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2 de noviembre de 2023

Tema 2. La Doctrina del Karma

 

TEMA 2. LA DOCTRINA DEL KARMA



 

Para comenzar este tema, lea el Capítulo XI “Karma” en El Océano de la Teosofía, y tome notas breves sobre las ideas principales que le sorprenden. Estas notas se pueden organizar junto con las notas del curso en un índice de archivo adecuado. La doctrina gemela de la Reencarnación es la del Karma; una Ley que es universal, inquebrantable y eterna. 

En palabras de Robert Crosbie: “Tenemos que asumir, que o bien éste es un universo de ley o un universo de caos, azar, accidente. De hecho, sabemos perfectamente bien que no es un universo de azar, porque todo lo que usamos y entendemos vemos que está bajo ley; y donde algo nos sucede, cuya causa no podemos discernir, asumimos, no obstante, que hay una causa y tratamos de encontrarla. Ni siquiera podemos imaginar un efecto sin causa.” El Filósofo Amigo. RC

Esta ley que nos afecta es la ley de acción y reacción, y una de las afirmaciones más familiares de la misma es la de San Pablo cuando dijo: "Todo lo que el hombre siembre eso también cosechará." En Lucas encontramos otra declaración, "porque con el mismo rasero que midáis, seréis también vosotros medidos." De hecho, afirmaciones de la ley del Karma se encuentran en las enseñanzas de cada gran maestro a lo largo de la historia. Buda habló de esta manera en la declaración de apertura del Dhammapada, "Todo lo que eres es el resultado de lo que has pensado."

La Teosofía tiene mucho que decir sobre esta importantísima ley, dando una visión de sus significados más profundos e indicando los efectos de su aplicación en situaciones varias; y la mayoría de las claves para la comprensión de esta idea básica se encuentran en "Aforismos sobre Karma". Estos aforismos fueron publicados por primera vez por W.Q. Judge en 1893 y estaremos citándolos a lo largo de este tema.

"No hay Karma a menos que exista un ser que lo cree o sienta sus efectos." (Aforismo 1)

"Karma es el ajuste de los efectos que fluyen de las causas, durante el cual, el ser sobre y a través de quien éste se efectúa, experimenta dolor o placer." (Aforismo 2)

"Karma es una tendencia constante e infalible en el Universo a restaurar el equilibrio, operando incesantemente." (Aforismo 3)

En otra parte de la enseñanza se describe como la tendencia a restablecer el equilibrio en el mundo físico y la armonía rota en el mundo moral. Es la ley benéfica de la causalidad ética que nos permite ver nuestros pensamientos y actos como los ven los demás, para sentir el efecto completo de ellos, cuando "se nos paga con la misma moneda".

Debemos comprender que las acciones no se producen por sí mismas, que el Karma no origina nada. Nosotros los “electores” establecemos las causas y el Karma nos trae los efectos de esas elecciones. Somos nosotros quienes tenemos que asumir sus efectos.

Como dijo W.Q. Judge: “El efecto no es más que la naturaleza del acto y no puede existir separado de su causa. El Karma solamente produce la manifestación de lo que ya existe; siendo acción tiene su operación en el tiempo, y del Karma puede por lo tanto decirse que es la misma acción desde otro punto del tiempo. Debe, más aún, ser evidente que no solamente hay una relación entre la causa y el efecto, sino que debe haber además una relación entre la causa y el individuo que experimenta el efecto.” (Artículo, "Karma")

Las ideas que mantenemos sobre nuestra propia naturaleza, acerca de la Deidad, sobre la ley y sobre la Naturaleza, determinan nuestras acciones y las causas que ponemos en movimiento. Están estacionadas en lo profundo de nosotros mismos y según llegan a la superficie, influyen en cada elección y acto nuestro.

Para comprender el Karma debemos entender que esta Ley no está fuera de nosotros, sino que es inherente a nuestra naturaleza más elevada. Desde cierto punto de vista, es esa voz siempre presente dentro de nosotros que habla por la justicia. Esto es el Karma.

 

POR QUÉ, ENTONCES, ¿VEMOS INJUSTICIA POR TODAS PARTES?

Bajo la ley del Karma no puede haber injusticia. Lo que vemos como injusticia nos parece así porque somos incapaces de ver la imagen completa, las causas que han producido los efectos que vemos o los efectos por venir de las causas que observamos.

En el libro de W.Q. Judge Un Epitome de la Teosofia él afirma

“…la existencia del mal, del sufrimiento y la pena… [es] un desesperado rompecabezas para el mero filántropo o teólogo. …

las desigualdades en condición social y privilegios, inteligencia y estupidez, cultura e ignorancia, virtud y vileza; la aparición de hombres con genio en familias desprovistas de él, además de otros hechos en conflicto con la ley de herencia; …todos esos problemas sólo tienen solución o bien por la teoría convencional del capricho Divino o bien por las doctrinas teosóficas del Karma y la Reencarnación. “

Cuando vemos, como ocurre a menudo, a un buen hombre sufriendo mucho en su vida, es porque en una vida anterior ha hecho cosas que ahora requieren ajuste. Citando al Sr. Judge de nuevo: “Y de manera similar, el hombre malvado que está libre de sufrimiento, feliz y próspero, lo es así porque en una existencia previa había sido tratado mal por sus semejantes o había experimentado mucho sufrimiento”. Ecos del Oriente

Pero cometeríamos un error si viéramos al Karma como únicamente un castigo y una recompensa. El funcionamiento de la ley es la más perfecta justicia, ya que nos trae, tarde o temprano, exactamente lo que nos merecemos, exactamente lo que hemos enviado hacia la vida. Pero va más allá de esto, en la medida en que nos trae esas experiencias, situaciones, encuentros que son lo mejor para nuestro aprendizaje y continuo avance espiritual a través de la evolución. Si podemos ver el Karma bajo esta luz, será una ley muy beneficiosa, nuestra mejor amiga.

Se ha dicho que los Maestros de la Sabiduría son Karma, ya que han llegado a la condición en la cual Ellos manifiestan esta armonía y justicia interior en todo lo que hacen. Aunque Ellos no simplemente se sientan cómodamente y dejan que la ley haga su trabajo de retribución y recompensa. Sus vidas están completamente dedicadas a ayudar a la humanidad, aunque no interfiriendo con la ley. (Hay una verdad divina aquí sobre la que profundizaremos más adelante). En el Bhagavad-Gita, Krishna, el Maestro Divino, afirma: “Yo me produzco entre las criaturas, ¡oh, hijo de Bharata!, cada vez que hay un descenso en la virtud y una insurrección de vicio e injusticia en el mundo; y por lo tanto yo me encarno de edad en edad para la preservación de los justos, la destrucción de los malvados, y el establecimiento de la justicia".

 

¿ES EL KARMA LO MISMO QUE EL DESTINO?

Esto, por supuesto, plantea la cuestión de si el hombre tiene o no en realidad libre albedrío. Pero para encontrar una respuesta a esta vieja pregunta primero tenemos que descartar la idea de que tiene que ser "sí" o "no", de que tiene que ser una cosa o la otra. La Teosofía dice que en realidad tiene que ser ambas. Bajo la ley del Karma estamos sujetos tanto al destino como al libre albedrío. Cada acto que hemos realizado en el pasado nos ha "predestinado" a recibir sus efectos en algún momento. Esto es de hecho el destino; pero es un destino de nuestra propia creación y de nuestra propia libre elección. Estamos constantemente tomando decisiones dado que el hombre es básicamente un elector. Y estamos así constantemente "destinándonos" a nosotros mismos a sentir los efectos de esas decisiones.

Por otro lado, en todo momento tenemos la opción de cómo vamos a encontrarnos con ese Karma. Podemos resentirnos y culpar a algún otro o a algo por ello, podemos tratar de evitarlo con la esperanza de que vaya a desaparecer, o podemos aceptarlo como algo que creamos y aprender una lección muy valiosa de él. Nosotros en todo momento tenemos la elección, incluso aunque a veces sea una pequeña, de cómo tomarlo y qué hacer a continuación. Tanto si somos conscientes como si no, tenemos una interdependencia con todos los seres, o "vidas" con los que nos dotan con nuestros instrumentos; cuerpos, cerebros, etc. Nosotros dependemos de ellos para todo nuestro contacto con la vida en este plano; y recíprocamente, ellos dependen de nosotros para su posterior evolución.

Tal y como los tratamos, creamos nuestras propias limitaciones o construimos aliados útiles para nuestro avance mutuo. Creamos esas condiciones en las que estamos "predestinados" a encarnar - los lugares, las asociaciones, así como las diversas capacidades. Un hábito nos pre-destina hasta que nos hacemos cargo de él y re-destinamos ese hábito. Incluso cuando parece que estamos completamente avocados a algún implacable destino, aún podemos ejercer nuestro poder para elegir y comenzar un rumbo que nos librará de esta situación que parece irresoluble.

Sobre esto, Robert Crosbie dice: “Si no nos gusta el "destino" que nos acontece, los efectos que nos rodean, las condiciones que nos engloban, todo lo que tenemos que hacer es poner en marcha un tipo de causas que producirán otros y más deseables efectos. Pero tenemos que hacerlo; nadie más puede hacerlo por nosotros. Nadie nos detiene. Nadie nos impulsa hacia adelante.... Cada uno de nosotros contiene dentro de sí mismo las mismas posibilidades que existen en cualquier lugar y en todas partes en el universo. Debemos ver que incluso ahora, por más obstaculizados que podamos estar como resultado de una acción equivocada en el pasado, no hemos perdido y nunca podemos perder nuestro poder para establecer otras y mejores causas en movimiento.” El filósofo amigo. RC

 

¿TIENEN LAS RAZAS Y NACIONES SU PROPIO KARMA?

El Karma de cualquier raza o nación es el resultado directo de los pensamientos y actos de los Egos que conforman esa raza o nación. Considerado desde el punto de vista de la interdependencia humana, debemos ver que el agregado de Karma individual se convierte en el de la nación a la que esos individuos pertenecen, y más allá, la agregación de todos los Karmas nacionales se convierte en el Karma del mundo. Las características que sustentan y forman la “personalidad” de una raza o nación se pueden remontar a las ideas o ideologías que forman las bases para pensar y actuar, ideas que demasiado a menudo no son cuestionadas sino "patrióticamente" defendidas.

El aforismo 29 afirma, "El Karma de una raza o Karma racial, influencia a cada individuo de esa raza por medio de la ley de la Distribución. El Karma nacional actúa en los miembros de una nación por acción de la misma ley, más concentrada…"

W.Q. Judge explica además en su artículo, "Karma": “Realmente, la ley de la economía es la que subyace en estos términos y los explica. Tomemos, por ejemplo, una nación con ciertas características especiales. Éstas son el plano de expansión para cualquier entidad cuyo mayor número de afinidades están en armonía con esas características. La entidad entrante, siguiendo la ley de la menor resistencia se encarna en esa nación, y todos los efectos kármicos, que siguen a tales características, se acumularán al individuo.”

En El Océano de la Teosofía se dice que la masa total de Egos seguirá encarnándose y reencarnándose juntos en una nación o raza en particular hasta que hayan resuelto las causas que han creado. La raza o nación puede, por sí misma, encarnarse con diferentes nombres y en diferentes localidades, pero la ley dicta que los Egos trabajen juntos para aclarar sus obligaciones mutuas, o mejor aún, sus mutuos malentendidos.

H.P.B. nos da otra visión sobre este mismo tema. “Es una ley oculta, además, que ningún hombre puede elevar a una forma superior sus fallos individuales, sin levantar, aunque sea muy poco, todo el cuerpo del cual él es una parte integral. Del mismo modo, nadie puede pecar, ni sufrir los efectos del pecado a solas. En realidad, no existe tal cosa como “separación”; y la mayor proximidad a ese estado egoísta que las leyes de la vida permiten, está en la intención o el motivo.” La Clave de la Teosofía.

 

¿CUÁNDO HACE EFECTO NUESTRO KARMA PASADO?

W.Q. Judge introduce la cuestión de que, "...El Karma es la continuación del acto, y para que cada línea particular de Karma se ejercite en sí, es necesario que se dé la base del acto que engendró ese Karma en el cual puede ser inherente y operar."

“En la vida de los mundos, razas, naciones e individuos, el Karma no puede actuar a menos que se haya provisto un instrumento apropiado y esté disponible para esa acción. Y hasta que ese instrumento apropiado se encuentre, el Karma relacionado con éste permanecerá en suspenso.” (Aforismos 14, 15)

“Mientras que un ser esté experimentando acción kármica en un instrumento apropiado, su otro Karma permanecerá en suspenso sin extinguirse por ningún otro ser o medio, sino que más bien permanecerá en reserva para su efecto futuro. Mientras tanto, el lapso de tiempo, durante el cual esta acción kármica no se siente ni disminuye su fuerza ni cambia su naturaleza.” (Aforismo 16)

Se puede haber creado Karma, en el sentido de que las causas se hayan puesto en marcha y otros hayan sentido los efectos, pero en un momento concreto puede que no estemos en una posición o condición en la cual poder tratar con él de manera beneficiosa. Una razón para esto es que otro Karma esté funcionando tan fuertemente, que mantiene esta reacción en suspenso para ser activada en algún otro momento. La Ley no sólo es justa, sino que es beneficiosa ya que proporciona la reacción kármica cuando el Ego está en la mejor posición posible para aprender del retorno de sus acciones.

"Lo apropiado de un instrumento para la operación del Karma, consiste en la exacta relación y nexo entre ese Karma y el cuerpo, la mente y la naturaleza intelectual y psíquica que ha adquirido el Ego para su uso durante una vida. Todo instrumento usado por cualquier Ego en una vida es apropiado para el Karma que opera a través de él." (Aforismos 17, 18)

 "El Karma puede ser de tres clases: (a) el que está activo en el presente y en esta vida por medio de instrumentos apropiados; (b) el que está siendo creado ahora, almacenado para agotarse en el futuro; (c) el karma acumulado en una vida o vidas anteriores y todavía inactivo porque lo impide el carácter inapropiado del instrumento que está en uso por el Ego, o lo impide la intensidad del Karma que opera en el presente." (Aforismo 22)

En otro leemos: "Pueden ocurrir cambios en el instrumento durante el curso de una vida para hacerlo apropiado a un nuevo tipo de Karma, y esto puede ocurrir de dos maneras: (a) por la intensidad de un pensamiento y el poder de un voto o juramento, o (b) por medio de cambios naturales debidos a la extinción de causas anteriores." (Aforismo 19)

Esto explica los casos de individuos que han sufrido repentinos cambios de fortuna adversos o mejoras en circunstancias tanto externas como internas. Aunque el viejo Karma debe resolverse y no puede ser detenido hasta que haya llegado a su fin, es sabio por nuestra parte pensar y actuar ahora, bajo las actuales circunstancias, no importa cuáles sean, sin producir causas malas o perjudiciales para nuestro próximo renacimiento o para los últimos años de esta vida.

 

¿QUÉ PARTE DE NOSOTROS SE VE AFECTADA POR EL KARMA?

Probablemente convendremos en que tiene sentido que el Karma, tanto bueno como no tan bueno, debería afectarnos en esa parte de nuestra naturaleza en la que pasamos la mayor parte del tiempo. El Karma no puede afectarnos donde no estamos. Se mantiene en suspenso hasta que estemos en una posición acorde con la naturaleza de la causa. El Karma no cambia, nosotros somos las variantes.

William Q. Judge explica: “Pero la acción tiene muchos planos a los que puede ser inherente. Está el plano físico, el cuerpo con sus sentidos y órganos; luego está el plano intelectual, la memoria, que enlaza las impresiones de los sentidos en un todo consecutivo y la razón que pone en ordenada disposición su almacén de hechos. Más allá del plano del intelecto está el plano de la emoción, el plano de preferencia de un objeto en lugar de otro: el cuarto principio del hombre. Estos tres, físico, intelectual y emocional, se ocupan por completo de los objetos de la percepción sensorial, y pueden llamarse el gran campo de batalla del Karma. También está el plano de la ética, el plano de la discriminación de: 'debo hacer esto, no debo hacer lo otro'. Este plano armoniza el intelecto y las emociones. Todos estos son los planos del Karma o acción: qué hacer y qué no hacer. Es la mente como base del deseo la que inicia la acción en los diversos planos, y es sólo a través de la mente como los efectos del reposo y la acción pueden ser recibidos.” Artículo “Karma

Dependiendo de nuestra comprensión de la naturaleza completa del hombre y del propósito de la vida, gastamos la mayor parte de la energía de toda una vida en uno o más de los planos mencionados antes - el físico, el mental, el emocional o el ético - y por tanto, establecemos un centro de atracción que traerá Karma a realizarse en este nivel. El Karma tiene que volver a nosotros  donde está nuestra atención y nuestra devoción. Si no fuera así, sería de poco valor en nuestra evolución. En todo momento, a lo largo de nuestras vidas, el Karma nos traerá los resultados deseables y no tan deseables de nuestras acciones pasadas donde estamos mentalmente "posicionados" en el momento.

 

¿PODEMOS HACER ALGO PARA CAMBIAR NUESTRO KARMA?

No podemos cambiar el Karma. Es una ley absoluta. Pero logrando cambios en nosotros mismos podemos alterar los efectos. El hombre siempre tiene una elección, y si no pudiera hacer algo acerca de su situación éste sería un mundo sin esperanza.

Sabemos por experiencia que cuando vienen malos momentos siempre tenemos una opción de cómo tomarlos, cómo reaccionar ante ellos. Podemos llorar y quejarnos o podemos sacar provecho de la situación y aprender la lección en cuestión. En un caso hemos sufrido un poco, perdido una oportunidad de oro para desarrollar fuerza, y probablemente enviado el Karma a visitarnos de nuevo en otro momento.

En el otro caso nos hemos separado a nosotros mismos de los hechos en la medida en que podemos aprender de lo que está sucediendo, viendo este Karma como la consecuencia lógica y legítima de una acción que nosotros pusimos en movimiento.

El apego en un plano u otro es la causa de nuestro sufrimiento. Nos permitimos apegarnos a las cosas de la vida que son transitorias y no permanentes, y sufrimos cuando la ley se las lleva. Todo vuelve a la mente. No podemos tener apego por cosas en las que no pensamos. Por lo tanto, para suavizar el dolor de lo que llamamos "mal karma", deberíamos fijar nuestros pensamientos en lo que está detrás de los efectos, las causas, los principios y lecciones involucradas y en el funcionamiento de la propia Ley. Aquí se da otra respuesta a esta pregunta:

"Las medidas tomadas por un Ego para reprimir tendencias, eliminar defectos, y para contrarrestar estableciendo causas diferentes, alterarán el impulso de una tendencia kármica y abreviarán su influencia en relación directa a la intensidad o debilidad de los esfuerzos hechos al llevar a cabo las medidas adoptadas." (Aforismo)

Robert Crosbie muestra cómo el karma fortalece la naturaleza del alma: “La única manera en la que podemos disminuir los efectos del mal Karma es tomar la actitud correcta ante él. Cuando vienen buenos tiempos, podemos sembrar buenas causas; cuando vienen malos tiempos, todavía podemos tratar de sembrar buenas causas, utilizando la oportunidad para ganar fuerza, coraje y comprensión de la vida. Parece que estamos siempre tratando de evitar el mal Karma, y obtener un buen karma para nosotros mismos, mientras que lo que deberíamos hacer es hacer uso de todo tal y como llega. De esta forma, pagamos nuestras deudas a un deudor que no podemos evitar, nosotros mismos. No ponemos esfuerzo en tratar de evitar cualquier cosa, sino que vamos directamente a trabajar en lo que está ante nosotros. Entonces el alma comienza a actuar, la voluntad comienza a actuar, y el poder de la voluntad se incrementa.” Answers to Questions on the Ocean of Theosophy

Ésta no sólo es la forma inteligente de actuar, sino la manera más práctica de hacer frente a lo que pensamos que es mal Karma.

 

¿QUÉ CONSTITUYE BUEN O MAL KARMA?

Por lo que hemos aprendido en la sección previa, podemos ver que en realidad no existe tal cosa como buen o mal Karma. Cualquier cosa que vuelve a nosotros debe ser esa situación, esa lección, que, para nosotros es la más ventajosa en ese momento particular.

Dado que es una acción de nuestra propia elección e invención volviendo frente a nosotros, a menudo nos presenta un problema que desearíamos poder dejar a un lado; pero también nos presenta una gran oportunidad y el desafío idóneo para que afloren la voluntad y la sabiduría que llevarán a superar este obstáculo "personal" que se interpone en el camino de nuestro progreso. Si no fuera por estos "obstáculos" nunca tendríamos razones para llamar a nuestra fuerza interior que es la raíz de nuestro ser.

Robert Crosbie afirma: “¿No es cierto que ahora podemos echar la vista atrás y sonreír ante cualquier cosa “mala” que nos haya ocurrido en el pasado? Nos pareció horrible en su momento, pero ha pasado, y podemos ver que de esas mismas cosas vino algo de ganancia, de fuerza y sabiduría. Bajo la ley nadie puede enfrentarse a un obstáculo que no es capaz de superar; el obstáculo no es más que una oportunidad para él de librarse de algún defecto que ahora posee. A menudo, justo las cosas que parecen más difíciles para nosotros prueban ser las más beneficiosas.” El Filósofo Amigo.

Creamos estas situaciones que vuelven a nosotros como lo que llamamos Karma desagradable porque hemos olvidado las leyes de la vida y las leyes de nuestra Naturaleza Interna. Cuando tomemos la posición del Alma - el Ego reencarnante - seremos capaces de tomar una actitud diferente y más constructiva hacia cada evento que nos llega; viéndolo no como un obstáculo, sino como un paso, que al ser escalado nos colocará en un territorio más elevado, con una visión más clara y un sentido de logro interior.

 

SI AYUDAMOS A OTROS ¿ES ESO INTERFERIR CON SU KARMA?

"Las causas kármicas que ya se han puesto en acción deben dejarse a su propio impulso hasta que se extingan. Sin embargo, esto no permite a ningún ser humano el negarse a ayudar, tanto a sus semejantes como a todo ser sensible." (Aforismo 12)

Esto nos pide tomar un punto de vista diferente sobre la pregunta. Debemos ver que ayudar y ser ayudado no es interferir, sino al contrario, es en realidad cumplir la ley. Esta es la forma en la que se supone que el hombre debe actuar, la manera en la que se produce la evolución Espiritual. Más allá de eso está la cuestión de si tenemos o no el poder de interferir con el Karma. Es una ley universal e inquebrantable.

En la vida no estamos inactivos ni por un momento, ni nunca verdaderamente solos. Estamos constantemente actuando en algún plano, incluso si es solo con el pensamiento; y nuestras acciones están con, a través o sobre otros seres de alguna forma. Esto conlleva una elección siempre presente – ¿ayudamos o impedimos? No podemos actuar, no podemos hacer nada en la vida sin afectar a otros seres de alguna forma por esas acciones. La creciente conciencia de la interdependencia de toda vida está finalmente trayendo a la humanidad una conciencia de responsabilidad de tratar a nuestros semejantes como hermanos en el mismo camino. La "rueda de la vida" se puede mantener girando en una de dos maneras, hacia adelante con acciones que ayudan, o hacia atrás con acciones que dificultan. La Ley nos da la opción.

El verdadero problema es, ¿cómo podemos realmente ayudar a otro? Muchas veces queremos ayudar y tratamos de ayudar, pero encontramos que hemos hecho más daño que bien. Al parecer, se necesita gran sabiduría para saber cómo ayudar a otro, y debido a esto tenemos la tentación de renunciar al esfuerzo. Pero una vez que entendemos algo de la verdadera naturaleza del hombre, podemos extraer algunas reglas para guiarnos. Tal vez sean algo como esto. Nuestro objetivo debería ser siempre ayudar a otros a ayudarse a sí mismos. Debemos ayudar siempre a aquellos que no pueden ayudarse a sí mismos. Y nunca deberíamos hacer el deber de otro, privándole así de una experiencia necesaria.

Si nos tomamos la molestia de pensar sobre la ayuda que nos es dada por los Grandes Maestros, los Maestros de la Sabiduría, encontraremos que en todos los casos Ellos siguen esta guía. Ellos nos traen las Leyes fundamentales de la Vida y nos recuerdan el hecho de nuestra naturaleza eterna y omnipotente, por lo tanto, nos dan los medios y el aliento para ayudarnos a nosotros mismos. Y más allá de eso, Ellos ofrecen una mano abierta siempre dispuesta a ayudarnos cuando quiera que tomemos el más pequeño paso en Su dirección, en la dirección de la Fraternidad Universal.

 

LECTURAS RECOMENDADAS

Una de las mejores Fuentes de información avanzada en el tema del Karma es el folleto Karma” que contiene no solamente la lista completa de los Aforismos del Karma, sino además diez artículos adicionales del Sr. Judge sobre diferentes aspectos del tema.

El Océano de la Teosofía le dará la enseñanza básica sobre el tema, y Answers to Questions on the Ocean of Theosophy contemplará y arrojará luz sobre muchas de las preguntas que usted pueda tener. Estos libros son utilizados de forma periódica como base para la Clase de Estudio. Hay un folleto de la ULT, el No. 6 sobre el “Karma” y otros artículos de W.Q. Judge.

Para más avanzadas y siempre interesantes visiones sobre el funcionamiento de la ley del Karma, puede interesarle leer lo que H.P.B dice sobre éste en varios lugares de La Clave de la Teosofía. Siempre es muy gratificante ir directamente a las fuentes originales (Ver en Biblioteca Online, enlace abajo)

 

LECTURA RECOMENDADA, de “Un Epítome de la Teosofía” por William Q. Judge

LA TEOSOFÍA, La Religión-Sabiduría, ha existido desde tiempo inmemorial. Nos ofrece una teoría de la naturaleza y de la vida que está fundada en los conocimientos adquiridos por los Sabios del pasado, especialmente aquellos del Oriente; y sus estudiantes más avanzados sostienen que este conocimiento no es imaginado ni es inferido, sino que es un conocimiento de hechos vistos y conocidos por aquellos que están dispuestos a cumplir con las condiciones requeridas para verlo y conocerlo.

Teosofía, significa conocimiento de o acerca de Dios (no en el sentido de un Dios personal antropomórfico, sino de esa sabiduría divina), y siendo el término "Dios" universalmente aceptado como incluyendo todo lo existente, lo conocido y lo desconocido, de ahí que la Teosofía debe significar sabiduría respecto al Absoluto; y puesto que el absoluto no tiene principio ni fin, esta sabiduría debe de haber existido siempre.

Por lo tanto, a la Teosofía se le llama a veces la Religión-Sabiduría porque desde tiempo inmemorial ha tenido conocimiento de todas las leyes que rigen en lo espiritual, lo moral y lo material.

La teoría que ofrece para explicar la naturaleza y la vida no ha sido formulada especulativamente y después probada ajustando hechos o forzando conclusiones, sino que es una solución al problema de la existencia, cósmica e individual, resultante del conocimiento obtenido por quienes han adquirido el poder de ver a través del velo con que la naturaleza oculta sus operaciones a la mente ordinaria. Tales Seres son llamados Sabios, usando el término en su más alto sentido. En estos últimos años han sido llamados Mahatmas y Adeptos.

En los tiempos antiguos eran llamados Rishis y Mahârishis, esta última palabra que significa Grandes Rishis.

No pretendemos decir que estos seres elevados, o Sabios, sólo han existido en el Oriente. Se sabe que han vivido en todas partes del globo, en obediencia a las leyes cíclicas que las que se hablará más tarde. Pero por lo que concierne al desarrollo actual de la raza humana en este planeta, se sabe que se encuentran ahora en Oriente, aunque en verdad puede ser que, en tiempos remotos, algunos de ellos hayan llegado desde las costas americanas.

Habiendo por necesidad varios grados entre los estudiantes de esa Religión-Sabiduría, es claro que los que pertenecen a los grados menores sólo pueden comunicar los conocimientos que corresponden a su grado, y que dependen, aun hasta cierto punto, para más información de los estudiantes aún más avanzados. De estos estudiantes superiores es de quienes se dice, que lo que saben no es cuestión de meras inferencias, sino que se relaciona con realidades vistas y conocidas por ellos. Algunos de ellos están en contacto con la Sociedad Teosófica, y sin embargo, están muy por encima de ella.

El poder de ver y conocer absolutamente tales leyes está rodeado por regulaciones inherentes, las cuales deben ser obedecidas como condiciones preliminares; por lo tanto, no es posible satisfacer las preguntas y las demandas del hombre de mundo que pide una explicación inmediata de esta sabiduría, puesto que no es posible que él la comprenda hasta que él cumpla las condiciones.

Como esta sabiduría trata de leyes, y estados de materia, y de modos de entender no soñados por el "práctico" mundo Occidental, sólo puede aprenderse poco a poco, a medida que el estudiante avanza en la tarea de demoler una a una las ideas falsas y preconcebidas que son debidas a teorías erróneas o incompletas.

Estos estudiantes superiores nos dicen que especialmente en el mundo Occidental, ha prevalecido por muchos siglos un método de razonar falso, que ha resultado en un hábito universal de la mente que hace tomar los efectos por causas, y mirar lo que es real como ilusorio, mientras que sitúan a lo ilusorio en el puesto de lo real y verdadero. Como un pequeño ejemplo, citaremos los fenómenos del mesmerismo y la clarividencia, que, hasta hace poco tiempo, ha negado la ciencia Occidental, a pesar de haber numerosas personas que, por evidencia introspectiva incontrovertible, saben de cierto la verdad de estos fenómenos, y, en algunos casos, comprenden su causa y su modo de ser. “Un Epítome de la Teosofía” WQJ

 

(Tema 2. La Doctrina del Karma. Curso de Teosofía Original. Versión 2023.

Este trabajo lo inició un Grupo de estudiantes de Teosofía Original en 2020, finalizado en 2023)

CURSO Y CLASES DE TEOSOFÍA

Biblioteca Online: Teosofía Original: BIBLIOTECA TEOSÓFICA ONLINE (teosofiaes.blogspot.com)

Web de Teosofia Original: Teosofía Original: LISTA DE ARTÍCULOS POR TEMAS (teosofiaes.blogspot.com)

 

 CURSO DE TEOSOFÍA ORIGINAL ONLINE, gratuito y en español

CONTENIDO DEL CURSO:

1.       Reencarnación
2.       Karma
3.       Los Maestros de Sabiduría, fuente de la Teosofía
4a.     La Mente y la Conciencia
4b.     La Mente Personal y Universal
5a.     El Cuerpo Astral
5b.     Los poderes del cuerpo astral
6.       Estados después de la muerte
7a.     El sueño y los sueños
7b.     Visiones y Meditación
8.       Ciclos
9a.     Evolución de la Mente y la Materia Cósmicas
9b.     Evolución de la Conciencia
10.     Leyes psíquicas


 

26 de enero de 2023

La Ley de Acción y Reacción

 La Ley de Acción y Reacción

Sol y lluvia

Este artículo, titulado "Karma", fue escrito por Julia Campbell Verplanck (más tarde Julia Keightley) y publicado por William Q. Judge en la edición de abril de 1891 de la revista teosófica estadounidense "The Path". La mayoría de los escritos de Julia estaban bajo el seudónimo masculino de Jasper Niemand y fue bajo este nombre que publicó su correspondencia recibida del Sr. Judge como el conocido libro "Cartas que me han ayudado".

~ * ~

La Ley del Karma, o Acción, es una de las principales enseñanzas de la filosofía oriental. Se afirma que es una Ley universal, que tiene su raíz o base en la exhalación (acción) y la inhalación (reacción) del Brahm, el Gran Aliento o Impulsor Invisible, de cuyo movimiento en la materia (sustancia) se desarrollan todas las cosas.

Hay una cosa que podemos predicar de la Acción; es decir, Re-acción. Este hecho indica el método del Karma. La Ley Kármica se manifiesta en o en varios planos de la vida, y difiere con ese plano en el que actúa. Newton expresó un modo de Karma en el plano físico cuando formuló la primera ley del Movimiento; a saber, "La acción y la reacción son iguales y opuestas en dirección". Los fisiólogos y psicólogos nos dicen que esta regla es válida en la emoción, y también en la acción y reacción nerviosas. La Biblia occidental expresa Karma para el plano moral cuando dice: "No os engañéis; Dios no es burlado. Lo que habéis sembrado, eso cosecharéis". Esta causalidad ética, esta reacción moral, esta conservación e inter-correlación de la energía mental, moral y psíquica, también es Karma.

Podemos imaginar que, cuando un hombre hace un acto egoísta o piensa un pensamiento egoísta, sale al mundo etérico rápido y sutil como una vibración específica, coloreada, por así decirlo, con su coloración mental y moral, llevando su sello, por así decirlo, en esa proporción vibratoria que es suya. Podemos imaginar que emite, una energía incansable, en ese éter que responde poderosamente al temblor de un pensamiento, y así afecta, nos dice la ciencia moderna, las estrellas lejanas con su palpitación dinámica. En los confines de un sistema, esta energía debe regresar, y así reacciona, naturalmente a lo largo de la línea de menor resistencia, a la esfera o base de la que emergió y que la atrae poderosamente, trayendo consigo todo lo que ha reunido en el curso de ese largo viaje, y teniendo efecto de múltiples maneras sobre el hacedor, el Creador, a quien ha regresado.

Tampoco este retorno se hace siempre en la misma breve vida humana. Por lo tanto, tenemos la reencarnación como el compañero o extensión del Karma. El alma es atraída de nuevo a la vida terrestre una y otra vez por el retorno o re-despertar de sus energías latentes, engendradas por sí mismas y sensibles a los planos materiales del ser. La única Sustancia, Akasha, Mulaprakriti, AEther – llámalo como quieras – aquella de la cual evolucionan todas las cosas, es, en virtud de su constitución atómica y leyes magnéticas, el gran Agente del Karma. A través de ella, todas las cosas y seres, en ella inmersos y por ella saturados, se convierten en instrumentos menores de la ley. El karma es, de hecho, Acción y Reacción, como hemos dicho. Todo lo que es, se ha hecho o se hará, ocurre en virtud de esta Ley de Causa y Efecto; toda Acción es el resultado de una Acción anterior. Su justicia es perfecta, su equilibrio inquebrantable. Establece que todas las cosas volverán a su fuente. En medio de una miríada de causas tangenciales, sus delicados ajustes y reajustes son infalibles, porque cada acción tiene su debido equilibrio y efecto.

Imagínese lo contrario del caso mencionado anteriormente, y conciba a un hombre desinteresado, actuando sólo por un sentido del deber, y de acuerdo con la tendencia progresiva de la Ley evolutiva. Como por su luz ve que la humanidad es una e inseparable, sus actos no tendrán coloración personal. No crean corrientes o discordias específicas auto-condensadas y contrarias en el medio etérico, sino que pasan al océano armonioso de la vida que nos rodea, en olas tan universales como la suya. Sin tener ninguna impresión personal, no tienen motivos para regresar a su esfera, que luego pulsa con la armonía circundante y se amplía en lo eterno.

Algunas personas dicen que el karma es "cruel", porque "castiga a aquellos que hacen el mal sin conocer esta Ley Kármica". Pero el karma no castiga. Eso es un discurso incorrecto y descuidado. ¿Cómo puede castigar la acción? La acción reacciona; Eso es todo. Una acción egoísta no puede reaccionar como una buena, como tampoco una semilla de manzana puede producir una higuera. Debemos esperar recibir de vuelta nuestra acción en especie. Cuando el niño inconsciente pone su mano en el fuego, no decimos que el fuego es cruel porque quema al niño. Reconocemos aquí la acción de una Ley del plano físico. Lo respetamos como tal. Pero el karma es igualmente una ley de muchos planos, y no puede ser sobornado o comprado más de lo que el fuego puede ser disuadido. El adulto quemado sufre más que el niño, porque su imaginación entra en el asunto. Así que el que a sabiendas hace un acto egoísta, desafiando el Karma, sufre, en su reacción, en los planos moral y mental; mientras que el que ha hecho el mal en la ignorancia del Karma, probablemente sólo tiene que soportar las formas inferiores de reacción.

Toda acción es Karma y causa nuevo Karma. Hechos de hombres y naciones; condiciones sociales; limitaciones mentales, alegría, tristeza, vida, muerte, salud, enfermedad, éxtasis y dolor; Todos son los efectos de la acción anterior, ya sea de hombres individuales, de naciones o de razas. Llevamos nuestra parte en el Karma nacional, y sufrimos, como unidades de esa nación, por actos no cometidos por nosotros mismos. Pero el karma, nuestras acciones pasadas, nos llevaron a ese lugar y nación, y a tales consecuencias, mientras que también en el Devacán hay una compensación para el individuo por tales pruebas que no ha merecido en su única capacidad individual.

Oímos hablar de "interferir con el karma", pero esto es absurdo, imposible. Si a uno se le concede penitencia o sufrimiento, a otro se le puede dar para aliviar ese sufrimiento. Puede ser tu Karma ser amenazado por consecuencias nefastas, y el mío para evitar esas consecuencias. El sufrimiento, también, es un medio de expansión y avance del alma, para que pueda ser "bueno" Karma, mientras que un lugar en medio de la facilidad terrenal y la inmunidad del dolor es a menudo contractivo y desastroso para el alma. Más desastrosa aún es la represión de la simpatía y la ayuda cuando se enfría por las facultades de razonamiento, que nos prohíben "sufrir con todo lo que vive". No podemos desviar la Ley Kármica. Puede ser retardada, pero regresa con interés compuesto.

La Ley es divina. No lo logramos. Sólo ponemos en movimiento causas que esta Ley preexistente de Acción y Reacción nos devuelve como efectos. Engendramos estas causas y, con respecto a ellas, ejercemos el libre albedrío, al menos hasta que las innumerables causas, reaccionando, embrutecen esa voluntad.

Sólo en la acción está el registro de todas las obras y pensamientos; su impresión en la Sustancia Única constituye el verdadero libro del Juicio. Así, el Karma es el único Juez legítimo. Sólo ella puede castigar y recompensar adecuadamente, porque sólo en ella hay pleno discernimiento. Así como el verdadero Amor consiste en la Justicia perfecta, imparcial para todos por igual, así es esta Ley de Amor universal. Sólo ella impulsa al alma, a través de la experiencia de la miseria del Ser, a expandirse hacia lo Desinteresado y lo Universal.

Sin embargo, hay un escape del karma. Es decir, convirtiéndose en ella. El deber hecho por sí mismo, independientemente de los resultados (porque solo el deber es nuestro; las consecuencias están en el Gran Brahm), actuando o absteniéndonos de actuar porque es correcto hacerlo, lo hacemos, por nuestra devoción interior, nos convertimos en uno con esa Ley obedecida por nosotros. Ya no somos sus instrumentos inconscientes, somos sus agentes conscientes, partes de sí mismo, oyentes y hacedores de su primer gran mandato.

"La inacción en un acto de misericordia se convierte en una acción en un pecado mortal". (La voz del silencio)

Traducido del blog de Teosofía Original, enlace: La Ley de Acción y Reacción – T H E O S O P H Y (blavatskytheosophy.com)

~ BlavatskyTheosophy.com ~

-CURSO DE TEOSOFÍA ORIGINAL, online y gratuito, en español. Enlace: Correspondence Theosophy Course | United Lodge of Theosophists, London, UK (theosophy-ult.org.uk)

-"CARTAS QUE ME HAN AYUDADO" WQJ, en PDF español. Enlace: Prefacio (teosofiauniversal.com)

Blavatsky: Sobre el Karma

 Blavatsky: Sobre el Karma


H.P. Blavatsky sobre la Ley del Karma

"Cada acción, buena o mala, es un padre prolífico, dice la Sabiduría de las Edades".

~ H.P. Blavatsky, La clave de la Teosofía, p. 141 ~

El siguiente es un extracto de la p. 197-217 de "La Clave de la Teosofía" por H.P. Blavatsky. Viene del undécimo capítulo o sección, titulado "SOBRE LOS MISTERIOS DE LA REENCARNACIÓN". Nos hemos tomado la libertad de poner algunas de las frases y declaraciones más importantes en negrita.

~ * ~

P. "¿Quieres decir, entonces, que todos hemos vivido en la tierra antes, en muchas encarnaciones pasadas, y seguiremos viviendo?"

R. "Sí. El ciclo de vida, o más bien el ciclo de la vida consciente, comienza con la separación del hombre-animal mortal en sexos, y terminará con el cierre de la última generación de hombres, en la séptima ronda y séptima raza de la humanidad. Teniendo en cuenta que solo estamos en la cuarta ronda y quinta raza, su duración es más fácil de imaginar que de expresar".

P. "¿Y seguimos encarnando en nuevas personalidades todo el tiempo?"

R. "Ciertamente; Porque este ciclo de vida o período de encarnación puede compararse mejor con la vida humana. Como cada una de estas vidas se compone de días de actividad separados por noches de sueño o inacción, así, en el ciclo de encarnación, una vida activa es seguida por un descanso devacánico.

P. "¿Y es esta sucesión de nacimientos la que generalmente se define como reencarnación?"

R. "Solo así. Es sólo a través de estos nacimientos que el progreso perpetuo de los incontables millones de Egos hacia la perfección final y el descanso final (tan largo como fue el período de actividad) puede ser alcanzado."

P. "¿Y qué es lo que regula la duración, o cualidades especiales de estas encarnaciones?"

R. "El karma, la ley universal de la justicia retributiva".

P. "¿Es una ley inteligente?"

R. "Para el materialista, que llama a la ley de periodicidad que regula la organización de los diversos cuerpos, y todas las demás leyes de la naturaleza, fuerzas ciegas y leyes mecánicas, sin duda el karma sería una ley del azar y nada más. Para nosotros, ningún adjetivo o calificación podría describir lo que es impersonal y no entidad, sino una ley operativa universal. Si me preguntas sobre la inteligencia causal en él, debo responderte que no lo sé. Pero si me pides que defina sus efectos y te diga cuáles son en nuestra creencia, puedo decir que la experiencia de miles de edades nos ha demostrado que son absoluta e infalible equidad, sabiduría e inteligencia. Porque el karma en sus efectos es un corrector infalible de la injusticia humana y de todos los fracasos de la naturaleza; un severo ajustador de los errores; una ley retributiva que recompensa y castiga con igual imparcialidad. No es, en el sentido más estricto, "sin distinción de personas", aunque, por otro lado, no puede ser propiciado, ni dejado de lado por la oración. Esta es una creencia común a los hindúes y budistas, que creen en el karma.

P. "En esto, los dogmas cristianos contradicen ambos, y dudo que algún cristiano acepte la enseñanza".

R. "No; e Inman dio la razón de ello hace muchos años. Como él dice, mientras que "los cristianos aceptarán cualquier tontería, si es promulgada por la Iglesia como una cuestión de fe ... los budistas sostienen que nada que sea contradicho por la sana razón puede ser una verdadera doctrina de Buda". No creen en ningún perdón por sus pecados, excepto después de un castigo adecuado y justo por cada acto o pensamiento malo en una encarnación futura, y una compensación proporcional a las partes lesionadas".

P. "¿Dónde está tan dicho?"

R. "En la mayoría de sus obras sagradas. En la "Rueda de la Ley" (p. 57) usted puede encontrar el siguiente principio teosófico: "Los budistas creen que cada acto, palabra o pensamiento tiene su consecuencia, que aparecerá tarde o temprano en el estado presente o futuro. Los actos malos producirán malas consecuencias, los buenos actos producirán buenas consecuencias: prosperidad en este mundo, o nacimiento en el cielo (Devachan) ... en el estado futuro".

P. "Los cristianos creen lo mismo, ¿no?"

R. "Oh, no; Ellos creen en el perdón y la remisión de todos los pecados. Se les promete que si sólo creen en la sangre de Cristo (¡una víctima inocente!), en la sangre ofrecida por Él para la expiación de los pecados de toda la humanidad, expiará cada pecado mortal. Y no creemos ni en la expiación vicaria, ni en la posibilidad de la remisión del pecado más pequeño por ningún dios, ni siquiera por un "Absoluto personal" o "Infinito", si tal cosa pudiera tener alguna existencia. En lo que creemos es en la justicia estricta e imparcial. Nuestra idea de la desconocida Deidad Universal, representada por el Karma, es que es un Poder que no puede fallar, y puede, por lo tanto, no tener ira ni misericordia, sólo Equidad absoluta, que deja toda causa, grande o pequeña, para resolver sus efectos inevitables. El dicho de Jesús: "Con qué medida te lo midáis de nuevo" (Mateo vii., 2), ni por expresión ni por implicación apunta a ninguna esperanza de misericordia futura o salvación por poder. Por eso, reconociendo como lo hacemos en nuestra filosofía la justicia de esta declaración, no podemos recomendar con demasiada fuerza la misericordia, la caridad y el perdón de las ofensas mutuas. No resistir el mal, y hacer bien por mal, son preceptos budistas, y fueron predicados por primera vez en vista de la implacabilidad de la ley kármica. Que el hombre tome la ley en sus propias manos es de todos modos una presunción sacrílega. El derecho humano puede utilizar medidas restrictivas y no punitivas; pero un hombre que, creyendo en el Karma, todavía se venga a sí mismo y se niega a perdonar cada daño, dando así bien por mal, es un criminal y sólo se lastima a sí mismo. Como el Karma seguramente castigará al hombre que lo perjudicó, tratando de infligir un castigo adicional a su enemigo, él, que en lugar de dejar ese castigo a la gran Ley le agrega su propio ácaro, solo engendra así una causa para la recompensa futura de su propio enemigo y un castigo futuro para sí mismo. El Regulador infalible afecta en cada encarnación la calidad de su sucesor; y la suma del mérito o demérito en las anteriores lo determina.

P. "¿Debemos entonces inferir el pasado de un hombre de su presente?"

R. "Sólo hasta el punto de creer que su vida presente es lo que justamente debería ser, para expiar los pecados de la vida pasada. Por supuesto, excepto los videntes y los grandes adeptos, no podemos como mortales promedio saber cuáles fueron esos pecados. A partir de nuestra escasez de datos, es imposible para nosotros siquiera determinar cuál debe haber sido la juventud de un anciano; Tampoco podemos, por razones similares, sacar conclusiones finales simplemente de lo que vemos en la vida de algún hombre, en cuanto a lo que pudo haber sido su vida pasada".

P. "¿Pero qué es el karma?"

R. Como he dicho, la consideramos como la Ley Última del Universo, la fuente, origen y fuente de todas las demás leyes que existen en toda la Naturaleza. El karma es la ley infalible que ajusta el efecto a la causa, en los planos físico, mental y espiritual del ser. Como ninguna causa permanece sin su debido efecto de mayor a menor, desde una perturbación cósmica hasta el movimiento de tu mano, y como lo semejante produce semejante, el Karma es esa ley invisible y desconocida que ajusta sabia, inteligente y equitativamente cada efecto a su causa, rastreando este último hasta su productor. Aunque en sí mismo es incognoscible, su acción es perceptible".

P. "¿Entonces es el "Absoluto", lo "Incognoscible" de nuevo, y no es de mucho valor como explicación de los problemas de la vida?"

R. "Al contrario. Porque, aunque no sabemos qué es el karma per se, y en su esencia,  sabemos cómo funciona, y podemos definir y describir su modo de acción con precisión. Sólo que no conocemos su Causa última, así como la filosofía moderna admite universalmente que la Causa última de cualquier cosa es "incognoscible".

P. "Bueno, entonces, dime en general cómo describes esta ley del Karma?"

R. "Describimos el karma como esa ley de reajuste que siempre tiende a restaurar el equilibrio perturbado en el mundo físico y la armonía rota en el mundo moral. Decimos que el Karma no actúa de esta o aquella manera particular siempre; pero que siempre actúa para restaurar la Armonía y preservar el equilibrio del equilibrio, en virtud del cual existe el Universo".

P. "Dame una ilustración".

R. "Más adelante te daré una ilustración completa. Piensa ahora en un estanque. Una piedra cae al agua y crea olas perturbadoras. Estas ondas oscilan hacia atrás y hacia adelante hasta que finalmente, debido a la operación de lo que los físicos llaman la ley de la disipación de energía, se detienen y el agua vuelve a su condición de calma tranquila. Del mismo modo, toda acción, en cada plano, produce perturbación en la armonía equilibrada del Universo, y las vibraciones así producidas continuarán rodando hacia atrás y hacia adelante, si su área es limitada, hasta que se restablezca el equilibrio. Pero dado que cada una de estas perturbaciones comienza desde algún punto particular, está claro que el equilibrio y la armonía sólo pueden ser restaurados por la convergencia a ese mismo punto de todas las fuerzas que se pusieron en movimiento desde él. Y aquí tienes pruebas de que las consecuencias de los actos, pensamientos, etc. de un hombre deben reaccionar sobre sí mismo con la misma fuerza con la que fueron puestas en marcha".

P. "Pero no veo nada de carácter moral en esta ley. Me parece la simple ley física de que la acción y la reacción son iguales y opuestas".

R. "No me sorprende oírte decir eso. Los europeos han adquirido tanto el hábito arraigado de considerar el bien y el mal, como asuntos de un código arbitrario de ley establecido por los hombres o impuesto por un Dios Personal. Nosotros, los teósofos, sin embargo, decimos que "Bien" y "Armonía", y "Mal" y "Des-armonía", son sinónimos. Además, sostenemos que todo dolor y sufrimiento son el resultado de la falta de armonía, y que la única causa terrible de la perturbación de la armonía es el egoísmo de una forma u otra. Por lo tanto, el karma devuelve a cada hombre las consecuencias reales de sus propias acciones, sin tener en cuenta su carácter moral; Pero como recibe lo que le corresponde por todos, es obvio que se le hará expiar todos los sufrimientos que ha causado, así como cosechará con alegría los frutos de toda la felicidad y armonía que había ayudado a producir.

"Y ahora te aconsejo que compares nuestros puntos de vista teosóficos sobre el Karma, la ley de la Retribución, y digas si no son más filosóficos y justos que este dogma cruel e idiota que hace de "Dios" un demonio sin sentido; ¡El principio, a saber, que los "elegidos solamente" serán salvos, y el resto condenado a la perdición eterna!"

P. "Sí, entiendo lo que quieres decir en general; pero me gustaría que pudieras dar algún ejemplo concreto de la acción del Karma?"

R. "Eso no puedo hacer. Solo podemos sentirnos seguros, como dije antes, de que nuestras vidas y circunstancias actuales son el resultado directo de nuestras propias acciones y pensamientos en vidas pasadas. Pero nosotros, que no somos Videntes ni Iniciados, no podemos saber nada acerca de los detalles del funcionamiento de la ley del Karma."

P. "¿Puede alguien, incluso un Adepto o Vidente, seguir este proceso kármico de reajuste en detalle?"

R. "Ciertamente: "Los que saben" pueden hacerlo mediante el ejercicio de poderes que están latentes incluso en todos los hombres".

P. "¿Esto se aplica tanto a nosotros mismos como a los demás?"

R. "Igualmente. Como acabamos de decir, la misma visión limitada existe para todos, excepto para aquellos que han alcanzado en la encarnación actual el apogeo de la visión espiritual y la clarividencia. Sólo podemos percibir que, si las cosas con nosotros hubieran sido diferentes, habrían sido diferentes; que somos lo que hemos hecho nosotros mismos, y sólo tenemos lo que hemos ganado para nosotros mismos".

P. "Me temo que tal concepción solo nos amargaría".

R. "Creo que es precisamente al revés. Es la incredulidad en la justa ley de la retribución lo que es más probable que despierte cada sentimiento combativo en el hombre. Un niño, tanto como un hombre, resiente un castigo, o incluso una reprensión que cree que es inmerecida, mucho más que un castigo más severo, si siente que es merecido. La creencia en el karma es la razón más alta para la reconciliación con la suerte de uno en esta vida, y el incentivo más fuerte hacia el esfuerzo para mejorar el renacimiento sucesivo. Ambos, de hecho, serían destruidos si supusiéramos que nuestra suerte era el resultado de cualquier cosa que no fuera una Ley estricta, o que el destino estaba en cualquier otra mano que no fuera la nuestra".

P. "Usted acaba de afirmar que este sistema de Reencarnación bajo la ley kármica se encomendó a la razón, la justicia y el sentido moral. Pero, si es así, ¿no es un sacrificio de las cualidades más suaves de simpatía y piedad, y por lo tanto un endurecimiento de los instintos más finos de la naturaleza humana?

R. "Solo aparentemente, no realmente. Ningún hombre puede recibir más o menos que sus desiertos sin una correspondiente injusticia o parcialidad hacia los demás; y una ley que pudiera evitarse a través de la compasión traería más miseria de la que salvó, más irritación y maldiciones que agradecimiento. Recuerde también que no administramos la ley, si creamos causas para sus efectos; se administra a sí misma; y de nuevo, que la provisión más copiosa para la manifestación de justa compasión y misericordia se muestra en el estado de Devacán".

P. "Usted habla de los Adeptos como una excepción a la regla de nuestra ignorancia general. ¿Realmente saben más que nosotros de la Reencarnación y después de los estados?"

R. "Lo hacen, de hecho, por el entrenamiento de facultades que todos poseemos, pero que sólo ellos han desarrollado a la perfección, han entrado en espíritu en estos diversos planos y estados que hemos estado discutiendo. Durante largas edades, una generación de Adeptos tras otra ha estudiado los misterios del ser, de la vida, la muerte y el renacimiento, y todos han enseñado a su vez algunos de los hechos así aprendidos.

~ * ~

La Ley del Karma es un tema extremadamente vasto y sutil, aunque uno de los más importantes de todos. Recomendamos leer "La Clave de la Teosofía" en su totalidad para descubrir y comprender más, junto con todo el resto de los escritos de HPB, ya que ella habla en todas partes sobre el Karma, incluyendo dos secciones muy importantes en "La Doctrina Secreta", a saber, Vol. 1, p. 634-647, y Vol. 2, p. 302-306. Es útil tener en cuenta que cuando ella lo llama la "Ley de la Retribución" no se está refiriendo a ningún tipo de "retribución divina" como la que se enseña en el cristianismo, sino que está usando "retribución" en su sentido verdadero y literal de significar "re-pago", que puede ser malo o bueno, dependiendo de la naturaleza de las causas que se han puesto en marcha. el tipo de semilla que se ha sembrado.


Traducido al español del Blog de Teosofía Original, ~ BlavatskyTheosophy.com ~

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