” en el sol, centro del universo. Esta alegoría tiene doble significado. Por una parte, el sol físico simboliza la Divinidad suprema o céntrico sol espiritual; y en consecuencia, al llegar a esta región quedan las almas purificadas de sus culpas y se unen para siempre con el espíritu después de los sufrimientos pasados a través de las esferas inferiores. 

Por otra parte, al fijar Pitágoras la situación del sol visible en el centro del universo, insinuaba la enseñanza del sistema heliocéntrico, que era privativa de los Misterios y sólo se comunicaba en el grado superior de iniciación. El apóstol San Juan tiene del Verbo un concepto puramente cabalístico, que sólo comprendieron los Padres de la Iglesia versados en las doctrinas neoplatónicas. Orígenes lo comprendió perfectamente por haber sido discípulo de Ammonio Saccas, y así niega en absoluto la eternidad de los tormentos del infierno, diciendo que no sólo los pecadores, sino también los, diablos alcanzarán remisión después de un castigo más o menos largo . 

Muchas y muy ingeniosas hipótesis se han expuesto sobre la situación del infierno, pero la más conocida es la que lo coloca en el centro de la tierra. Sin embargo, la intromisión de los científicos en este punto suscitó algunas dudas que turbaron la plácida fe en tan consoladora creencia, pues, como advierte Swinden, contra ella se oponen tres principales razones, conviene a saber: 

1ª Que no es posible que en el centro de la tierra haya suficiente combustible para mantener un fuego siempre vivo. 

2ª Que se necesitaría abundancia de oxígeno para alimentar la combustión. 

3ª Que puesto la tierra ha de tener fin como astro, no puede ser eterno el fuego que ha de consumirla.

 Pero tal vez Swinden ha olvidado en su escepticismo, que hace siglos resolvió San Agustín esta dificultad diciendo que, no obstante las apariencias en contra, el infierno está situado en el centro de la tierra, pues Dios provee milagrosamente el aire necesario para mantener el fuego siempre vivo. 

Los cristianos fueron los primeros en dar carácter de dogma religioso a la creencia en el diablo, y desde entonces se ha visto precisada la Iglesia a luchar contra la misteriosa fuerza que, por conveniencia propia, achacaba al diablo. Pero las manifestaciones de esta fuerza propenden a quebrantar la creencia en el diablo, gracias a la incompatibilidad entre los efectos y la supuesta causa, porque si el clero no ha podido medir debidamente el verdadero poder del diablo, forzoso es confesar que este archienemigo de Dios encubre muy hábilmente su carácter de príncipe de las tinieblas, cuya perpetua ocupación es poner asechanzas a los hombres . 

No obstante, lo que más teme el clero es verse precisado a soltar la argolla con que viene agarrotando a la humanidad. No consiente que por el fruto se conozca el árbol, porque habría de someterse a enojosos dilemas, ni tampoco quiere confesar, como confiesan las mentes libres de prejuicios, que los fenómenos psíquicos han convertido y mejorado a más de un escéptico empedernido. Pero, según el mismo clero reconoce, ¿de qué serviría el Papa si no existiera el diablo?

H.P.BLAVATSKY

Isis sin velo. Tomo 3.

Enlace del texto : Isis sin velo Tomo III (teosofiauniversal.com)





H.P.B No fue abandonada por los Maestros. (W.Q.Judge: Artículos Teosóficos)

 H.P.B. NO FUE ABANDONADA POR LOS MAESTROS 



Existen ciertos asuntos, relacionados con la personalidad de un gran líder, que de vez en cuando deben ser considerados y explicados incluso en una Sociedad que se esfuerza, lo más posible, por evitar cualquier discusión sobre las personalidades. A veces, no es una tarea agradable especialmente cuando, como en este caso, se deben mencionar a otras personas. Cuando la gran líder es H. P. Blavatsky, su nombre está pletórico de principios y postulados ligados a ciertas leyes de la naturaleza. Pues, no sólo ella nos trajo, de los hermanos más sabios de la familia humana, una filosofía coherente del sistema solar, sino ilustró, prácticamente, la existencia de un mundo suprasensible y los poderes del ser interno y astral. Por lo tanto: cualquier teoría o afirmación referente a sus relaciones con lo invisible y los Maestros, por los cuales hablaba, inevitablemente entabla una discusión sobre alguna ley o principio, lo cual no ocurriría si estuviéramos tratando de una persona ordinaria. 

Quienes intentaron entender a H.P.B. dijeron muchas cosas durante su vida: algunas insensatas y otras realmente nocivas. La más dañina la profirió A. P. Sinnett en Londres, cuando H.P.B. aún vivía y antes de que escribiera “La Doctrina Secreta”. El dijo que los Maestros la habían abandonado y que era presa de los elementales y de las fuerzas elementales. Sinnett tuvo valentía porque se lo dijo en la cara, así como ocurrió en otras circunstancias, cuando le declaró que, según él, ella había cometido un fraude en otras circunstancias. 

Es fácil ver que esta teoría podía tener una amplia repercusión pues: si fuera verdadera, todo lo que ella podía decir, en nombre de los Maestros que no concordaba con la opinión del destinatario, podía ser descartado como la ficción de algunos elementales. Y así se hizo. No sólo fue objeto de discusión en el retiro encantado de la Logia de Londres, sino que todos los numerosos discípulos y los supuestos discípulos de H.P.B. hablaban de esto, dejando su huella incluso hasta hoy. Y cuando H.P.B y Sinnett divergieron en lo referente a la relación de Marte y Mercurio con la tierra y el carácter metafísico del universo, H.P.B. presentó una explicación del Maestro. Entonces, se levantó la deletérea teoría acompañada por otras análogas, a fin de demostrar que ella se equivocaba. Según Sinnett, el Maestro no le había escrito y para él, sus limitadas opiniones materialistas sobre la declaración del Maestro eran las correctas, a pesar de que tal declaración antecedió el supuesto abandono y la posesión por parte de los elementales de H.P.B. La disputa está contenida en “La Doctrina Secreta” y es un eje central de toda la filosofía. El desacuerdo nació porque, según Sinnett, su opinión de una de las cartas del Maestro, recibida en India, por mano de H.P.B., era la correcta, mientras ella dijo que no lo era. El se adhirió rígidamente a su posición y H.P.B. pidió al Maestro ulteriores explicaciones. Cuando las recibió, las mostró a Sinnett, el cual negó su autenticidad y la teoría del abandono explicaría el resto. El pareció haberse olvidado que ella era el canal de transmisión y no él. 

Aunque entonces esta acusación no circuló mucho, los visitantes de ambos campos la discutieron ampliamente y su efecto permanece aun hoy, entre quienes, recientemente, se han vuelto, en privado, en los antagonistas de H.P.B. Entre ellos tratan de explicarla de manera superficial y en público se oponen a quienes se adhieren firmemente a su memoria, a su honor, a la veracidad de sus declaraciones acerca de los Maestros y a sus comunicaciones con ella. Ellos creen que, al rebajarla a su nivel mediocre, pueden pretender entenderla, dándosela de sabios por poder determinar cuando estaba obsesionada y cuando no. Por supuesto este esfuerzo no tendrá éxito y para algunos el asunto no necesita ser considerado. Muchas son las razones por las cuales debe ser discutido a fin de no dejarlo como un veneno secreto, ya que induce a negar la hermandad y fomenta la ingratitud: uno de los crímenes más oscuros. Además, si se cree en tal acusación, ésta conducirá, inevitablemente, a la destrucción de la gran filosofía que los Maestros, a través de H.P.B., delinearon de manera general. 

Si, según afirma Sinnett, H.P.B. fue abandonada por los Maestros después de haberla usado por muchos años como agente y canal para comunicarse, tal abandono probaría que son inimaginablemente desleales, lo cual se opone del todo a la declaración de sus principios. Pues, cuando, hace muchos años, en Sinnett nació la idea de que H.P.B. fue abandonada, porque él no aprobaba sus métodos para guiar el movimiento en India, el Maestro K.H. le escribió con énfasis: “la ingratitud no es uno de nuestros vicios.” Y luego le pregunta si considerara justo lo siguiente: “supongamos que tú”, como hizo H.P.B, “abandonaras todo por la verdad; te esforzaras por años a lo largo de un camino arduo y empinado, sin ser detenido por los obstáculos y firme ante toda tentación; supongamos que conservaras en tu corazón los secretos que te fueron entregados para ponerte a prueba; que hubieses trabajado con todas tus energías y altruistamente, propagando la verdad y contribuyendo a que los seres humanos pensaran y vivieran correctamente, ¿considerarías justo que, si después de todos tus esfuerzos” se te tratara como propones que se tratara a Madame Blavatsky? 

Es evidente que tal aviso sólo produjo un efecto transitorio pues, como dijimos, después de algunos años, Sinnett concluyó que su sugerencia se había realizado de manera mucho más amplia de lo que había creído originalmente. Al comienzo: sólo deseó que se eliminara a H.P.B. como canal entre él y el Maestro, dejando, bajo su guía, una Sociedad Teosófica nuevamente organizada. Pero después él pensó que H.P.B. fue descartada como canal para cualquier tipo de comunicación de los Maestros. Este abandono completo y posterior, implicaría que, mientras tanto, K.H. había cambiado su carácter totalmente y ahora era capaz de cometer una crasa ingratitud, lo cual es absurdo. Los Maestros son, sobre todo, leales a quienes les sirven y sacrifican su salud, posición y vidas para Su trabajo. H.P.B. hizo todo esto y más, según escribió el Maestro. Pensar lo contrario e imaginar que después de años de tal servicio, según se describe en la citación anterior, se dejara que la devoraran, figuradamente, los elementales, demostraría que los Maestros son simples monstruos de egoísmo, por usar un instrumento que no está hecho de hierro, sino de un maravilloso corazón y alma humana, para tirarlo, sin protección, una vez que acaban con éste. ¿Y qué de los miembros y de los discípulos más fieles que no fueron informados de este supuesto abandono? ¿Sería ésta una conducta leal hacia ellos? Por años se les enseñó que respetaran a H.P.B. y a las enseñanzas que divulgó, considerándola como el canal del Maestro. No fueron avisados que el plan que Sinnett imaginó por mucho tiempo en su mente pudiese ser llevado a cabo, sino lo contrario: a menudo recibieron personalmente de los Maestros el beneplácito de las acciones y las enseñanzas de H.P.B. 

Aquellos que constantemente dudaban de su veracidad eran reprochados y sin embargo, aparentemente, fue suficiente una necesaria corrección de la errónea interpretación de Sinnett de las primeras enseñanzas, para que sus maestros y amigos la abandonaran  después de haberla entrenado por años a fin de cumplir con ese trabajo. Dicha suposición inverosímil es la antítesis de la hermandad y del ocultismo. Viola cualquier ley de la verdadera ética, de la Logia y como colmo de lo absurdo, haría de “La Doctrina Secreta” un trabajo, en gran parte, de los elementales. Entonces, si H.P.B. fue abandonada antes de que la explicación de los errores de Sinnett apareciera en ese libro, se podría pensar que fue obsesionada ventajosamente. 

En realidad: quienes afirman que fue abandonada, agregando que fue controlada por los elementales, los cuales llevaron a cabo su trabajo, muestran una profunda ignorancia por desconocer los límites de los elementales. Un elemental sólo puede copiar lo que ya existe, no es capaz de originar ni inventar, sólo puede ejecutar o seguir el exacto impulso u orden dado, el cual, si es incompleto, producirá algo incompleto. Tampoco empezará algún trabajo a no ser que una mente o una voluntad humana lo impulsen. La suposición de los elementales es altamente insostenible. La ignorancia mostrada en este punto es un ejemplo del pensamiento de la mayoría de los críticos de H.P.B. Teniendo tendencias materialistas, no pudieron entender sus enseñanzas, métodos o carácter y después de haber asimilado mal y materializado las ideas que obtuvieron originalmente de ella, aplicaron el resultado para explicar todo lo que no podían entender de H.P.B, como si estuviesen encajando las diferentes piezas de un rompecabezas. Si a pesar de toda lógica, aceptáramos esta opinión del abandono, al final conduciría, como dije, a la destrucción de la filosofía teosófica. Su efecto indirecto sería tan dañino como el directo de degradar el ideal de los Maestros. Esto queda claramente demostrado en “La Doctrina Secreta.” 

H.P.B., en su “Introducción” de “La Doctrina Secreta” (pág. XVIII, versión inglesa de 1888), indica el error preliminar del autor de “El Buddhismo Esotérico” que afirmó: “hace dos años (1883) ni yo ni otro europeo vivo conocía el alfabeto de la Ciencia que aquí se presenta, por primera vez, de forma científica”, pues, en realidad: no sólo H.P.B. conocía todo esto y mucho más años antes, sino también otros dos europeos y un americano. Luego, ella presenta la explicación del Maestro referente a sus tempranas cartas sobre la Cadena de Globos de la Tierra y su relación con Marte y Mercurio (Vol. I. pag. 160-70, versión inglesa original.) El mismo Sinnett confiesa que tenía una “mente no preparada” para el Ocultismo, cuando, por medio de H.P.B., recibió las cartas en las cuales se basaba “El Buddhismo Esotérico”. El conocía mejor las especulaciones astronómicas modernas que las doctrinas ocultas y por ende no fue una sorpresa, como observa H.P.B., que elaborara un punto de vista materialista sobre el tema metafísico. 

Lo que sigue son las palabras del mismo Maestro que contesta a una solicitud de H.P.B. a fin de explicar eso que ella sabía muy bien ser un error de Sinnett: la inclusión de Marte y Mercurio como globos de la Cadena de la Tierra. “Tanto Marte como Mercurio son cadenas septenarias, tan independientes de los señores y superiores siderales de la tierra como tú lo eres de los ‘principios’ de Pulgarcito.” “No será posible adelantar a no ser que se hagan menos esfuerzos por reconciliar lo irreconciliable: la ciencia metafísica y espiritual con la filosofía física o natural, siendo, el término ‘natural’, un sinónimo, para los científicos, de la materia sujeta a la percepción de sus sentidos corpóreos. Como se enseñó desde el principio: nuestro Globo está en el fondo del arco descendente, donde la materia de nuestras percepciones se exhibe en su forma más burda […] Por lo tanto es lógico que los globos que complementan e iluminan nuestra Tierra deben estar en diferentes planos superiores. En breve: como Globos, están en coadunación con la Tierra pero no son consubstanciales con ella, perteneciendo, entonces, a otro estado de conciencia. Si esto no se acepta como la explicación correcta, la filosofía, en su totalidad, se vuelve materialista y contradictoria, la analogía cesa de ser útil y tanto la base como la estructura de la Teosofía deben ser barridas como basura inútil. No hay que temer esto porque la gran mayoría de Teósofos continuará aceptando la explicación del Maestro. 

En lo referente a H.P.B., pienso, personalmente, que sería útil recordar estas palabras: “Los Maestros han dicho que las leyes de la Naturaleza aguardan el pesar para quienes escupen en la cara de su maestro. Pues: los que tratan de denigrar el trabajo de H.P.B, haciéndola pasar como una mezcla de competencia y fraude, los que se encaminaron a lo largo de la senda gracias a ella, no deben disminuir su trabajo ni su propósito. Los maestros no piden una idolatría servil de una persona, pero sí exigen lealtad. Dicen que el Ego del cuerpo que ella usó fue y es un gran servidor valiente de la Logia, enviado a occidente para una misión, totalmente conscientes de que este ser devoto sería el blanco del insulto y del oprobio; luego agregan: ‘Aquellos que no la entienden, más vale que no la expliquen; quienes no son lo suficientemente fuertes  para la tarea que ella delineó desde el principio, más valdría que no la emprendieran.’” 

William Q. Judge 

Theosophy, Abril 1896

29 de julio de 2022

El Gran Sacrificio y la tierra misteriosa de Shambhala

 

El Gran Sacrificio y la Tierra Misteriosa de Shambhala

Es ampliamente aceptado por los estudiantes de Teosofía que los verdaderos Fundadores del Movimiento Teosófico moderno fueron ciertos "ocultistas avanzados" de Oriente; Adeptos iniciados en una Hermandad esotérica oculta que guía y vela por la evolución espiritual y el avance de la humanidad.

En los primeros días del Movimiento generalmente se les conocía como "Los Hermanos". Más tarde también fueron llamados Mahatmas (que significa "Grandes Almas") y Maestros de Sabiduría. H. P. Blavatsky fue descrita por estos Maestros como Su "Agente Directo" y, de hecho, hay mucha evidencia para demostrar que ella sirvió como su representante pública, portavoz y Mensajera para el mundo en general, asistida más hábilmente en esto por William Q. Judge.

Casi nada en la naturaleza de los datos personales fue divulgado o publicado por HPB con respecto a los Maestros. Los nombres místicos de algunos de ellos, principalmente los dos más cercanos y directamente involucrados con HPB y el establecimiento del Movimiento, se hicieron públicos, pero generalmente se hace referencia a ellos simplemente por sus iniciales. En cuanto a sus grados de iniciación, sus encarnaciones anteriores, sus apariencias físicas, características corporales y asuntos similares, es impensable que tales detalles sagrados se hagan o puedan hacerse públicos legítimamente. Lo que se sabe, sin embargo, es que los Maestros no son "Maestros Ascendidos" (como en las ideas populares de la "Nueva Era") sino que generalmente están físicamente encarnados, aquí mismo en este plano, ya que tienen un trabajo importante que hacer en este mundo, pero tienden a habitar en lugares solitarios lejos de las influencias a menudo tóxicas de la vida cotidiana moderna.

Nuestro Movimiento debe su inspiración original a los Maestros conocidos como M. y K.H., que forman parte de una Hermandad Budista Trans-Himalaya presidida por uno conocido como el Maha Chohan. Sin embargo, el Trans-Himalaya no es la totalidad de la GRAN HERMANDAD. ¿Cómo, dónde y cuándo comenzó? ¿Quién lo estableció y qué clase de Ser es su Cabeza Suprema? ¿En qué parte del mundo está su base central? Tal vez sorprendentemente, esto es algo en lo que HPB ha entrado hasta cierto punto, particularmente en "La Doctrina Secreta", y esto es lo que ahora exploraremos.

~ * ~

Los "Hijos de la Sabiduría" es un nombre dado a un grupo que se encarnó en el período temprano de la Tercera Raza Raíz (la Época Lemuriana) como el primer grupo de seres humanos autoconscientes, espirituales e intelectualmente despiertos, antes del despertar de la conciencia en la masa general de la humanidad, que ocurrió más tarde.

En este período lemuriano temprano, que se nos dice que fue hace millones de años, los "Hijos de la Sabiduría" usaron Kriyashakti (el poder objetivamente creativo del pensamiento y la voluntad) para producir el vehículo físico necesario para la encarnación de un gran Ser que estaba listo y esperando, destinado de acuerdo con la Ley del Karma, para entrar en nuestro mundo con el fin de cumplir el papel y la posición más importante y más alta posible aquí. En "La Doctrina Secreta" Vol. 1, pág. 207, leemos:

"Este "Ser Maravilloso" descendió de una "región alta", dicen, en la primera parte de la Tercera Edad, antes de la separación de los sexos de la Tercera Raza. . . . En la primera parte de la existencia de esta tercera raza, mientras aún estaba en su estado de pureza, los "Hijos de la Sabiduría", quienes, como se verá, encarnaron en esta Tercera Raza, produjeron por Kriyashakti una progenie llamada los "Hijos de Ad" o "de la Niebla de Fuego", los "Hijos de la Voluntad y el Yoga, " etc. Eran una producción consciente, ya que una parte de la raza ya estaba animada con la chispa divina de la inteligencia espiritual y superior. No era una raza, esta progenie. Al principio era un Ser maravilloso, llamado el "Iniciador", y después de él un grupo de seres semi-divinos y semi-humanos. "Apartados" en la génesis arcaica para ciertos propósitos, son aquellos en quienes se dice que encarnaron los Dhyanis más altos, "Munis y Rishis de Manvantaras anteriores", para formar el vivero de futuros adeptos, en esta tierra y durante el ciclo presente. Estos "Hijos de la Voluntad y del Yoga" nacieron, por así decirlo, de una manera inmaculada, permanecieron, se explica, completamente separados del resto de la humanidad.

HPB más tarde aclara: "La Tercera Raza había creado así a los llamados HIJOS DE LA VOLUNTAD Y EL YOGA, o los "antepasados" (los antepasados espirituales) de todos los Arhats posteriores y presentes, o Mahatmas, de una manera verdaderamente inmaculada. De hecho, fueron creados, no engendrados, . . . Eran el "grano de semilla sagrado" de los futuros Salvadores de la Humanidad". (D.S 2:173)

Antes de que estos Grandes hubieran surgido en nuestra Tierra, ese Ser aún mayor había aparecido.

En "La Doctrina Secreta" se hace referencia a él de varias maneras, tales como:

* El Ser Maravilloso 

* El Sin Nombre 

* El Iniciador 

* El Gran Sacrificio

* El Vigilante Solitario

– y es él quien "tiene influencia espiritual sobre los Adeptos iniciados en todo el mundo". Se enseña que cambia de forma de vez en cuando, según lo requiera la evolución, pero en su naturaleza interna y real "permanece siempre igual". Él "tiene que permanecer sin nombre" aunque numerosos nombres le han sido aplicados por diferentes personas. Es él quien es la Cabeza Suprema de toda la Gran Hermandad, a veces también llamada la Gran Logia o Gran Logia Blanca, "blanca" en el sentido de luz y bondad, como la antítesis de lo que se denomina magia negra.

En libros como "La Voz del Silencio" y "La Doctrina Secreta" se explica que hay cuatro grados básicos o grados de iniciación, pero que el cuarto de ellos consiste en cuatro grados posibles en sí mismo, haciendo así un total real de siete grados en el Camino de iniciación. Estos se dan, en terminología budista, como:

#1. Srotapatti o Srotapanna
#2. Sakridagamin
#3. Anagamin
#4. Arhat o Arhan

[Pero, dice D.S 1:206, "El Arhan, aunque puede ver el Pasado, el Presente y el Futuro, aún no es el Iniciado más elevado... Otros tres grados superiores tienen que ser conquistados por los Arhan que llegarían a la cúspide de la escalera de Arhatship".]

#5. Arhat del 2º grado
#6. Arhat del 3er grado
#7. Arhat del 4º grado

Este "ápice de la escalera de Arhatship" se refiere en las estrofas del Libro de Dzyan (en D.S 1:33) como "EL CUARTO "FRUTO" DEL CUARTO CAMINO DEL CONOCIMIENTO QUE CONDUCE AL NIRVANA". Refiriéndose a estos más altos Iniciados y cómo se encuentran en relación con el Ser Maravilloso, "La Doctrina Secreta" dice:

"Los Arhats de la "niebla de fuego" del 7º peldaño no son más que uno de los que se alejan de la Base Raíz de su Jerarquía, la más alta de la Tierra y nuestra cadena Terrestre. Esta "Base raíz" tiene un nombre que solo se puede traducir con varias palabras compuestas al inglés: "el Banyan humano siempre vivo". Este "Ser Maravilloso" descendió de una "región alta", dicen, en la primera parte de la Tercera Edad, antes de la separación de los sexos de la Tercera Raza. (Vol. 1, pág. 206-207)

El simbolismo del árbol Banyan es significativo, como cualquier indio u oriental sabe. HPB también usa la frase "EL ÁRBOL DEL CUAL CRECEN LOS ADEPTOS". También es significativo el hecho de que la palabra "humano" se usa en su descripción y que más abajo en la página 207 se enfatiza que a pesar de su gran naturaleza espiritual y divina también es "hombre objetivo".

Reflexionemos sobre estas hermosas e inspiradoras palabras:

"Él es el "Iniciador", llamado el "GRAN SACRIFICIO". Porque, sentado en el umbral de la LUZ, lo mira desde dentro del círculo de la Oscuridad, que no cruzará; tampoco renunciará a su cargo hasta el último día de este ciclo de vida. ¿Por qué el Vigilante solitario permanece en su puesto auto-elegido? ¿Por qué se sienta junto a la fuente de la Sabiduría primitiva, de la que ya no bebe, ya que no ha aprendido lo que no sabe, aye, ni en esta Tierra, ni en su cielo? Porque los peregrinos solitarios y doloridos en su camino de regreso a su hogar nunca están seguros hasta el último momento de no perder su camino en este desierto ilimitado de ilusión y materia llamado Tierra-Vida. Porque él mismo mostraría el camino a esa región de libertad y luz, de la que él mismo es un exiliado voluntario, a todo prisionero que haya logrado liberarse de los lazos de la carne y la ilusión. Porque, en resumen, se ha sacrificado por el bien de la humanidad, aunque sólo unos pocos Elegidos pueden beneficiarse del GRAN SACRIFICIO.

"Es bajo la guía directa y silenciosa de este MAHA – (grande) – GURU que todos los otros Maestros e instructores menos divinos de la humanidad se convirtieron, desde el primer despertar de la conciencia humana, en los guías de la Humanidad primitiva. Es a través de estos "Hijos de Dios" que la humanidad infantil obtuvo sus primeras nociones de todas las artes y ciencias, así como del conocimiento espiritual; y son ellos los que han puesto la primera piedra de esas civilizaciones antiguas que desconciertan tanto a nuestra generación moderna de estudiantes y eruditos.

"Era un hijo del Espíritu puro, mentalmente sin aleaciones con ninguna tintura de elemento terrenal. Su marco físico por sí solo era del tiempo y de la vida, ya que extraía su inteligencia directamente de arriba. Era el árbol viviente de la sabiduría divina; y, por lo tanto, puede compararse con el árbol mundano de la leyenda nórdica; que no puede marchitarse y morir hasta la última batalla de la vida se librará, mientras que sus raíces son roídas todo el tiempo por el dragón Nidhogg; porque aun así, el primer y santo Hijo de Kriyashakti tenía su cuerpo roído por el diente del tiempo, pero las raíces de su ser interior permanecieron para siempre incansables y fuertes, porque crecieron y se expandieron en el cielo, no en la tierra. Él fue el primero de los PRIMEROS, y fue la semilla de todos los demás. Hubo otros "Hijos de Kriyashakti" producidos por un segundo esfuerzo Espiritual, pero el primero ha permanecido hasta el día de hoy la Semilla del Conocimiento divino, el Uno y el Supremo entre los "Hijos de la Sabiduría" terrestres. De este tema no podemos decir más, excepto para agregar que en todas las épocas, sí, incluso en la nuestra, ha habido grandes intelectos que han entendido el problema correctamente". (D.S Doctrina Secreta  1:208, 211)

Luego se insinúa (pág. 209) que este Gran Ser habita en esa "cierta Isla Sagrada en Asia Central", que a menudo se conoce como Shamballa o Shambhala.

H.P.BLAVATSKY SOBRE SHAMBHALA

* "... la isla sagrada (ahora la "legendaria" Shamballah, en el desierto de Gobi) ..." (D.S 2:319)

* "De la misma manera y en el plan del Zodíaco en el Océano superior o en los cielos, un cierto reino en la Tierra, un mar insular, fue consagrado y llamado "el Abismo del Aprendizaje"; doce se centra en él en forma de doce pequeñas islas que representan los signos zodiacales, dos de los cuales permanecieron durante siglos como los "signos misteriosos" y fueron las moradas de doce hierofantes y maestros de sabiduría. Este "mar de conocimiento" o aprendizaje permaneció durante siglos allí, donde ahora se extiende el desierto de Shamo o Gobi. Existió hasta el último gran período glacial, cuando un cataclismo local, que barrió las aguas hacia el sur y el oeste y así formó el actual gran desierto desolado, dejó solo un cierto oasis, con un lago y una isla en medio de él, como una reliquia del Anillo Zodiacal en la Tierra. (D.S 2:502-503)

* "Lo que se afirma es simplemente el hecho de que la Sabiduría impartida por los "Divinos", nacidos a través de los poderes Kriyashakti de la Tercera Raza antes de su Caída y Separación en sexos, a los adeptos de la Cuarta Raza temprana, ha permanecido en toda su pureza prístina en cierta Hermandad. Dicha Escuela o Fraternidad está estrechamente relacionada con cierta isla de un mar interior, en la que creen tanto los hindúes como los budistas, pero llamada "mítica" por los geógrafos y orientalistas, cuanto menos se hable de ella, más sabio será. (D.S 2:636-637)

* "La "Isla", según la creencia, existe hasta la hora actual; ahora, como un oasis rodeado por los terribles desiertos del gran desierto, el Gobi". (D.S 2:220)

* "Arghya Varsha, "la tierra de las libaciones", es el nombre misterioso de esa región que se extiende desde la montaña Kailas casi hasta el desierto de Schamo, desde donde se espera el Avatar Kalki. (D.S 2:416)

* "... esa Isla Sagrada – 'de donde vendrá el último Salvador'..." (Un comentario citado en D.S 2:350)

* " ... su corazón [de la Madre Tierra], que late bajo los pies de la sagrada Shambalah ..." (Un comentario citado en D.S 2:400)

* "Aunque estos asuntos apenas se insinuaron en "Isis Sin Velo", será bueno recordarle al lector lo que se dijo en el Vol. I., pp. 587 a 593, con respecto a cierta Isla Sagrada en Asia Central, y remitirlo para más detalles al capítulo del Libro II. en "Los Hijos de Dios y la Isla Sagrada"." (D.S 1:209)

* "S'ambhala (Sk.). Una localidad muy misteriosa a causa de sus futuras asociaciones. Una ciudad o pueblo mencionado en los Puranas, de donde, se profetiza, aparecerá el Avatar Kalki. El "Kalki" es Vishnu, el Mesías en el Caballo Blanco de los Brahmanes; Maitreya Buda de los Budistas, Sosiosh de los Parsis, y Jesús de los Cristianos (Ver Revelaciones). Todos estos "mensajeros" deben aparecer "ante la destrucción del mundo", dice el uno; antes del final de Kali Yuga dicen los demás. Es en S'ambhala donde nacerá el futuro Mesías. Algunos orientalistas hacen que el Muradabad moderno en Rohilkhand (N.W.P.) sea idéntico a S'ambhala, mientras que el ocultismo lo sitúa en el Himalaya. Se pronuncia Shambhala". ("El Glosario Teosófico" pág. 287)

* "Cada siete años, se cree que estos maestros se reúnen en SCHAM-CHA-LO, la "tierra feliz". Según la creencia general, está situado en el noroeste del Tíbet. Algunos lo sitúan dentro de las inexploradas regiones centrales, inaccesibles incluso para las intrépidas tribus nómadas; otros lo rodean entre la cordillera de las montañas Gangdisri y el borde norte del desierto de Gobi, sur y norte, y las regiones más pobladas de Khoondooz y Cachemira, del Gya-Pheling (británico-india), y China, oeste y este, lo que ofrece a la mente curiosa una latitud bastante grande para ubicarlo. Otros todavía lo sitúan entre Namur Nur y las montañas Kuen-Lun, pero uno y todos creen firmemente en Scham-bha-la, y hablan de ella como una tierra fértil, parecida a un hada, una vez una isla, ahora un oasis de belleza incomparable, el lugar de encuentro de los herederos de la sabiduría esotérica de los habitantes divinos de la legendaria isla". ("Apéndice Editorial", "H. P. Blavatsky Artículos Teosóficos" 3:333)

* "Muchos son los nombres de esa escuela y tierra, el nombre de esta última es ahora considerado por los orientalistas como el nombre mítico de un país fabuloso. Es de esta tierra misteriosa, sin embargo, que el hindú espera su Kalki Avatara, el budista su Maitreya, el Parsi su Sosiosh, y el judío su Mesías, y así esperaría el cristiano de allí a su Cristo, si tan solo lo supiera. Allí, y solo allí, reina Paranishpanna (Gunggrub), la comprensión absolutamente perfecta del Ser y el No-Ser, la verdadera Existencia inmutable en el Espíritu, incluso mientras este último aparentemente todavía está en el cuerpo, cada habitante del mismo es un No-Ego porque se ha convertido en el Ego Perfecto. Su vacuidad es "autoexistente y perfecta" -si hubiera ojos profanos para sentirla y percibirla- porque se ha vuelto absoluta; el ser irreal transformado en Realidad sin condiciones, y las realidades de este, nuestro mundo, habiendo desaparecido en su propia naturaleza en aire delgado (inexistente).

"La "Verdad Absoluta" (Dondam-pay-den-pa; Sánscrito: Paramarthasatya), habiendo conquistado la "verdad relativa" (Kunza-bchi-den-pa; Sánscrito: Samvritisatya), se supone que los habitantes de la región misteriosa han alcanzado el estado llamado en fraseología mística Svasamvedana ("reflexión autoanalítica") y Paramartha, o esa conciencia absoluta de lo personal fusionada en el Ego impersonal, que está sobre todo, por lo tanto, por encima de la ilusión en todos los sentidos.

Sus Budas y Bodhisattvas "Perfectos" pueden estar en cada lengua budista ágil como seres celestiales, por lo tanto, inalcanzables, mientras que estos nombres pueden sugerir y no decir nada a las percepciones aburridas de los profanos europeos. ¡Qué les importa a Aquellos que, estando en este mundo, aún viven fuera y mucho más allá de nuestra tierra ilusoria! Por encima de ellos no hay más que una clase de Nirvanis, a saber, el Chos-ku (Dharmakaya), o los Nirvanis "sin restos": el Arupa puro, las Respiraciones sin forma. De ahí emergen ocasionalmente los Bodhisattvas en su cuerpo Prul-pai-ku (o Nirmanakaya) y, asumiendo una apariencia ordinaria, enseñan a los hombres. Hay encarnaciones conscientes, así como inconscientes". ("A Few More Misconceptions Corrected" publicado póstumamente)

* "El "paraíso occidental", [mencionado en algunas escrituras budistas, también llamada la "Tierra Pura de Buda Amitabha"] o cielo occidental, no es una ficción ubicada en el espacio trascendental. Es una localidad de buena fe en las montañas, o, para ser más correctos, una rodeada en un desierto dentro de las montañas. Por lo tanto, se asigna para la residencia de aquellos estudiantes de Sabiduría Esotérica – discípulos de Buda – que han alcanzado el rango de Lohans y Anagamins (Adeptos). Se le llama "occidental" simplemente por consideraciones geográficas; y "la gran faja de montaña de hierro" que rodea el Avitchi, y los siete Lokas que rodean el "paraíso occidental" son una representación muy exacta de localidades y cosas conocidas para el estudiante oriental del ocultismo". ("La Doctrina del Ojo y La Doctrina del Corazón" publicado póstumamente)

~ * ~

Anteriormente vimos cómo se enfatizaba que el Ser Maravilloso era, sin embargo, "humano", "hombre objetivo" y que vivía en un cuerpo sujeto a ser "roído por el diente del tiempo". Y ahora hemos visto cómo Shambhala, aparentemente situado en algún lugar del desierto de Gobi, también es objetivo. Es de naturaleza espiritual, pero existe aquí en este plano físico, aunque nadie puede encontrarlo o ir allí, excepto los muy pocos que se han ganado el derecho y han pasado por las iniciaciones requeridas.

Como se dijo en la cita del "Glosario", el hinduismo, en el Vishnu Purana, declara que el décimo y "último" Avatar de Vishnu, llamado el Avatar Kalki, nacerá en una ciudad o pueblo llamado Shambhala.

El budismo tibetano contiene muchas referencias más detalladas a Shambhala, principalmente en el sistema Kalachakra (literalmente "Círculo del Tiempo" o "Rueda del Tiempo"). Esto habla de Shambhala como un Reino que tiene una ciudad capital llamada Kalapa, donde residen una sucesión de "Reyes de Shambhala" también conocidos como Reyes / Emperadores Kalki, que cada uno reina durante un siglo, cada nuevo "siglo oculto" comenzando con lo que en nuestro calendario es el año 75, es decir, 1875, 1975, 2075, etc. Curiosamente, en 1775 el 6º Panchen Lama escribió una guía detallada del camino a Shambhala, titulada "Shambhalai Lamyig".

Las enseñanzas de Kalachakra dicen que la degeneración actual en el mundo continuará y empeorará hasta 2424 (en nuestro calendario) cuando el entonces Rey Kalki, que será llamado Rudra (uno de los nombres de Shiva en el hinduismo) y de alguna manera una encarnación del Panchen Lama, "aparecerá a los humanos de todo el mundo" y "derrotará a los bárbaros" mientras "establece una Edad de Oro mundial". Este es el último Rey Kalki profetizado. En algunos aspectos, esto se hace eco de una profecía afirmada por HPB en su artículo "Enseñanzas tibetanas":

"Se dice que hasta el momento en que Panchen Rimpoche (la Gran Joya de la Sabiduría) condescienda a renacer en la tierra de los P'helings (occidentales), y aparecer como el Conquistador Espiritual (Chom-den-da), destruye los errores y la ignorancia de la época, será de poca utilidad tratar de desarraigar los conceptos erróneos de P'heling-pa (Europa): sus hijos no escucharán a nadie".

Mucho se mantiene naturalmente envuelto en misterio, pero la Teosofía, en contraste con la cronología de Kalachakra, establece claramente que "No es en el Kali yug, nuestra actual era terriblemente materialista de la Oscuridad, la "Edad Negra", [que continuará por miles de años más] que un nuevo Salvador de la Humanidad puede aparecer alguna vez" (D.S 1:470) y también que la ocurrencia que algunos describen como la "Venida de Maitreya / Kalki" no será hasta el final. del Kali Yuga que se corresponderá con el cierre de la Sexta Raza Raíz y no tomará la forma que muchos podrían estar inclinados a esperar, porque "esta será la Sabiduría Única y se encarnará en toda la humanidad colectivamente, no en un solo individuo". ("Lamas y Drusos", "H. P. Blavatsky Artículos Teosóficos" 3:288)

La mención de Shambhala muy a menudo trae a colación la mención de Agartha, Agarta o Agartta, un supuesto reino subterráneo que existe en la "Tierra hueca". El nombre y su concepto asociado se originan con un contemporáneo de HPB, a quien ocasionalmente se refiere como Marqués St. Yves d'Alveydre. Ella lo describe como "el hierofante y líder de un gran partido de cabalistas franceses" y en las pocas ocasiones en que lo menciona es para desafiar o criticar algunas de sus ideas. D'Alveydre dijo que Agartha es parte de las enseñanzas budistas tibetanas esotéricas, pero no ofreció ninguna evidencia de esa afirmación, ni nadie lo ha hecho desde entonces.

Aquellos que se suscriben fuertemente a la teoría de la Tierra hueca creen que el almirante Richard Byrd al volar sobre el Polo Norte notó una abertura masiva en el suelo y descubrió dentro de una tierra exuberante y mística, que los entusiastas han equiparado con Agartha. De hecho, no hay evidencia de que Byrd haya dicho o escrito tal cosa. Hace varias décadas, después de que Byrd había muerto y ya no estaba presente para comentar sobre el asunto, la historia fue introducida por primera vez en un libro por un escritor sobre temas de misterio sensacionalista y que afirmó, sin ofrecer ninguna evidencia o referencia en absoluto, que Byrd lo describe todo en un diario que es "secreto" o "desaparecido". Nunca se ha encontrado tal diario y no hay nada en los diarios reales y conocidos de Byrd que siquiera insinúe tal experiencia o descubrimiento. Hasta el día de hoy, aquellos que promueven la idea la basan únicamente en afirmaciones para las cuales no pueden ofrecer la más mínima evidencia.

Dicho esto, el Polo Norte es muy significativo esotéricamente, como muestra "La Doctrina Secreta", y algunas veces HPB habla del Polo Norte, o más bien de la generalmente indesctructible "tierra sagrada imperecedera" en la región del Polo Norte de la misma manera que habla de Shambhala, a pesar de que se indica que esta última está en Asia Central. Es cierto que toda la verdad completa sobre el tema no ha sido revelada en la Teosofía, ni lo hará durante algún tiempo, pero cuando se hace referencia a ella, nunca hay ninguna mención de reinos subterráneos en relación con ella.

Pero, ¿quién o qué es el Gran Sacrificio? Adi Shankaracharya, el fundador de la escuela Advaita Vedanta del hinduismo, fue un iniciado extremadamente alto y, en cierto sentido, la reencarnación de Gautama Buda. Escribió un misterioso himno llamado Dakshinamurti Stotra o Stotram, que algunos teósofos creen que se refiere a la naturaleza y el papel de este Ser:

"Es extraño ver a los discípulos muy viejos, sentados alrededor del Maestro de apariencia siempre juvenil, que se sienta debajo del Árbol Banyan. El Maestro siempre enseña en silencio, pero los discípulos reciben las respuestas a todas sus preguntas. Saludos a ese Dakshinamurti, que es el significado del Pranava – OM – que es la personificación de la Sabiduría pura, que es cristalina en su pensamiento, y que es el epítome de la paz. Saludos a ese Dakshinamurti, que es el Maestro del mundo entero, que es el médico de los afligidos por la enfermedad del nacimiento y la muerte, y que es la casa del tesoro de todo conocimiento".

Shankara dijo que este era el Adi-Guru, es decir, el Primer Gurú, el Primero de todos los Maestros Espirituales y lo reconoció como una encarnación de Shiva. En un lugar donde HPB habla de Shambhala (D.S 2:502) también hace mención de "Rudra Shiva, el gran Yogui, el antepasado de todos los Adeptos, en el esoterismo uno de los más grandes Reyes de las Dinastías Divinas. Llamado "el Más Temprano" y el "Último", es el patrón de la Tercera [es decir, Lemuriana], cuarta [es decir, atlante] y la Quinta [es decir, nuestra] Razas Raíz".

La versión completa del Himno a Dakshinamurti o dakshinamurti Stotram consta de diez párrafos o estrofas. Se puede leer en su totalidad haciendo clic aquí. "Dakshinamurti" significa literalmente "el que mira hacia el sur", lo que sugiere una imagen de un gran Ser que está sentado en la parte superior o en el punto más alto y abraza la totalidad del mundo dentro de su mirada de largo alcance. Un breve extracto de él solía incluirse en cada número de la revista "The Theosophical Movement", cuando B. P. Wadia era editor: "¡Ah! la maravilla del Árbol Banyan. Allí se sienta el Gurú Deva, un joven, y los discípulos son ancianos; la enseñanza es silencio, y aún así las dudas de los discípulos se disipan".

T. Subba Row declaró que los Maestros enseñan que el Buda Amitabha (el Buda de la Luz Infinita) habitó en Shambhala y "estableció la Hermandad" allí. También se podrían hacer deducciones de "La Doctrina Secreta" de que él es Avalokiteshvara o Padmapani del budismo tibetano o incluso el Vishvakarman védico, el que se sacrifica a sí mismo, por la salvación de todos. HPB también ha sugerido un vínculo con la misteriosa figura bíblica y cabalística de Melquisedec.

A diferencia de ciertas versiones posteriores y distorsionadas de la "Teosofía", las enseñanzas originales no respaldan las nociones ahora generalizadas y popularizadas de que este Vigilante Solitario vino a la Tierra desde Venus, ni que vino aquí en un carro de fuego volando por el cielo, y no dicen que él es Sanat Kumara o cualquiera de los Kumaras. No dicen que él es la encarnación del llamado "Logos Planetario" y ciertamente no lo llaman "Dios". De hecho, de "La Doctrina Secreta" (Vol. 2, pág. 282) aprendemos que más alto que los Kumaras más altos (seres celestiales divinos) "es sólo UNO en la Tierra como en los Cielos, ese Ser aún más misterioso y solitario descrito en el Libro I".

Se podrían aplicar numerosos nombres a este Sin Nombre, pero en última instancia ayuda a nuestra comprensión muy poco. Los nombres a menudo se interponen en el camino y se convierten en barreras mentales autoimpuestas y obstrucciones a la comprensión. Como dijo HPB: "De este tema no podemos decir más". Esta grandeza, esta majestad, este amor, este sacrificio, apenas está dentro de los reinos de nuestra comprensión de todos modos.

El amor divino que brilla siempre en el corazón del Vigilante Silencioso no le permitirá pasar a la paz y liberación infinitas porque "se indagaría en mostrar el camino a esa región de libertad y luz, de la que él mismo es un exiliado voluntario, a todo prisionero que haya logrado liberarse de los lazos de la carne y la ilusión... en resumen, se ha sacrificado por el bien de la humanidad, aunque sólo unos pocos Elegidos pueden beneficiarse del GRAN SACRIFICIO".

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