Una historia de Viaje Astral (Franz Hartmann)
Extracto de The Occult Review, marzo 1908, v. 7, pág 159-160.
"Parece que en la actual fase de la evolución humana, tanto en Europa como en América se está produciendo un desarrollo considerable en lo que conciernen las facultades psíquicas.
Personas que nunca habían oído hablar del espiritismo o del esoterismo se sorprenden al poseer poderes ocultos y mientras que los científicos discuten sobre qué tan tangibles son esas experiencias, mientras tanto, aumenta el número de individuos que son capaces de abandonar sus formas físicas y efectuar excursiones por medio de su cuerpo astral y de cuya existencia nunca habían escuchado antes.
Así por ejemplo, una señora que yo conozco me escribió desde Berlín para decirme lo siguiente:
"El caballero con quien yo estoy comprometida para casarme fue oficial en el ejército, pero recientemente ha dejado ese cargo, y poco antes de ese evento, él me narró que después de haberse ido a dormir, se encontró repentinammente de pie en medio de su habitación, mientras su cuerpo físico estaba en su cama.
La situación le parecía bastante extraña ya que nunca había oído hablar de tales cosas. Caminó por la habitación, miró los diferentes objetos con el propósito de convencerse de que todavía estaba en posesión de su razón, fue a su escritorio y leyó un libro que estaba abierto, pero a pesar de sus intentos para hacer pasar las páginas, no pudo conseguirlo.
Luego se acercó a la ventana, miró hacia la calle y vio las linternas y las luces de gas parpadeando. En resumen, en esa extraña condición en la que se encontraba vio todo de la misma manera como usualmente le aparecía en su estado normal.
Entonces se le ocurrió que probablemente estaba desdoblado, y se preguntó si le sería posible pasar a través de una pared sólida. Lo intentó y se encontró en la habitación contigua, donde vio a uno de sus compañeros sentado en una mesa mientras este estaba dibujando.
En vano trató de llamar su atención: lo tocó, le habló y respiró sobre él, pero su amigo continuó su trabajo sin darse cuenta de todo eso.
Mi prometido se sintió muy apenado porque no pudo dar a conocer su presencia y regresó a su habitación donde vio su cuerpo todavía en la cama, inamovible como antes.
Luego atravesó por la ventana que estaba cerrada hacia la calle y fue a la estación de tren donde vio el movimiento de la gente y de los trenes. Y finalmente llegó a un túnel por el que entró y vio a algunos trabajadores en su labor. Nunca había estado en ese túnel y no sabía de su existencia.
Al regresar a su habitación, vio a su sirviente abrir la puerta y entrar en su cuarto. El sirviente pareció olfatear el aire y se apresuró a ir a la cama, sacudiendo el cuerpo de su amo, mientras que él estaba a un lado mirando el procedimiento. El criado se apresuró en abrir la ventana.
Entonces mi prometido se despertó debido a una sensación de frío, y le preguntó al sirviente qué ocurría. El sirviente le respondió que había gas de carbón en la habitación y que al ver el cuerpo de mi prometido tan inmóvil, temió de que hubiera muerto.
Y al preguntarle a su sirviente por qué había regresado a su dormitorio a esa hora, el sirviente dijo que de repente sintió una fuerte sensación de que debía regresar para mirar una vez más la estufa.
Está claro que si el sirviente no hubiera regresado, mi prometido habría fallecido y su espíritu no podría haber regresado a su cuerpo.
Al día siguiente él fue al túnel donde encontró todo lo que había visto durante la noche, y también se convenció de que su amigo en la habitación contigua estaba haciendo ese dibujo; pero con todo eso, todavía no cree que persista una continuación de la existencia individual consciente después de la muerte."
Y a este relato les puedo agregar una experiencia similar que yo tuve en Colombo (Ceilán) en 1884. En ese entonces fui con un amigo a ver a un dentista para que me extrajeran un diente. El dentista me dio cloroformo para anestesiarme y después de estar bajo su influencia, pronto me vi de pie junto a la silla del dentista en la que se encontraba mi cuerpo inerte.
Vi todos los objetos que había en la habitación y escuché todo lo que se habló entre el dentista y mi amigo, pero cuando intenté levantar uno de los instrumentos que se encontraba en una mesita junto a la silla, no pude hacerlo ya que mis dedos lo atravesaban.
Desde entonces ocasionalmente me he visto saliendo de mi cuerpo físico y esto ocurre de dos maneras:
si mientras se está llevando a cabo esa separación, mi conciencia está centrada dentro de mi cuerpo físico, veo a mi cuerpo astral parado frente a mí al lado de mi cama, pero si mi conciencia está centrada dentro de mi cuerpo astral, entonces veo a mi cuerpo físico acostado en la cama.
Y debo precisar que nunca he realizado de manera consciente excursiones astrales hacia lugares distantes, pero tales experiencias que les acabo de mencionar pueden ser suficientes para convencer a uno de que el hombre sí tiene un cuerpo astral capaz de existir independientemente de la forma física.
Y para aquellos que han experimentado tales cosas, las dudas que tienen aquellos que nunca lo han experimentado, les pueden parecer tan indignas de consideración como lo harían los argumentos de alguien que nunca ha visto los ferrocarriles y por lo tanto niega de su existencia."
PARA SABER MÁS SOBRE EL PLANO ASTRAL,
ESTUDIA EL CURSO DE TEOSOFÍA ORIGINAL (ver menú) :