13 de abril de 2022

SIN MIEDO A LA MUERTE

 

SIN MIEDO A LA MUERTE



(Extracto de "LOS ESTADOS POSTMORTEM". TEMA 6 - CURSO DE TEOSOFÍA ONLINE-GRATUITO, ENLACE: Curso de Teosofía por Correspondencia | United Lodge of Theosophists, London, UK (theosophy-ult.org.uk)

SIN MIEDO A LA MUERTE

Para apreciar y beneficiarse de la luz que la Teosofía ha arrojado sobre el largo e incomprendido "pasaje" que llamamos muerte, es necesario que tengamos en cuenta algunos breves axiomas cuyas implicaciones iremos desarrollando a medida que avancemos.

El primero es que el Ego, el hombre real, la conciencia, nunca muere.

El segundo es que no va a ningún lugar, sino que experimenta cambios de estados de conciencia.

En tercer lugar, el carácter o naturaleza de estos estados es el resultado de su propio pensamiento y acción mientras estaba en el cuerpo.

Y, por último, que la muerte no es algo que deba temerse, sino que es necesaria, beneficiosa y, con algunas excepciones, un interludio dichoso y reparador.

Llamamos la atención sobre las ideas en cursiva, ya que generalmente no forman parte de nuestra perspectiva, ni son habituales en el pensamiento de mucha gente en la actualidad. Para mejor evaluarlas y meditar sobre ellas, puede escribirlas en su cuaderno de notas o diario. Sería provechoso inquirir sobre estas ideas y sobre sus importantes implicaciones durante su tiempo de estudio de este tema, ya que tienen la potencialidad de transformar una vida.

EL EGO REENCARNANTE ES ETERNO

Cada año que pasa acrecentamos esa antigua apreciación de que el verdadero hombre nunca muere. No puede morir. El verdadero 'nosotros' no puede morir. Experimentamos la muerte una y otra vez, pero siempre como un observador. Somos testigos de la formación, desintegración y muerte de las cosas, de las formas y de los cuerpos, pero somos por siempre los testigos de esos cambios, el perceptor que "nunca deja de percibir". Las formas mueren, pero lo que les da forma es eterno.

Durante el ciclo de muerte y renacimiento experimentamos muchos cambios de instrumento y de estado, pero seguimos siendo la misma conciencia, el poder que ocasiona esos cambios. Cada uno de nosotros ha pasado por el ciclo muchas veces y el recuerdo de todo esto, en algún lugar, nos pertenece. Puede que no esté disponible para nosotros bajo las presentes condiciones, pero en algún punto de nuestra evolución recuperaremos la facilidad de invocar cualquier parte de este recuerdo. En el momento presente no haría más que fascinarnos y desviar nuestra atención de nuestros deberes actuales.

No hace falta decir que los miles de casos verificados de recuerdos de vidas pasadas (casos registrados por el Dr. Ian Stevenson) más varios libros sobre Experiencias Cercanas a la Muerte (como el famoso "Vida después de la vida" del Dr. Raymond Moody) deberían habernos convencido de que el hombre no muere.

La pregunta es:

¿QUÉ SUCEDE EN EL MOMENTO DE LA MUERTE?

Las recientes controversias sobre cuándo es correcto apagar los sistemas de soporte vital han resaltado el hecho de que tanto el sector médico como el religioso están cuestionando la hora exacta de la muerte. Los viejos estándares ya no encuentran aceptación y muchos están comenzando a creer que hay algo más en ese suceso que llamamos muerte de lo que solíamos pensar. En El Océano de la Teosofía, página 99, el Sr. Judge describe el proceso como sigue:

"La respiración cesa en el cuerpo y decimos que el hombre ha muerto, pero esto es sólo el comienzo de la muerte, porque ésta prosigue su curso en otros planos. Cuando la forma corporal ya está rígida y los ojos cerrados, todas las fuerzas del cuerpo y de la mente se precipitan a través del cerebro, y por medio de una serie de impresiones o imágenes la vida entera que acaba de terminar queda indeleblemente grabada en el hombre interno, no sólo de una forma general, sino también en los pequeños detalles e incluso en las más breves y fugaces impresiones. En este momento, aunque todos los indicios conducen al médico a dictaminar la muerte y aunque a primera vista y a todos los efectos la persona está muerta para esta vida, el hombre verdadero está ocupado en el cerebro y hasta que esta tarea no esté terminada allí, la persona no ha fallecido. Cuando esta labor solemne se ha realizado, el cuerpo astral se desprende del físico y, habiéndose marchado la energía vital, los cinco principios restantes se encuentran en el plano del Kama-Loka."

El Kama Loka es el plano astral que rodea y penetra la tierra, y se extiende a una "distancia mensurable" de ella. Así que hasta cierto punto es un lugar, pero no un lugar tal y como nosotros lo entendemos, ya que allí no se aplican las mismas leyes del tiempo y del espacio. Además, debido a estas y otras condiciones, demanda un estado de conciencia diferente. "Allí es donde los eidolones astrales de todos cuantos seres han vivido, incluidos los animales, esperan su segunda muerte" nos dice HPB en la pág. 142 de La Clave de la Teosofía.

En la muerte comienza una separación a medida que el cuerpo y la vitalidad corporal (Prana) se desprenden. En este punto, suceden dos cosas. En primer lugar, los recuerdos de los planos interiores se convierten en realidades vivas, móviles y activas; y debido a esto no somos conscientes del cambio. Y, en segundo lugar, el cambio es un cambio de estado de conciencia. Sin el cuerpo, sólo se puede manifestar una parte o aspecto de nuestra conciencia, y sin los contrastes de la vida corporal no podemos emitir juicios. Simplemente experimentamos el estado.

El pasaje anterior del Sr. Judge está relacionado con este otro de la pág. 162 de La Clave de la Teosofía:

“En el momento solemne de la muerte, todo hombre, aun cuando la muerte sea repentina, ve trazado ante sus ojos y en sus menores detalles el itinerario de su vida pasada. Durante un corto instante, el ego personal se funde con el Ego individual, omnisciente, formando con éste uno solo. Pero basta ese instante para revelarle toda la cadena de causas puestas en acción durante su vida. Se contempla y comprende entonces a sí mismo tal cual es, sin el adorno de la adulación o el autoengaño. Lee su vida permaneciendo como un espectador que mira abajo hacia la arena que está abandonando y siente entonces la justicia de todos cuantos sufrimientos ha experimentado.”

Aunque es comprensible que los detalles de las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) no coincidan totalmente con las enseñanzas teosóficas sobre los procesos post-mortem - ya que son sólo experiencias cercanas a la muerte en lugar de experiencias de muerte reales y lo que la Teosofía explica es esto último - es interesante observar que todo lo que se narra en el párrafo anterior es descrito en casi todos los registros de ECM. Algunos piensan que la referencia de HPB al alma que se dispone a partir "como un espectador que mira abajo hacia la arena que está abandonando" puede referirse a la experiencia que muchos relatan de encontrarse uno mismo fuera y encima de su cuerpo, mirándolo yacer abajo durante un tiempo y viendo lo que sucede alrededor de él.

El estado inmediatamente posterior a la muerte es el Kama-Loka, en sánscrito; literalmente "lugar de deseo". El cuerpo astral permanece cerca del cuerpo físico del fallecido y se desintegra a la misma velocidad que él. En el Kama-Loka, los Principios restantes, superiores e inferiores, experimentan un proceso de separación. Cuando este proceso se ha completado se dice que ha ocurrido la "segunda muerte".

A menos que haya un apego desmesurado a la naturaleza de Kama, la del deseo, la pasión y la sensualidad, entonces nosotros, como Egos, nos liberamos de este "purgatorio" en un tiempo relativamente corto y "caemos" en Devachan. Tras esta división o separación conocida como "la segunda muerte", dejamos atrás un "cascarón" formado por la unión del Kama y el Manas Inferior; es decir, todos aquellos aspectos de la ex-personalidad que no son aptos para entrar en el estado celestial. Este cascarón astral, generalmente conocido como Kama-Rupa, eventualmente pasa por un proceso de desintegración similar al que atraviesa el cuerpo físico. El Ego no tiene que esperar a que todo esto se complete. Sin embargo, volverá a encontrarse con la fuerza y carácter de estos deseos en forma de lo que llamamos Skandhas, ya que a partir de ellos se formarán los vehículos de su nueva encarnación. Todos estos procesos post-mortem son de carácter infinitamente variado y no hay una descripción definitiva que sirva para todas las personas ya que dependen enteramente de las condiciones de la última encarnación vivida. El Kama-Loka es un estado completamente personal y subjetivo.

Y afortunadamente…

"según la Enseñanza de Oriente, el estado del difunto en el Kama-Loka no es lo que nosotros, los vivos, reconoceríamos como ‘consciente’. Es más bien el de una persona confusa y aturdida por un golpe violento, que ha perdido el sentido momentáneamente (...) el proceso de desprenderse del inferior, el cuarto y parte del quinto principio es inconsciente para todos los seres humanos normales. Sólo en casos muy excepcionales hay un ligero retorno a la conciencia en el Kama-Loka: y este es el caso de personalidades no espirituales muy materialistas que, desprovistas de las condiciones requeridas, no pueden entrar en el estado de Descanso y Bienaventuranza absolutos."

(HPB, "Respuestas a Algunas Viejas Preguntas")

¿QUÉ LE OCURRE AL KAMA-RUPA?

La vida del Kama-Rupa depende de la intensidad de los deseos que lo componen. Si son fuertes se mantendrá durante mucho tiempo como una entidad en el plano astral, si no, flotará por ahí sin rumbo y pronto se desintegrará. Formado a partir del plano astral, una de sus características es que retiene los recuerdos de la última vida. En su artículo, "Notas y Conjeturas de un Estudiante", el Sr. Judge destaca que "el plano astral es el solvente y almacén de la forma, de la idea, de la memoria del hombre y la naturaleza, y de todo hábito y herencia". De modo que algunas personas enfocadas en desarrollar esa tendencia hacia las prácticas psíquicas pueden atraer el Kama-Rupa a la sala de sesiones de espiritismo y hacer que entregue sus recuerdos. A menudo los psíquicos confunden este "banco de memoria" astral con el alma del difunto, ya que bajo ciertas circunstancias se puede hacer que el Kama-Rupa repita lo que tiene registrado, al igual que una grabadora repite lo que hay en la cinta. Pero el Alma, el Ego, no está allí. Ha partido hacia un estado en el que ya no nos es posible contactar con él y donde no puede ser perturbado.

¿Nos afectan a nosotros estos Kama-Rupas? No, a menos que les dejemos. No, a menos que les abramos la puerta. Son un conglomerado de deseo, envidia, lujuria, etc. que no tienen voluntad ni dirección. Están dentro de la atmósfera psíquica de la tierra y, si se los deja solos, morirán de inanición. Sin embargo, para aquellos que son pasivos, que no tienen control de sus mentes y para los que hacen incursiones en prácticas psíquicas, son una amenaza constante, una fuente continua del peor tipo de pensamientos. También se dice que son atraídos cuando tenemos fuertes sentimientos de odio, envidia, lujuria, etc. Al parecer, esta es la forma en que alimentamos y sostenemos a estas entidades sin sentido.

Decir, para terminar, que en Kama-Loka no hacemos más Karma, ni tampoco pagamos mal karma. En el sentido más estricto, es un estado de efecto y allí no hacemos ningún progreso. Llegará un momento en que no necesitaremos pasar por tal estado. Es un proceso de separación; la separación de todos los aspectos malvados y egoístas de la vida pasada para que el Ego pueda disfrutar del descanso necesario en el Devachan. Y cuando esta separación ha tenido lugar, el ser cae en un estado de la más profunda inconsciencia, conocido como período de gestación - sobre el que se ha explicado muy poco - justo antes del paso a la siguiente etapa: cuando despierta a “las Alegrías del Devachan".

¿QUÉ ES EL DEVACHAN?

Aunque la palabra significa "morada de los dioses", el Devachan no es un lugar ni queda circunscrito a ninguna ubicación en concreto. Al igual que un sueño, es un estado de conciencia puramente personal y subjetivo que no está sujeto a ninguna interferencia externa. Y, dado que cada individuo crea su propio Devachan, hay una variedad infinita de estos estados en carácter y descripción, adaptándose cada uno a las necesidades del individuo en cuestión.

El acontecimiento que nos envía al Devachan es dejar ir al Kama-Rupa y a toda la naturaleza del deseo. Esto nos deja solo con lo bueno, lo desinteresado, lo espiritual. Ahora sólo estamos formados por la Tríada Superior y todo lo bueno que hemos traído de la última vida. Ya no tenemos una naturaleza "Inferior" y, en consecuencia, ni tan siquiera el recuerdo de algún sentimiento egoísta. Al no estar restringidos por la vida de la tierra, somos libres de desarrollar y expandir nuestras aspiraciones superiores y de construir su esencia en nuestra naturaleza Búdica. Estas declaraciones de la Doctrina Secreta (Vol. I, págs. 243-4) pueden ser aclaratorias:

1. Manas es inmortal, porque después de cada nueva encarnación le aporta a Atma-Buddhi algo de sí mismo, y así, asimilándose a la Mónada, comparte su inmortalidad.

2. Buddhi se vuelve consciente por los aumentos que recibe de Manas después de cada nueva encarnación y muerte del hombre.

3. Atma ni progresa, ni olvida, ni recuerda. No pertenece a este plano: no es más que el rayo de luz eterna que brilla sobre y a través de la oscuridad de la materia, cuando ésta lo permite.

Precisamente porque no estamos restringidos por presiones conflictivas, puede darse aquí el descanso del alma. Al parecer nuestra naturaleza superior es tal que obtiene su descanso realizando actos desinteresados y mediante pensamientos elevados. En el Océano, pág.110, el Sr. Judge dice:

“Ahora que el Ego ya no tiene cuerpo mortal ni kama, se viste en el Devachán con una vestimenta que no puede llamarse cuerpo, sino más bien medio o vehículo, y que funciona en el estado devachánico enteramente en el plano de la mente y el alma. Todo es tan real para él, entonces, como este mundo parece serlo para nosotros. Simplemente ha tenido la oportunidad de crear su propio mundo sin las obstrucciones de la vida física. Su estado puede compararse al del poeta o artista al que, absorto en el éxtasis de la composición o disposición del color, no le importan ni conoce el tiempo ni los objetos del mundo.”

Durante la vida estamos produciendo causas tanto en el mundo externo, objetivo como en el interior y subjetivo. Estos impulsos internos o psíquicos, estas altas inclinaciones y aspiraciones del alma, si no se ponen en práctica en el mundo objetivo, deben encontrar su resolución en el mundo subjetivo. Deben, según el Sr. Judge, "ser la base, causa, sustrato y apoyo para el estado de devachan".

Todo lo que el Ego anhelaba durante la vida era bueno, puro y desinteresado; todo lo que sus esperanzas y aspiraciones más elevadas concibieron en vida como ideal de existencia personal y espiritual, encuentran aquí su fruto. Todo ello forma la sustancia a partir de la cual crea y recrea mediante el poder de su imaginación espiritual, ahora activo, un mundo propio, poblado de lo que para él son seres reales y vida real. Es una existencia onírica y sin embargo tan real que nada ni nadie puede inducirle a pensar que se trata de una fase pasajera de su ciclo de existencia, auto-creada y auto-sostenida. Nadie puede despertarlo sino alguien que esté más allá de la ilusión del Devachan, pero que al mismo tiempo es demasiado sabio como para perturbar la bien merecida felicidad del Alma. Por fin es verdaderamente feliz, ya que durante ese tiempo no posee ningún instrumento que reaccione a las sensaciones de simpatía y antipatía.

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