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20 de agosto de 2024

Tema 9B. Evolución de la Conciencia.

 Tema 9B. Evolución de la Conciencia.


LA DIFERENCIACIÓN DE LA MATERIA-CONCIENCIA


Es en el Globo D, el plano más bajo de la materia-conciencia, donde la Humanidad se vuelve autoconsciente, esto es en el «encendido de Manas» que comienza en el punto medio de la Tercera Raza de nuestra Tierra, el Globo D, cuando la mente humana naciente es despertada por los Kumaras entrantes, los Manasaputras, que tienen ambos elementos de conciencia eterna derivados de la Amina Mundi (la Mente Cósmica) y que sin embargo, son también la aglomeración de innumerables manvantaras de experiencia individual.

Sobre la cuestión de esta relación entre la conciencia cósmica y la humana, William Judge aclaró cómo podemos sintonizar nuestra conciencia humana con los tres planos planos superiores de la conciencia cósmica. En relación con el diagrama de la página 200 de La Doctrina Secreta, Vol. 1 (que estudiamos en el Tema 9A anterior), escribió:


«Porque la sintonización de nuestros tres estados superiores de conciencia (humana) con los tres PLANOS superiores es posible, aunque el logro de esos planos es imposible para la conciencia humana ordinaria.


Hay que intentar entrar en armonía en nosotros mismos  con esos planos, para que las potencialidades se activen y para el desarrollo de nuevas facultades.»Pistas ocultas en la Doctrina Secreta, por W. Q. Judge


Lo que significa «entrar en armonía en nosotros mismos con esos planos» es algo que hay que considerar cuidadosamente. ¿No se trata de volverse más universal, más abierto y más comprensivo con todos los reinos de la vida? Con el humano, el animal, la planta y los elementos y también con cualquier forma de vida que podamos encontrar algún día en el Cosmos, que se dice que está lleno de vida, pero no como la podemos conocer o percibir.


Se sostiene como una verdad que desde el punto de vista de la más alta metafísica somos Uno con toda la Vida, y podemos cultivar ese sentimiento de Unidad a través de la realización de nuestros deberes humanos, dando servicio, a través de la caridad, a través de la conciencia, mediante la purificación de nuestra naturaleza inferior del elemento egoísta, y eliminando ese ilusorio «sentido de separación» que nos hace parecer superficialmente ajenos a los demás.


Esta es la enseñanza de que el Ego interior de cada hombre es un ser Divino, siempre vivo y presente en su esfera, aunque esté parcialmente oscurecido. Es famosa la alegoría del Mundaka Upanishad – y en otros lugares como los antiguos himnos del Rig Veda – por dos pájaros sentados en las ramas superior e inferior de un mismo árbol; el inferior está inmerso en las bayas y distraído por ellas (lo que representa que estamos cautivados por los sentidos físicos) mientras que el más alto está sentado tranquilamente, observando todas las cosas, y es paciente y sabio.

La antigua imagen alegórica de los dos pájaros nos habla poderosamente de las dos naturalezas del hombre: la eterna serena y la personal.


Aunque los dos pájaros son muy diferentes en carácter y perspectiva, en la alegoría permanecen unidos como amigos inseparables.

La idea que se da es que aprendamos a vivir con atención como el Yo superior (Buddhi-Manas), que puede ser percibido como una presencia superior dentro de nosotros, tranquila incluso en medio del clamor de la vida encarnada.

LOS CICLOS DE PRALAYA Y MANVANTARA


Vemos en toda la Naturaleza una alternancia rítmica, vigilia y sueño, día y noche, actividad y descanso, vida y muerte. Para nosotros la existencia tiene su día de actividad despierta, su noche de descanso durmiente; la vida universal  fluye hacia el universo de la forma, refluye hacia la Nada en la Nada sin forma, que aunque no es una Cosa per se, tampoco es un cero. En la cíclica exhalación e inhalación, la Vida Única es eterna, invisible, pero omnipresente, tal como sabemos que la materia puede ser transmutada en energía y desaparecer… pero esto es sólo aparente, es simplemente el movimiento inquieto del universo trasladando su energía a otro plano.


Los períodos de tal actividad se llaman Manvantaras; los periodos de descanso al final de los mismos se llaman Pralayas; y éstos se suceden en una sucesión interminable hasta el final del gran ciclo, el maha-Pralaya.


Ahora bien, durante el gran ciclo, que tiene una duración astronómicamente larga, de 15 dígitos en años solares, hay muchos de estos «amaneceres» manvantáricos más pequeños – esencialmente sólo diferenciaciones de la energía de la antigua conciencia que vuelve a tomar formas materiales – que marcan el comienzo de un día manvantárico. Cada día continúa hasta que ese ciclo  se completa con la noche de su pralaya. A este respecto, la Doctrina Secreta ofrece este comentario conciso de la apertura de un ciclo manvantárico:


«El impulso manvantárico comienza con el despertar de la Ideación Cósmica (la «Mente Universal») simultáneamente y paralelamente al surgimiento primario de la Sustancia Cósmica… desde su estado praláyico indiferenciado. Entonces, la sabiduría absoluta se refleja en su Ideación; que …. resulta en Energía Cósmica (Fohat) …. Fohat lo impulsa a la actividad, y guía sus diferenciaciones primarias en todos los Siete planos de Conciencia Cósmica.»(DS.1:328 versión inglesa)


Ahora bien, ¿qué es lo que realmente dice esto? Es que la Sustancia Cósmica surge como el vehículo material, vehículo para la ideación puramente espiritual y no material de la «Mente Universal».


En el Océano de Teosofía, W. Q. Judge lleva esto un paso más allá al afirmar:


«El universo evoluciona a partir de lo desconocido… en siete planos o en siete formas o métodos en todos los mundos, y esta séptima diferenciación hace que todos los mundos del universo y los seres en ellos tengan una constitución septenaria….

Nuestro conocimiento comienza con la diferenciación, y todos los objetos manifestados, seres o poderes son sólo diferenciaciones del Gran Desconocido…. La primera diferenciación – hablando metafísicamente en cuanto al tiempo – es el (meta-) Espíritu, con el que aparecen la Materia y la Mente.

La Mente es la parte inteligente del Cosmos, y en el conjunto de las siete diferenciaciones … La Mente es aquello en lo que se fija o contiene el plan del Cosmos.

…. Dondequiera que un mundo o un sistema de mundos esté evolucionando, allí el plan ha sido establecido en la mente universal; la fuerza original proviene del espíritu; la base es la materia que de hecho es invisible. La vida sostiene todas las formas que requieren vida.» El Océano de la Teosofía, W.Q.Judge.


COMPRENDER LAS RONDAS Y LAS RAZAS


Hemos visto en el anterior Tema 9A, que nosotros (la «Ola de Vida» de la humanidad) estamos en proceso de pasar por una serie de siete experiencias progresivas conocidas como Rondas, cada Ronda se divide en siete Razas y cada Raza se divide en siete sub-Razas. Con un pequeño cálculo podemos llegar a un número casi infinito de combinaciones. Una vez que percibimos que cada Ronda, cada Raza y cada subraza tiene sus características especiales, correspondientes a la séptima naturaleza del hombre, empezaremos a ver el significado de las diversas combinaciones y sus condiciones únicas resultantes, necesarias para nuestro desarrollo evolutivo, para nuestra educación. El propósito de la vida es aprender y crecer en amor, belleza, inteligencia y sabiduría.

Todo es aprendizaje y la variedad de experiencias en cada uno de estos siete estados ofrece la mejor y más noble escuela para las Almas en evolución. Esto es lo que entendemos que es el plan que los Dhyanis o inteligencias planetarias y cósmicas (pero impersonales) están trabajando.


Desde otro punto de vista, el Océano de Teosofía ofrece esta explicación:


«Siguiendo el plan general esbozado en las páginas precedentes, la Tierra es séptuple. Es una entidad y no un simple trozo de materia bruta. Y siendo, por tanto, una entidad de naturaleza septenaria debe haber otros seis globos que ruedan con ella en el espacio. Esta compañía de siete globos se ha llamado la «Cadena de la Tierra», la «Cadena Planetaria». … La Tierra es uno de los siete globos sólo con respecto a la conciencia del hombre, porque cuando funciona en uno de los siete, lo percibe como un globo distinto y no ve los otros seis. Esto está en perfecta correspondencia con el hombre mismo que tiene seis constituyentes, de los cuales sólo el cuerpo grueso es visible para él, porque ahora está funcionando en la Tierra – o el cuarto globo – y su cuerpo representa la Tierra. El conjunto de los siete «globos» constituye una sola masa o gran globo y todos se interpenetran entre sí.»


Por comodidad, estos siete globos han sido llamados en el Diagrama A hasta la G. diagrama de la A a la G. El impulso evolutivo u onda vital comienza en el globo A y, tras un largo período de desarrollo allí, está listo para la experiencia en una condición diferente de la materia, el Globo B, y así la Onda Vital procede a través de los siete, experimentando la materia más densa en el Globo D y luego el refinamiento gradual hasta el Globo G. Después hay una suspensión de la actividad o pralaya, antes de continuar. Esta travesía de los siete Globos constituye una Ronda, y siete Rondas constituyen un Ciclo Planetario o Manvantara que es seguido por un Pralaya Planetario.


Para dar la variedad de experiencia de la que se ha hablado antes, cada globo ofrece su peculiar ambiente para el desarrollo de siete razas, sentidos, facultades y poderes apropiados a ese estado de la materia. Como se dice en el Océano de la Teosofía:


«La Ronda es un círculo de los siete centros de conciencia planetaria; la Raza el desarrollo racial en uno de esos siete. Hay siete razas para cada globo, pero el total de cuarenta y nueve razas sólo constituye siete grandes razas, la especial de razas en cada globo o centro planetario componiendo en realidad una raza de siete constituyentes o peculiaridades especiales de función y poder.»


Con respecto a la visión teosófica de la humanidad vista como una ola vital entrante de almas o inteligencias que habitan periódicamente una serie de planetas que crecen en conciencia e inteligencia, volvamos brevemente a lo dicho en el Tema 9A sobre las teorías de la evolución.


La primera fue la teoría religiosa de la «creación», que propone un único ser antropomórfico que crea el mundo y la humanidad. Aunque parece estar relacionada con la visión teosófica, este dios es muy diferente a la jerarquía de Dhyanis y Cosmocratores, la serie casi interminable de seres y fuerzas vivientes inteligentes, algo parecido a los ángeles cristianos, pero a cuya cabeza no está Dios, sino la Ley eterna.


La segunda teoría de la evolución es la darwiniana, basada en observaciones de antropólogos, pero que atribuye el cambio evolutivo a ciertas mutaciones  aleatorias en el ADN, de las cuales las mejores adaptadas o más aptas son promovidas por delante del resto por la selección natural.

La ciencia propone que estas mutaciones surgen espontáneamente «debido a la inestabilidad química», «a errores durante la replicación del ADN» o a la luz solar ultravioleta, todo lo cual crean células mutantes.


Pero esta filosofía no considera que seamos accidentes aleatorios de la biología que han evolucionado a partir de los simios, ya que es pedir demasiado al azar sugerir que el verdadero progreso se deba únicamente a accidentes o mutaciones. La Teosofía presenta la filosofía totalmente elaborada y coherente que atribuye el progreso a un plan, a los impulsos de las jerarquías de las fuerzas inteligentes (conservadas de las evoluciones anteriores) que actúan bajo la Ley.


Porque tenemos poca base para considerar que somos la primera y única forma de vida que ha existido en el espacio infinito; o que si otros han sido anteriores a nosotros entonces todo lo que ellos  lograron y aprendieron se ha perdido. Esto no sólo es muy materialista, sino también pesimista.


En cambio, así es como se describe nuestra relación entre las fuerzas cósmicas de los inteligentes y la Ley:

«… [como] las formas etéreas de los primeros Hombres se proyectan primero en siete zonas por siete centros Dhyan-Chohani de Fuerza, así hay centros de poder creador para cada RAÍZ o especie madre de la multitud de formas de vida vegetal y animal.

Tampoco se trata de una «creación especial», ni de un «diseño», excepto en el «plan básico» general elaborado por el «general elaborado por la ley universal. Pero ciertamente hay «diseñadores» aunque éstos no son ni omnipotentes ni omniscientes en el sentido absoluto del término.


Son simplemente Constructores, o Masones, que trabajan bajo el impulso que les da el siempre desconocido (en nuestro plano) Maestro Masón: la VIDA y la Ley Únicas. Perteneciendo a esta esfera, no tienen ninguna mano ni posibilidad de trabajar en ninguna otra, durante el presente Manvantara, en todo caso.


Que trabajen en ciclos y en una escala estrictamente geométrica y matemática de progresión, es lo que demuestran ampliamente las especies animales extinguidas; que actúan por designio en los detalles de las vidas menores (de las cuestiones laterales de los animales, etc.) es lo que la historia natural tiene pruebas suficientes. En la creación de nuevas especies, apartándose a veces muy ampliamente de la estirpe parental… son los «diseñadores» quienes dirigen la nueva evolución añadiendo o privando a las especies de ciertos apéndices, necesarios o que se vuelven inútiles en los nuevos entornos». DS 2:732


Esta es la vieja idea de la Mente Universal o Amina Mundi que la nueva teoría del Panpsiquismo está empezando a investigar ahora; es que toda la naturaleza es consciente. Aunque el Panpsiquismo tiene sus defectos, es un bienvenido alejamiento del materialismo descarado, cuyo gran escollo es que prohíbe a la naturaleza acumular conciencia al limitarla a los cerebros vivos descartando cualquier forma de continuidad de la inteligencia o experiencia acumulada después de la muerte. La antigua Sabiduría de los Tiempos – que abarca todas las las tradiciones del mundo – apuntan a una Naturaleza espiritual que trabaja de forma inteligente y constante, para que el alma del hombre pueda vivir eternamente en otros estados mentales superiores.


¿DÓNDE ESTAMOS AHORA EN ESTE ESQUEMA DE EVOLUCIÓN?


Para llevar esta diversidad de experiencias más allá, se enseña que para cada raza hay subrazas y para cada subraza hay siete razas familiares que ofrecen la posibilidad  de una experiencia casi infinita. Se dice que ahora estamos en la cuarta ronda, en el cuarto Globo, en la quinta raíz-raza y quinta subraza (4-4-5-5). Ahora bien, utilizando las correspondencias sabemos que el quinto plano corresponde a Manas o la mente, y que el cuarto corresponde a Kama o el deseo. Por lo tanto, podemos deducir que nuestra experiencia actual es una actividad mental, intelectual, racional, basada en el deseo.


Y recordando que los ciclos se superponen, podemos aceptar la idea de que en el mundo hay restos  de razas y subrazas . Estas se encuentran en en diversos estados de desintegración y algunas se han extinguido por completo dentro de nuestra memoria histórica. En el futuro podemos entender que hay precursores de nuevas razas y subrazas que aparecen entre nosotros.

Este punto es expuesto por W. Q. Judge en el Océano de Teosofía:


«Como ilustración de esto, se enseña claramente  que en las Américas va a surgir una nueva sexta raza; y aquí todas  las razas de la tierra están ahora en una gran amalgama de la que resultará una subraza muy desarrollada, después de la cual otras evolucionarán por procesos similares hasta que se complete una  nueva.»

Pero la pregunta sigue siendo:


¿CÓMO HA LLEGADO EL HOMBRE A SER LO QUE ES HOY?


Para responder a esta pregunta tenemos que rastrear el desarrollo de tres «esquemas» distintos y su eventual unión para formar lo que conocemos como el hombre consciente y pensante. La base de toda evolución es el desarrollo gradual del potencial monádico. Su viaje evolutivo va de lo espiritual a la materia en todas sus condensaciones y condicionamientos, y de ahí al estado espiritual de nuevo – más la cosecha de la experiencia adquirida durante el proceso. Esto se expresa en el segundo esquema, la evolución de la forma, una evolución que comenzó en las primeras Rondas, construyendo sobre patrones traídos de anteriores «tierras».


Como individuos heredamos de nosotros mismos, nos encontramos con cuerpos, cerebros y tendencias que siguen el patrón  de los que nos hemos ganado en encarnaciones anteriores, así la humanidad en su conjunto hereda de sí misma, encontrándose en formas y capacidades que representan lo más alto que pudimos desarrollar al final del Manvantara anterior. Y como la evolución temprana y el desarrollo de nuestro vehículo individual es en gran medida automática (con la ayuda de nuestros padres), la evolución temprana de la forma en nuestro planeta fue llevada a cabo por las fuerzas de la Naturaleza con la ayuda de nuestros padres Espirituales cuya tarea era reproducir una forma ligeramente mejor que la que habíamos dejado, para nuestra continua evolución.


El Océano de la Teosofía, de W. Q. Judge, nos lo explica:

«Este es el punto en el que la ayuda inteligente y la interferencia de una mente o masa de mentes es absolutamente necesaria. Tal ayuda e interferencia fue y es el hecho, porque la naturaleza, sin ayuda, no puede hacer el trabajo bien. Pero no quiero decir que Dios o un ángel interfiera y ayude. Es el hombre quien lo hace. No el hombre de hoy, débil e ignorante como es, sino las grandes almas, los hombres altos y santos de inmenso poder, conocimiento y sabiduría.»

En este punto debemos introducir el tercer aspecto o esquema de la evolución, el del hombre mismo, el hombre autoconsciente y pensante. La Doctrina Secreta dice:


«El hombre no es ciertamente una creación especial, y es el producto de la obra perfectiva gradual de la naturaleza, como cualquier otro ser vivo de la Naturaleza, como cualquier otra unidad viviente de la Tierra. Pero esto es sólo con respecto al tabernáculo humano. Lo que vive y piensa en el hombre y sobrevive a esa obra maestra de la evolución es el «Peregrino Eterno», la diferenciación proteica, diferenciación en el espacio y el tiempo del Único Absoluto ‘incognoscible’.» DS 2:728


En este momento, que está cerca del punto medio de las siete Rondas completas de nuestro ciclo evolutivo, la evolución del cuerpo humano, los cuatro componentes inferiores del ser humano, no pueden ir más allá sin la ayuda de la mente del hombre. A partir de entonces su crecimiento es y será un crecimiento inducido, que depende del impulso y la dirección que les dé el hombre consciente de sí mismo, que ahora sale al escenario preparado para él por todas las inteligencias inferiores hasta ahora comprometidas.


Veamos ahora cómo estos cuatro constituyentes inferiores han pasado por todos los reinos inferiores y han llegado a ser un hombre completamente desarrollado:


IMAGINANDO EL CAMINO DE LA EVOLUCIÓN


Hemos visto que hay una fuente única para el origen de la Ley, la Mente y todas las fuerzas que han formado la única materia primordial en las sustancias perfectamente organizadas  de nuestro mundo objetivo, con las que funcionan nuestros procesos biológicos y químicos. La Sabiduría Antigua enseña que todo esto no ha surgido por casualidad:


«La Ideación Cósmica enfocada en un principio o upadhi (base) resulta como la conciencia del Ego individual. Sus manifestaciones varían…. (pero) a través de eso conocido como Manas brota como Mente-Conciencia (en el hombre)». Doctrina Secreta 1:329, versión inglesa.

En el diagrama siguiente se muestra que la mente espiritual pero inconsciente en la Naturaleza («A», arriba a la izquierda) entra primero en los Reinos Elementales, los reinos más espirituales – en el sentido de ser los menos materiales -, pero no necesariamente reinos que son altamente evolucionados o inteligentes.


La conciencia pura comienza a manifestarse al mismo tiempo que la materialidad de la naturaleza («D», abajo a la izquierda) comienza su correspondiente ascenso para finalmente reunirse con ella a mitad de camino en el Reino Mineral (punto «DD» en el centro).

Se trata de la unión de las proyecciones de la forma sostenida en la Mente Universal, con la materialización o agregación en torno a estas formas de sustancia plástica, la condensación de la energía de la conciencia que se convierte en materia, como predijeron las de Einstein. Después del nacimiento del Reino Mineral, el primero de los reinos visibles y totalmente físicos, surge la evolución de los reinos vegetal y animal.


Este diagrama contiene gran parte de la doctrina esotérica de la evolución cósmica y humana, por lo que debe ser bien estudiado y preferiblemente memorizado.

La Mónada Espiritual – Atma y Buddhi -, después de «meditar» sobre las formas, no puede experimentar ninguna otra extensión de sus poderes hasta que se haya incrustado en las formas por su acción autoinducida, la «caída» voluntaria en la materia. Lo que se necesita es un vínculo entre la Mente, el verdadero Ego Superior del hombre, y la forma animal, haciendo así que el «hombre celestial» completo y comenzar otro ciclo de evolución plenamente humano.


Este es el punto medio de la Tercera Raza de la Cuarta Ronda y es el lugar en nuestra evolución en el que el sacrificio se convierte en una parte integral de nuestra existencia, al igual que la Mónada entró en el vórtice de la materialidad y el Manasaputra sacrificó su lugar en el «cielo» para continuar su trabajo de evolución y perfección continua. Robert Crosbie lo expresa así en su artículo «El hombre, visible e invisible«:


«La verdadera enseñanza es que el hombre mismo, como ser espiritual, desciende del plano de la espiritualidad, o de la autoconciencia espiritual, paso a paso, a través de todas las etapas de condensación de la materia; que se encuentra con la marea ascendente de la forma de los reinos inferiores, y cuando la forma más perfecta de todas ha sido llevada a su más perfecta de todas, entra en ella. Hasta que ese hombre invisible no entre en el instrumento físico, no puede haber humanidad en absoluto». Teosofía Universal. RC.


Así el alma crece en poder de edad en edad por la absorción y espiritualización de la vida inferior del universo. Es la historia de Prometeo, que dio el fuego de la mente al hombre, la historia de la humanidad misma. El «dios Prometeo representa el Ego divino reencarnante que robó el fuego de la mente para despertar la facultad de pensar en las formas hasta entonces descerebradas de las que se ha hablado anteriormente. Pero mientras salvaba de las tinieblas mentales, Prometeo trajo al hombre todas las torturas que acompañan a la autoconciencia; el conocimiento de su responsabilidad ante toda la naturaleza; los resultados dolorosos de todas las elecciones erróneas del pasado; todas las penas y sufrimientos de los que es heredero el hombre pensante. Prometeo aceptó estas torturas como inevitables bajo la ley, sabiendo que el alma sólo puede desarrollarse a través de su propia experiencia, dispuesta a pagar el precio.


La Doctrina Secreta presenta esta historia tan misteriosa como intrigante de esta manera

«…la Doctrina Secreta enseña que los Devas del Fuego, los Rudras y los Kumaras, los «Ángeles-Virgenes» (a los que pertenecen Miguel y Gabriel, los Arcángeles), los divinos «rebeldes»… prefirieron la maldición de la encarnación y el largo ciclo de existencia terrestre y renacimientos, a ver la miseria … de los seres (evolucionados como sombras de sus hermanos)…

De ahí que la tradición muestre a los Yoguis celestiales ofreciéndose como víctimas  para redimir a la Humanidad -creada como un dios y perfecta al principio- y para dotarla de afectos y aspiraciones humanas. Para ello tuvieron que renunciar a su elevado estatus natural y, al descender a nuestro globo, tomar su morada en él durante el ciclo completo del Maha-yuga, cambiando así… la dicha de la existencia sideral por la maldición de la vida terrestre». DS 2:46

Este es un concepto muy difícil de entender, pero lo encontramos de una forma u otra en todas las grandes enseñanzas y civilizaciones. El hombre de la mente, el hombre del libre albedrío es necesario para iluminar el Manas latente de las formas animales que han alcanzado un estado de perfección física pero que no tienen la capacidad de encender el principio mental.

Esto tiene que hacerse desde arriba, y significa que alguien que ya tiene la luz tiene que sacrificar y encarnar en las formas fusionando sus mentes con el principio manásico latente de la «mente», principio manásico de los «sin mente». Comienzan de nuevo la larga marcha ascendente de la evolución, llevando consigo las vidas de la Naturaleza inferior al reino de la divinidad autoconsciente. Es la historia del «Encendido de Manas» que describimos en el Tema 4A sobre La Mente y la Conciencia.


Es la historia de cada uno de nosotros, pues somos esos «Pitris solares» que han encarnado en estos cuerpos formados por la Naturaleza y por los «Pitris Lunares» que llevaron los planos físicos.


PARA RESUMIR UN CONCEPTO BASTANTE DIFÍCIL, PERO MARAVILLOSO


Para algunos puede parecer que hay una contradicción en las enseñanzas sobre la evolución pero si lo examinamos con más cuidado veremos que se trata de un caso de cooperación y no de contradicción. El Ego reencarnante es una entidad de libre albedrío, pero como ningún ser, o inteligencia, puede crecer por sí solo, es necesaria la asistencia fraternal de los más desarrollados, es necesaria para ayudar a los menos desarrollados. Así se puede ver por qué los seres elevados como los Mahatmas (Maestros de Sabiduría) ayudan a estimular, sostener y dirigir la evolución. Ellos representan la gran inteligencia y los instrumentos totalmente evolucionados para su expresión, la cúspide del logro evolutivo, incluso en el sentido darwinista.


Son los completamente desarrollados y a su vez ayudan a los siguientes más desarrollados, que a su vez ayudan a los menos desarrollados y así sucesivamente hasta los menos inteligentes. Esto se llama la cadena Guruparampara de ayuda y ayudantes, es completa de arriba a abajo, con cada eslabón dependiendo del eslabón de arriba, y responsable del eslabón de abajo. Los Mahatmas consisten en la cadena Guruparampara de Budas, Maestros, Rishis y Avatares, también los Tirthankaras de los jainistas. La evolución comienza en el espíritu, o inteligencia, así como tiene su fin en el espíritu y en una expresión cada vez mayor de la inteligencia.

                                                      

REFERENCIAS QUE PUEDEN SER DE INTERÉS PARA EL ESTUDIANTE


El Océano de la Teosofía, lecturas de los capítulos 3 y 15


Artículos de W Q Judge: «Rondas y Razas» y «La cadena de globos terrestres«


Todo esto está en los Artículos Teosóficos de William Q Judge


(Tema 9b. La evolución de la Conciencia. Curso de la L.U.T. Versión abril 2024)


CURSO Y CLASES DE TEOSOFÍA

2 de julio de 2024

Tema 4A.La Mente y la Conciencia (Curso Teosofía)

 Tema 4A. La Mente y la Conciencia. (Curso Teosofía)



Ahora examinaremos más a fondo aquello que nos hace lo que somos, seres vivos y conscientes capaces de razonar, experimentando las sensaciones de la vida. Pero ¿qué parte de nosotros se da cuenta de que somos ‘conscientes’ y qué es lo que percibimos?


Ésta es la gran pregunta sobre la Mente –Manas en Sánscrito- en sus varios aspectos.


Los grandes sabios de Oriente la han explorado hasta sus más altos límites y allí han registrado ‘El alma de las cosas’.


A donde quiera que enfoquemos nuestra mente –desde lo físico a lo místico- es a través de ello que sentimos, razonamos, y cuando tenemos auto-control actuamos en consecuencia. 


Como dice Patanjali, fuera de un estado de plena ‘concentración’ nuestra mente (y alma) está coloreada por aquello en lo que la ocupamos.

«Cuando el órgano interno, la mente, es a través de los sentidos afectado o modificado por la forma de algún objeto, también el alma (Budhi-Manas) viendo el objeto a través de su órgano, la mente, es como si estuviera alterada en esa forma». 

Aforismo de Yoga de Patanjali 3-4


Para ayudarnos a abordar y estudiar con éxito este tema, fructífero donde los haya, de conocernos a nosotros mismos, es necesario un breve examen. Para introducir la idea de la mente reflexionando sobre sí misma comenzaremos estudiando nuestras propias naturalezas usando la clave de la gran naturaleza, comprendiendo lo pequeño por lo grande: el método deductivo de Platón. Mejor también se mostrará, cómo este paradójico proceso de autoobservación (principalmente una característica humana) es resuelto por la psicología y la metafísica de la sabiduría perenne. 


Razonando «de lo conocido a lo desconocido», esta filosofía ha respondido a preguntas que han ocupado las mejores mentes de la humanidad desde que el hombre se convirtió en un pensador creativo y, sobre todo, en un solucionador de problemas.


La Reencarnación: el postulado de que la conciencia superior puede continuar fuera del cuerpo físico y sobrevivir, volviendo a la vida como un ‘genio’ bueno o malo etc., explica los diversos rasgos de carácter.


Somos seres multifacéticos… una Tríada permanente que existe antes, durante y después de la vida física:

«La Reencarnación es una serie larga, casi interminable de personalidades… Éstas últimas son como los diversos trajes y personajes que un mismo actor representa, con cada uno de los cuales el actor se identifica a sí mismo y es identificado por el público, por espacio de unas pocas horas.» Doctrina Secreta T2.


Para alguien que esté convencido de esto, una unión o enlace (1) consciente, divina e inteligente se convierte así en un objetivo lógico y deseable. Cuando se comprende, esto actúa poderosamente como factor transformador en nuestra vida.



(1)Este eslabón misterioso es el Antaskarana. Es un puente entre los dos aspectos de nuestra mente dual. El desarrollo de este puente – a través del cual desciende la voz de la intuición y la consciencia espirituales y ascienden los frutos más elevados de nuestras experiencias diarias en la conciencia despierta -, es el gran objetivo del principiante neófito de la disciplina Raja Yoga. Sobre el Camino de Antaskarana (o Antahkarana) se habla en la Voz del Silencio (pág. 55) como el Manas inferior, el Camino de la comunicación y se desarrolla mediante la adquisición de las virtudes de oro o trascendentales «Las Paramitas de la perfección», siendo las cuatro primeras:


1. DANA, la llave de la caridad y el amor inmortal.

2. SHILA, la llave de la armonía en la palabra y el acto, la llave que contrapesa la causa y el efecto y ya no deja lugar a la acción kármica.

3. KSHANTI, la dulce paciencia, que nada puede alterar.

4. VIRAGA, la indiferencia al placer y al dolor, vencida la ilusión, se percibe la Verdad pura.

La doctrina consiste en que nosotros, como entidad real, como almas que somos, pasamos a través de muchas personalidades y somos dirigidos por el Karma, la Ley que forma y transforma nuestra vida. Lo que hemos realizado en vidas anteriores, nuestras acciones pasadas, ha programado la presente. El karma es, pues, una ley innata y benéfica de Justicia. Se aplica tanto a la humanidad como a la vida de una lejana estrella. Tiene una función natural: restablecer la armonía perturbada colocando al protagonista en el mejor lugar para aprender las lecciones de mano de la Naturaleza misma y es por lo tanto una ley ética. Los medios empleados son «agentes kármicos», la gente, los seres y las fuerzas hacia los que el individuo es inexorablemente conducido.


Esta ley está impresa en la esencia de la materia misma: es el principio ‘espiritual’ de la materia, es parte de nuestra composición y de todos los demás seres, desde los átomos hasta las galaxias, un principio constante y una guía que subyace a toda vida.

Por eso se dice que estas son las doctrinas de la esperanza y la responsabilidad.


El tema sobre Los Mahatmas (Maestros o Adeptos) mostró a estos grandes seres como un producto natural del proceso evolutivo, guiado por el Karma y la Reencarnación. Ellos forman parte de la antigua y venerable escuela de Altruistas y Adeptos, «la tribu sagrada de Héroes» que ha estado detrás de todos los movimientos de reforma religiosa dirigidos a liberar a la humanidad.


Y fueron estos mismos Maestros de Sabiduría los que impulsaron la formación de la Sociedad Teosófica en 1875, los que permanecen detrás de ella y de quienes se dice que ayudan a todos aquellos que comparten su propósito y objetivo.


Su mensaje es constante, como lo es su trabajo: ayudar al hombre, un ser potencialmente divino, a escalar los peldaños de la evolución – física, mental y espiritual – y así evitar el apego demasiado fuerte a la vida material. Ellos ayudan dando a la humanidad los puntales necesarios, tales como la forma de desarrollar la conciencia superior e ilustrándola con la importancia de aprender de la historia, cómo surgieron las civilizaciones una vez grandes de Egipto, Grecia y Roma y qué causó su caída. «La vida toda está compuesta de aprendizaje, sabiendo que el universo está vivo…», dijo Robert Crosbie.


El estudio de la Mente – el recurso más valioso en nuestro estadio – nos permite guiar consciente y deliberadamente nuestros pasos en la peregrinación y aventura de una vida permanente en la conciencia espiritual. Se trata de unirse a la compañía de otros viajeros, compañeros mayores y almas altruistas, que han estado en el camino desde los albores de la humanidad.


Como bien dijo Shakespeare: «Hay más cosas en el cielo y en la tierra… de las que sueña tu filosofía».


Así que, después de revisar el camino recorrido hasta la fecha, le recomendamos estudiar cuidadosamente este tema y reflexionar en profundidad sobre lo que somos. De esta manera el misterio del viaje colectivo de la humanidad a través de sus muchas vidas y etapas cobrará vida para usted.


TRES FACETAS DEL HOMBRE: EL CEREBRO, LA MENTE Y LA CONCIENCIA


Lo primero que hay que decir es que el cerebro no es la mente.


El cerebro es un instrumento físico usado por la mente para hacer contacto y operar en este plano de la materia. Experimentos de hipnotismo, así como nuestra comprensión de lo que sucede en el estado de sueño han demostrado que cuando el cerebro está dormido, o por alguna otra razón inoperativo, la mente está en todo momento activa y consciente, recibiendo y reaccionando a las impresiones. 


La conciencia asentada en esta mente es la base de nuestro sentido de identidad de un plano a otro, y a través de todos los cambios cíclicos de nuestra evolución. H.P.B. hablando de la mente o Manas dice: «Es Manas por consiguiente, el verdadero y permanente Ego Espiritual que se encarna, la INDIVIDUALIDAD, y nuestras innumerables y diferentes personalidades no son sino sus máscaras externas.» La Clave de la Teosofía.


Y con anterioridad ella escribió: «Sólo existe un hombre real permanente a través del ciclo de vida, inmortal en esencia, si no en forma, y ése es Manas, el hombre–Mente o conciencia encarnada«.

“El Ego interno, o entidad que reencarna, ocupando cuerpo tras cuerpo, acumulando impresiones vida tras vida, adquiriendo experiencia y sumándola al divino Ego, sufriendo y gozando a través de un inmenso período de años, es el quinto principio – Manas – sin unión con Buddhi.


Ésta es la individualidad permanente que da a cada hombre la sensación de ser él mismo y no algún otro individuo; aquello que a través de todos los cambios de los días y de las noches, desde la juventud hasta el final de la vida, nos hace sentir una misma identidad durante todo ese período. Manas también tiende un puente de continuidad sobre el espacio o brecha que deja el sueño, y de la misma manera, salva la brecha que deja el sueño, y salva la brecha que deja el sueño de la muerte. Es esto y no nuestro cerebro, lo que nos eleva por encima del animal.


La profundidad y variedad de las circunvoluciones o repliegues del cerebro humano, son causados por la presencia de Manas y no son las causas de la mente como creen algunos. Y cuando, ya sea total u ocasionalmente, llegamos a la unidad consciente con Buddhi, nuestra alma Espiritual, contemplamos entonces a Dios, por decirlo así.” El Océano de la Teosofía. W.Q.Judge.


La mente es a la vez un poder, un principio, una facultad y sus frutos. Como poder es omnipresente, pues es la fuerza activa detrás de todas las manifestaciones. Como principio, es la base de toda creación, preservación, destrucción o regeneración. Cuando quiera que una acción tiene lugar en el universo, es obra de alguna mente. Como facultad, la Mente es adquirida por cada ser a través de la experiencia, y en este sentido es una evolución. En un sentido práctico, la Mente representa el carácter y las tendencias desarrolladas hasta ahora por cualquier ser, su capacidad de dar y recibir impresiones, es decir, de actuar interna y externamente. La mente actual de un ser es el fruto de todo su Karma pasado; es la facultad por medio de la cual él crea y almacena más Karma en los depósitos mentales; La mente es el aspecto subjetivo o invisible y causal del Karma; Es el Karma mismo como poder energético inherente en cada ser así como en toda la Naturaleza.


La MENTE, Manas, es el vínculo entre el lado espiritual del hombre y el lado personal o inferior, la que le permite no sólo aprender de sus experiencias en el mundo de la materia, sino impulsar la evolución de todas esas vidas que componen las formas con las que entra en contacto y utiliza para su experiencia.


LA EMANACIÓN DE LA MENTE


Desde la «no-Entidad» hasta la Entidad, el Alumbramiento Universal de lo Personal


H.P. Blavatsky nos dice que Mahat, o la Mente Universal, es la fuente de Manas, la mente en el hombre. Dicho de otro modo, en la Doctrina Secreta, ella afirma: «La Ideación Cósmica, enfocada en su principio, o upâdhi (Base), resulta como conciencia del Ego individual. Su manifestación varía según el grado de upâdhi. Por ejemplo, a través del conocido como Manas, surge como conciencia mental; y por medio de la construcción más finamente diferenciada de Buddhi, sexto estado de materia (teniendo como base la experiencia de Manas), como una corriente de Intuición Espiritual.» Doctrina Secreta.


«…el elemento Manásico o mental, con sus potencialidades cósmicas e infinitas, no es simplemente el «instinto» desarrollado del animal. La Mente es la potencialidad latente o activa de la Ideación Cósmica, la esencia de toda forma, la base de toda ley, la potencia de todo principio en el universo. El pensamiento humano es el reflejo o recreación en la esfera de la conciencia humana, de estas formas, leyes y principios.»   

Síntesis de la Ciencia Oculta. WQJ              


Una de las observaciones principales que se hacen aquí es que la mente no es el producto de una evolución desde abajo, sino que es una involución desde arriba. Ciertamente la evolución es algo que ocurre, tal y como podemos observar en toda la Naturaleza. Pero la fuerza y dirección de esa evolución viene siempre desde la naturaleza Superior o Egoica. 


En la Doctrina Secreta leemos: “Entre el hombre y el animal – cuyas Mónadas, o Jîvas, son fundamentalmente idénticas – existe el abismo infranqueable de la Mentalidad y la conciencia de sí mismo. ¿Qué es la mente humana en su aspecto superior? ¿De dónde procede, si no es una parte de la esencia – y en algunos casos raros de encarnación, la esencia misma– de un Ser superior: uno de un plano más elevado y divino?

¿Puede el hombre – un Dios con forma animal – ser producto de la Naturaleza Material por la sola evolución, como sucede con el animal (que difiere del hombre en la forma externa, pero en modo alguno en los materiales de su constitución física, y el cual está animado por la misma Mónada aunque sin desarrollo), cuando se ve que las potencias intelectuales de ambos difieren como el sol difiere de la luciérnaga? ¿Y qué es lo que ocasiona semejante diferencia, a menos que el hombre sea un animal más un Dios viviente dentro de su cascarón físico?” DS. V2


La Teosofía presenta el proceso, algo misterioso pero magnífico, por el cual lo inferior se eleva hasta lo más alto. Es la iluminación de las facultades latentes de la mente mediante la encarnación de los seres superiores en las formas más desarrolladas y asumiendo la tarea de invocar o inducir en estas personalidades el esfuerzo voluntario de volverse hacia la luz del Espíritu. Se habla de un esfuerzo de sacrificio, pero que es un paso necesario en nuestra evolución. Se le llama «La Iluminación de Manas».


LA ILUMINACIÓN GLOBAL DE MANAS, LA MENTE HUMANA


De forma coherente con cualquier otro proceso o procedimiento descrito en la doctrina Teosófica, la enseñanza sobre la mente humana es que la inspiración o «chispa» que despierta la mente latente viene del lado Espiritual de la Naturaleza y no del material. Afirma que esta vivificación se produce por la encarnación de los Egos que han pasado por esta fase de su evolución en los ciclos anteriores, entregando así la luz de la mente tal como les fue dada por aquellos que les precedieron. Todo lo que conocemos como evolución comienza primero con involución, es decir, la implicación de una inteligencia superior en una forma o vehículo compuesto de inteligencias menos desarrolladas. El Espíritu se sumerge más profundamente en la materia, en última instancia para redimirla.


De la misma manera que nosotros encarnamos en una nueva forma con cada nacimiento, y que «bajamos» de los planos superiores en nuestro esfuerzo continuo para inspirar la mente personal, hubo un tiempo, muy atrás en la historia humana, en el que seres sabios (nuestros verdaderos “yoes” interiores) encarnaron en las formas preparadas por la Naturaleza, iluminando así la mente latente y comenzando el largo camino de otro ciclo de evolución.


En El Océano de la Teosofía, el señor Judge lo expresa así: “El curso de la evolución desarrolló los principios inferiores y produjo al fin la forma humana, provista de un cerebro con una capacidad mayor y más profunda que la de cualquier otro animal. Pero este hombre, humano en la forma, no lo era aún en lo mental, y necesitaba el quinto principio, que es el principio del pensamiento y de la percepción, para diferenciarlo del reino animal y para conferirle el poder de llegar a convertirse en autoconsciente…


Es el eslabón entre el Espíritu de Dios en lo alto y lo personal abajo; les fue concedido a las mónadas sin mente por otros que habían pasado por este proceso, en edades muy lejanas en el tiempo, en otros mundos y sistemas de mundos, viniendo, por lo tanto, de otros períodos evolutivos llevados a cabo y completados mucho tiempo antes de que el sistema solar hubiera comenzado”.


En las Transacciones de la Logia Blavatsky H.P.B. señala el sacrificio hecho por estos Egos en su esfuerzo por promover la evolución de todas las inteligencias por debajo de ellos:

“La Doctrina Secreta muestra que los Manasa-Putras o EGOS encarnados han asumido, voluntaria y conscientemente, la carga de todos los pecados futuros de sus futuras personalidades. De ahí es fácil ver que no es ni el Sr. A. ni el Sr. B., ni ninguna de las personalidades que periódicamente visten al EGO auto-sacrificado los que son los verdaderos Sufrientes, sino realmente el Christos inocente dentro de nosotros.


Por lo tanto, los hindúes místicos dicen que el Yo Eterno, o el Ego… es el «Auriga» o conductor; Las personalidades son los transitorios y efímeros pasajeros; Mientras que los caballos son las pasiones animales del hombre. Es, pues, cierto decir que cuando permanecemos sordos a la Voz de nuestra Conciencia, crucificamos el Christos dentro de nosotros.”


¿QUÉ SE ENTIENDE POR «MENTE DUAL»?


La encarnación de inteligencias más avanzadas desde un plano superior en las formas inferiores o animales exige que exista un principio que pueda funcionar en ambos planos, que pueda actuar y percibir tanto en el plano del Espíritu como en el plano de la materia. Este vínculo o puente es la Mente, o Manas, el rayo de luz, o el camino por medio del cual el progreso o iluminación es posible. 


A veces se dice que, en la encarnación, la mente se vuelve dual, pero lo que se quiere decir es que cuando está en un cuerpo se le pide que actúe y piense de dos maneras diferentes, y desde dos motivaciones diferentes: la una espiritual, impersonal y desinteresada, y la otra, animal, personal y egoísta. Parecemos tener dos mentes, una que responde a lo que queremos hacer, y la otra que responde a lo que sabemos que debemos hacer. Sin embargo, es bueno recordar que la mente es básicamente UNA, y que sin esta unidad no podría haber contacto ni ayuda de lo Superior.


Hablando del Ego humano y de su naturaleza divina:


“Es seguramente una Entidad Espiritual, no material; y esas Entidades son los Egos que se encarnan animando al conjunto de materia animal llamada humanidad, y cuyos nombres son Manasa o ‘mentes’.


Más una vez prisioneros o encarnados, se convierte en dual su esencia; es decir, los rayos de la Mente divina y eterna, considerados como entidades individuales, adquieren un doble atributo, que es:

a) su carácter esencial inherente, la aspiración de la mente al cielo (Manas Superior), y

b) la cualidad humana de pensar o cogitación animal, racionalizada por efecto de la superioridad del cerebro humano, el que tiende a Kama o Manas inferior.


El uno gravita hacia Buddhi, el otro tiende hacia abajo, hacia el centro de las pasiones y de los deseos animales.” La Clave de la Teosofía.


¿Qué son la mente, la razón y la intuición?

“Su naturaleza [de Manas] se vuelve dual tan pronto como se enlaza con un cuerpo. Porque el cerebro humano es un organismo superior y Manas lo usa para razonar de premisa a conclusión. Esto también diferencia al hombre del animal, porque el animal actúa por medio de impulsos automáticos y los llamados instintos, mientras que el hombre puede usar el razonamiento. Éste es el aspecto inferior del Pensador o Manas, y bajo ningún concepto, como algunos han supuesto, el supremo y mejor don que es propio del hombre.

Su otro aspecto, para la Teosofía el más elevado, es el intuitivo, que conoce sin depender en absoluto de la razón. El aspecto inferior, puramente intelectual, es el más próximo al principio del Deseo, y es así como se distingue de otra parte, la cual tiene afinidad con los principios espirituales superiores. Si el Pensador, pues, se vuelve completamente intelectual, la naturaleza toda del ser comienza a dirigirse hacia abajo; porque el intelecto solo es frío, sin corazón, egoísta, porque no está iluminado por los otros dos principios superiores de Buddhi y Atma.” El Océano de la Teosofía.WQJ


Puesto que el hombre es consciente en un solo plano a la vez, podemos entender que mientras operamos en este plano tenemos que ver a través de los ojos de la mente inferior. También debemos entender que lo hacemos voluntariamente, no sólo para ganar fuerza y comprensión, sino para entrenar y guiar a la personalidad a aclarar sus percepciones, para impersonalizar sus motivaciones y para ayudarla a elevarse al estado de su padre, su verdadera naturaleza interior.


La mente personal no siempre tiene que ser «inferior». Mediante el estudio y el trabajo podemos cambiar su actitud y hábitos de pensar, darle una nueva base de pensamiento y elevarla a una condición en la que vibre en armonía con la mente Superior o Egoica. Esta es la condición de los Adeptos o Maestros. Ellos tienen la capacidad de operar en cualquier plano con la visión, comprensión y compasión de la Mente Superior. La razón por la que nosotros, los Manasa-Putras o Egos encarnados, hemos asumido esta carga voluntaria de las pruebas y problemas de nuestras futuras personalidades, es para que eventualmente podamos reunir nuevamente al Manas Inferior y el Superior, y así espiritualizar esa porción de Vida con la que hemos tenido que ver. Habremos ganado inmensamente de la experiencia, y habremos ayudado a nuestros hermanos menores a subir en la escalera.


¿CUÁLES SON LOS PODERES DE LA MENTE?


En potencia, los poderes de la mente son ilimitados. Cada mente humana es ese aspecto o grado de Mente Universal que nosotros como individuos podemos manifestar. En el momento presente, estos poderes están limitados por nuestro Karma individual y colectivo, por nuestro estado de conciencia, y principalmente por las ideas que tenemos sobre nuestro yo y el yo de los demás. Estos poderes durmientes, sin embargo, están todos disponibles para nosotros cuando tomamos las medidas adecuadas para despertarlos.


La mente inferior tiene su función normal y propia en la economía humana. Es el necesario y único canal o instrumento por el cual la Mente Superior puede hacer contacto con este plano de percepción. Es el poder de interpretar las sensaciones y evaluar las impresiones; es la capacidad de recopilar y tabular hechos, la facultad de razonar desde premisas a conclusiones. Esta capacidad de desplazarse, de tender un puente sobre las lagunas del espacio y del tiempo es una de sus capacidades más valiosas y es, quizás, un peldaño hacia la percepción más amplia de la Mente Superior.


Nuestra mente presenta cinco grandes aspectos: El Pensamiento, la Voluntad, el Sentimiento, la Memoria y la Imaginación. En cualquier ser, la presencia y unidad de estos constituyen su conciencia e inteligencia. En el hombre, estas características son percibidas como distintas de los objetos hacia los cuales se dirigen, y por las cuales se ponen en funcionamiento. Esta percepción reflexiva es la autoconciencia.


Los seres por debajo del hombre en la escala de la evolución no pueden reflexionar antes de actuar porque son todavía incapaces de distinguir la Mente del Objeto y, por lo tanto, están completamente identificados con la sensación o cualidad característica suscitada por la sucesión de objetos con los que entran en contacto. Pero en el hombre el uso reflexivo de la Mente es real, aunque está todavía lejos de ser completo. Todo hombre es capaz de reflexionar y elegir antes de involucrarse en cualquier acción de ver las consecuencias antes de establecer las causas. Estas facultades distinguen a la mente como creadora en el universo.


Se necesitan el pensamiento, la voluntad, el sentimiento, la memoria y la imaginación para formar la impresión del azul y poner las ruedas en movimiento para la producción de cualquier forma, ya sea ideal o física.


Hablando del poder del intelecto, H.P.B. Dice en la Doctrina Secreta que éste tiene los bien conocidos poderes de interpretar sensaciones, evocar recuerdos del pasado y crear expectativas para el futuro. También tiene el poder de «conectar nuestras ideas entre sí» por el vínculo misterioso de la memoria, y por tanto generar la noción de sí mismo o individualidad.


Algunas de las manifestaciones de la mente «cuando se libera de los lazos de la materia son (a) Clarividencia, (b) Psicometría»  Doctrina Secreta.


Puesto que son nuestras actuales creencias materialistas y estado de conciencia los que han impuesto las restricciones de tiempo y espacio en nuestras mentes, se deduce que, una vez podamos elevarnos por encima de estas limitaciones, la mente estará libre para operar y percibir a grandes distancias, ya en el tiempo, ya en el espacio. 


Y cuando la ilusión de la realidad de la materia sea superada, la mente será capaz de ver, bajo la superficie, el lado causal de la vida, el lado espiritual de lo que ahora vemos como formas. Los poderes de la mente están limitados sólo por las ideas que hemos aceptado como verdaderas.


La Voz del Silencio dice: «…la Mente es como un espejo; cúbrese de polvo mientras refleja. Necesita las suaves brisas de la Sabiduría del Alma para que arrebaten el polvo de nuestras ilusiones. Procura, Oh Principiante, fundir tu Mente con tu Alma.»


¿QUÉ LIMITA NUESTRO USO DE LOS PODERES MÁS ELEVADOS DE LA MENTE?


Ya se ha dicho anteriormente que durante la encarnación el Ego se involucra con la forma personal invirtiendo la mente en lo que se llama el yo inferior con el propósito de elevarlo y despertarlo a su verdadera naturaleza interior y potencial. Para lograr esto, a la personalidad así formada se le tienen que «ceder los mandos». Cierta autoridad y libertad de elección tiene que ser delegadas a esta conciencia, como un gobernante daría autoridad a uno de sus ministros, todo con la esperanza de que afloren a la superficie el juicio y la voluntad latentes.


La dificultad surge cuando el manas inferior queda subyugado por los sentidos y por la naturaleza del deseo y el Ego Interno es incapaz de atraer la atención del inferior, y por consiguiente, incapaz de ejercer ninguna influencia. Sin la ayuda continua de la Logia de Maestros esta tendencia a la baja continuaría, e incontables encarnaciones se perderían. Afortunadamente Ellos siempre están aquí para hacernos recordar y reavivar nuestros recuerdos internos de quiénes somos.


W. Q. Judge, en el Océano, nos da algunas pinceladas sobre lo que es Manas inferior…


“(nuestra mente inferior…) impide el funcionamiento de Manas Superior, porque justamente al nivel actual de la evolución, el Deseo y los correspondientes poderes, facultades y sentidos, son los más altamente desarrollados, oscureciendo, por decirlo así, la luz blanca de la parte espiritual de Manas… Es decir, Manas inferior operando a través del cerebro es de inmediato modificado hacia la forma y otras características de un objeto dado, ya sea mental o no. Esto hace que tenga cuatro peculiaridades:

  • Primera, volar natural y súbitamente a partir de algún punto, objeto o sujeto (se observa en la práctica de meditación)
  • Segunda, volar hacia alguna idea agradable;
  • Tercera, volar hacia una idea desagradable;
  • Cuarta, permanecer pasiva, sin considerar nada.


La primera se debe a la memoria y a la moción natural de Manas; la segunda y tercera se deben únicamente a la memoria; la cuarta significa el sueño cuando no es anormal, y cuando es anormal va hacia la demencia.


Estas características mentales que pertenecen todas a Manas Inferior, son aquellas que Manas Superior, ayudado por Buddhi y Atma, tiene que combatir y conquistar.

Manas Superior, si puede actuar, deviene en lo que algunas veces llamamos un Genio; y si domina por completo, entonces el hombre puede convertirse en un dios." 

 El Océano de la Teosofía. WQJ


En el Bhagavad-Gita sobre Krishna, el Maestro Espiritual, expresa la misma idea diciendo:


«El que atiende a las inclinaciones de los sentidos, en ellos tiene una afección; de esta afección se crea la pasión, de la pasión la ira, de la ira se produce delirio, del delirio una pérdida de la memoria, de la pérdida de memoria la pérdida de la discriminación, ¡y de la pérdida de la discriminación, la pérdida de todo!»

        

El apego a las cosas del mundo material sobreviene a través de la memoria, a través de los sentimientos (temores, prejuicios, deseos, etc) y de nuestro pensamiento que los ha producido. El Sr. Crosbie afirma: «La barrera para cada hombre no está en la memoria, sino en las falsas ideas de vida según las cuales él actúa».


«El hombre, hecho de pensamiento, ocupante de muchos cuerpos sólo de tiempo en tiempo, está eternamente pensando. Sus cadenas lo son a través del pensamiento, su liberación debido a ninguna otra cosa». Notas sobre el Bhagavad Gita.


Las ideas son seres vivos, generalmente alimentados y mantenidos vivos por nuestros sentimientos. Conllevan una visión clara o un error. Y puesto que no podemos albergar dos ideas opuestas sobre el mismo tema y a la vez, de ahí se sigue que un concepto erróneo puede actuar como un muro de piedra, no dejando entrar la ayuda que está siempre disponible.


LECTURAS SUGERIDAS


El Océano de la Teosofía. W.Q.Judge


La Clave de la Teosofía. H.P.Blavatsky


Respuestas a preguntas sobre el Océano de la Teosofía. Robert Crosbie.


-Libros accesibles gratuitos aquí : https://teosofiaes.blogspot.com/2022/10/biblioteca-teosofica-online.html


(Tema 4a. La conciencia y la mente. Curso de la LUT. Versión Marzo 2024)


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