Los Dhyani-Budhas ( Doctrina Secreta)
Los
Dhyani-Budhas son los Siete Espíritus Creativos, los Padres del HOMBRE, vigilan
cada Ronda y Raza Raíz. A través de Ellos – que emanan del Absoluto- se
construye el Universo y el Ser Humano en sus aspectos superiores.
Los
Dhyani-Budhas son lo mismo que la Jerarquía Celestial, los Dhyan Chohans, los
Arcángeles del cristianismo, los Elohim hebreos o los “Dragones de Sabiduría”
de China.
La Jerarquía
Celestial en el nuevo Manvantara se transfiere a mundos superiores,
mientras se conforma una nueva Jerarquía con algunos elegidos de esta
Humanidad.
Dentro de las 12 Grandes Órdenes está la 7 "Jerarquía de Poderes Creativos" y
estos siete están conectados de alguna manera con los Siete Planetas Sagrados, que son Venus, Mercurio,
Marte, Júpiter, Saturno y otros dos, que se dice exotéricamente que son el Sol
y la Luna, pero que de hecho son el misterioso planeta Vulcano y otro planeta
que no ha sido nombrado específicamente en las enseñanzas teosóficas, pero que
está descrito por HPB en "Transacciones de la Logia Blavatsky"
como "un planeta con un movimiento retrógrado, a veces visible a cierta
hora de la noche y aparentemente cerca de la luna. La influencia oculta de este
planeta es transmitida por la luna".
Los Siete
Poderes Principales o Siete Fuerzas del Universo también se describe como los
Siete Rayos. Ellos son (1) Para-Shakti, (2) Jnana-Shakti, (3) Itcha-Shakti, (4)
Kriya-Shakti, (5) Kundalini-Shakti, y (6) Mantrika-Shakti. las Seis
Fuerzas Universales, que son sintetizadas
y representadas colectivamente por la Séptima, que es "la luz del Logos" – "el Daiviprakriti".
(Ver artículo Las Siete
Jerarquías en el blog blavatskytheosophy.com)
Glosario
Teosófico:
Dhyâni–Buddhas (Sánsc.) – Los “de corazón
compasivo”; venerados especialmente en el Nepal. Tienen además un significado
oculto. [1º Un Espíritu planetario; un Dhyân–Chohan; 2º Una expresión del
Buddhi en los mundos informes, esto es, por medio de Dhyâna. (P. Hoult). – Los
Dhyâni–Buddhas son los Buddhas de Contemplación, en contraposición a los
Mânuchi–Buddhas, o Buddhas humanos. (Diccion. de Burnouf)]
Dhyâni
Bodhisattvas (Sánsc)
– En el budismo, son los cinco hijos de los Dhyâni–Buddhas. Tienen un
significado místico en la filosofía esotérica.
Dhyân–chohans (Sánsc.) – Literalmente: “Los
Señores de la Luz”. Los devas o dioses más elevados, correspondientes a los
Arcángeles de la religión católico–romana. Las Inteligencias divinas encargadas
de la superintendencia del Kosmos. [Hijos de la Sabiduría; Espíritus
planetarios, cuyo agregado colectivo forma el Verbo manifestado del Logos
inmanifestado y constituye al mismo tiempo la Mente del universo y su Ley
inmutable. – (Doctrina Secreta, I, 298, edición inglesa)].
Dhyânis (Sánsc.) – Ángeles o espíritus
angélicos. “Nombre genérico aplicado a unos Seres espirituales ordenados desde
el Logos planetario hasta algunos de los Arûpa–Devas”. (P. Hoult)
Dhyânis
inferiores – Nombre
que se da a los Pitris solares.
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“Por lo tanto, el hombre no puede conocer seres más elevados que sus propios `progenitores´” (Dhyanis).
“Ni debe adorarlos”, pero sí debe saber cómo ha
venido él al mundo. (DS.T2- 34)
“Para
expresarlo de un modo aún más claro, limitando la explicación a esta Tierra
solamente, el deber de los primeros Egos “diferenciados” –la Iglesia los llama
Arcángeles– fue dotar a la materia primordial con el impulso evolucionario y
guiar sus poderes constructores en la formación de sus producciones. Esto es a
lo que se refieren las sentencias de la tradición, tanto Oriental como
Occidental: “los Ángeles recibieron orden de crear”.
“Después que
la Tierra fue preparada por los poderes inferiores y más materiales, y sus tres
Reinos habían ya principiado su curso de “fructificar y multiplicarse”, los
poderes superiores, los Arcángeles o Dhyanis fueron obligados por la Ley
de Evolución a descender a la Tierra, para construir la corona de su evolución:
el HOMBRE. De este modo los “Creados por Sí” (DS. T2 -242)
"Los
siete señores sublimes (Libro Secreto de Dzyan) son
los Siete Espíritus Creativos, los Dhyan-Chohans, que corresponden al
hebreo Elohim. Es la misma jerarquía de Arcángeles a la que pertenecen San
Miguel, San Gabriel y otros, en la teogonía cristiana. Solo mientras que San
Miguel, por ejemplo, se le permite en la teología dogmática latina vigilar
todos los promontorios y golfos, en el Sistema Esotérico, los Dhyanis
vigilan sucesivamente una de las Rondas y las grandes razas raíz de nuestra
cadena planetaria.”
(DS. T1-42)
“Estos Dhyan
Chohans, como vemos, no pasan al través de los tres reinos como los Pitris
inferiores, ni se encarnan en el hombre hasta la Tercera Raza-Raíz. “(DS.
T1-188)
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“Faltando
esto, será siempre imposible comprender las relaciones metafísicas y las
puramente psíquicas y aun fisiológicas entre los Dhyan Chohans o Ángeles en un
plano, y la humanidad en el otro. Obras esotéricas orientales (arias) no han
sido hasta la fecha publicadas; pero tenemos los papiros egipcios que
hablan claramente de los siete principios o de las “Siete Almas del Hombre”
* (DS. T1- 226)
“Yoga significa aquí lo mismo que Dhyâna a cuya palabra es también sinónima de Yoga en el texto tibetano, donde los “Hijos de Yoga” son llamados “Hijos de Dhyâna”, o de esa meditación abstracta por la cual los Dhyani–Buddhas crean sus hijos celestiales, los Dhyani–Bodhisattvas.
Todas las criaturas del mundo tienen
cada una un superior arriba. Este superior, cuyo íntimo placer es emanar dentro
de ellas, no puede comunicar efusión alguna hasta que ellas han adorado [esto
es, meditado como durante el Yoga] (Sepher M’bo Sha–arim, cerca del fin, trad.
por Isaac Myer, Qabbalah. Págs. 109-111).” (DS. T2-166)
“El Globo,
impulsado hacia adelante por el Espíritu de la Tierra y sus seis auxiliares,
obtiene todas sus fuerzas vitales, su vida y poderes, del Espíritu del Sol, por
medio de los siete Dhyanis planetarios. Son ellos sus mensajeros de Luz, y
de Vida."
“Y así como cada una de las Siete Regiones de la Tierra, cada uno de los siete* Primogénitos [los Grupos Humanos primordiales] recibe espiritualmente su luz y vida de su propio Dhyani especial ( los 7 Padres Celestiales), y físicamente del Palacio [la Casa, el Planeta] de este Dhyani; lo mismo sucede con las siete grandes Razas a nacer en ella. La Primera nace bajo el Sol; la Segunda bajo Brihaspati [Júpiter], la tercera bajo Lohitanga [el de “cuerpo ígneo”, y también bajo Venus o Shukra]; la cuarta, bajo Soma [la Luna, también nuestro Globo, pues la Cuarta Esfera nació bajo la Luna y de ella] y Shani, Saturno†, el Krura–lochana [Ojo–Maléfico], y el Asita [el Obscuro]; la Quinta ( la actual) , bajo Budha (Mercurio)” (DS. T2 – 29).
“El Señor Prajâpati (Brahmâ) creó todo esto con sólo la mente” por medio de Dhyana o meditación abstracta y poderes místicos, lo mismo que los Dhyani Buddhas (vide supra). Es, pues, evidente que estos “Brâhmanas” son idénticos a los Bodhisattvas terrestres de los Dhyani–Buddhas celestes. Ambos, como “Elementos” primordiales, inteligentes, se convierten en los creadores o emanadores de las mónadas destinadas a ser humanas en este ciclo; después de lo cual ellos mismos se desenvuelven, o por decirlo así, se expanden en sus yoes propios como Bodhisattvas o Brâhmanas, en el cielo y en la tierra, para convertirse por último en simples hombres. “Los creadores del mundo nacen aquí, en la tierra una y otra vez”–verdaderamente” (DS T1- 572)
(Nota
aclaratoria sobre la CREACIÓN : Siendo la materia increada,
eterna e indestructible, por más que sus formas sean cambiantes y pasajeras,
sostiene la Teosofía, de conformidad con el antiguo apotegma ex nihilo nihil
(de la nada, nada sale), que el mundo no fue hecho de la nada y que, por lo
tanto, no es una creación, en el verdadero sentido de la palabra, sino una
emanación de la naturaleza material de la Divinidad, y en esta misma
naturaleza material se resuelve cuando el mundo llega a su fin.
Por otra
parte, no hay en la lengua sánscrita palabra alguna que exprese la idea de
creación, en el sentido de producir algo de la nada o dar ser a lo que antes no
lo tenía. (Véase: Bhagavad–Gîtâ, XIII, 19; VIII, 18, y IX, 7 y 8).”
“Cuando se
dice que cada alma humana nacía desprendiéndose del Anima Mundi, significa
esotéricamente que nuestros Yos superiores son de una esencia idéntica al Alma
del Mundo, que es una radiación de lo ABSOLUTO Universal siempre desconocido”
Sobre lo AQUELLO: El Todo absoluto, lo Eterno
absoluto, fuera de lo cual nada existe, de lo cual todo procede y en lo cual
todo se resuelve; la causa instrumental y material, a la vez, del universo; la
substancia y esencia de que el universo está formado. Es la Existencia una,
incognoscible, cuya primera manifestación es el Espíritu. El Espacio y el
Tiempo son simplemente formas de AQUELLO. Para los sentidos y las percepciones
de los seres finitos, AQUELLO es No–Ser, en el sentido de que es la única
Seidad; porque en este Todo está oculta su coeterna y coeval emanación o
radiación inherente, que convirtiéndose periódicamente en Brahmâ (la Potencia
masculino–femenina), se despliega formando el Universo manifestado. (Doctrina
Secreta).)
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“Otra
analogía significativa entre el esoterismo ario o brahmánico y el egipcio, es
que el primero llama a los Pitris los “antepasados lunares” de los
hombres, y los egipcios hacían del Dios-Luna, Taht-Esmun, el primer antecesor
humano. Este “dios luna” “expresaba los Siete poderes de la naturaleza, que
eran anteriores a él y que se hallaban en él sintetizados como sus siete almas,
de las cuales era él el expositor como el octavo. (De aquí la octava esfera).
Los siete rayos del Heptakis o Iao… caldeo en las piedras gnósticas, indican el
mismo septenario de almas… La primera forma del místico SIETE, se la veía
figurada en el cielo por las siete grandes estrellas de la Osa Mayor, la
constelación asignada por los egipcios a la Madre del Tiempo, y de los siete
poderes elementales (Véase The Seven Souls, etc). Como sabe muy bien todo indo,
esta misma constelación representa en la India los Siete Rishis, y es
llamada Riksha y ChitraSikhandinas.” (DS. T2-227)
“Los siete superiores hacen a los
Siete Lhas crear al mundo” declara un Comentario; lo cual significa que nuestra
Tierra –dejando a un lado lo demás– fue creada o formada por Espíritus Terrestres;
pues los “Regentes” sólo fueron los supervisores. Éste es el primer germen de
lo que se convirtió después en el Árbol de la Astrología y Astrolatría. Los
Superiores eran los Cosmocratores, los constructores del Sistema Solar.
Esto se halla sostenido por todas las
antiguas Cosmogonías, tales como la de Hermes, la caldea, la de los arios, la
egipcia y hasta por la de los judíos. Los Signos del Zodíaco –los Animales
Sagrados o el “Cinturón del Cielo”– son, a la vez, los Bne’ Alhim – Hijos de
los Dioses o de los Elohim– y los Espíritus de la Tierra; pero ellos son
anteriores a éstos.
Soma y Sin, Isis
y Diana, son todos Dioses o Diosas lunares,
llamados los padres y madres de nuestra Tierra, la cual les está subordinada.
Pero éstos, a su vez, están subordinados a sus “Padres” y “Madres” –siendo
estos últimos intercambiables y variando con cada nación– los Dioses y sus
Planetas, tales como Júpiter, Saturno, Bel, Brihaspati, etc” (DS. T2)
Ver artículos Teosofía Original: El Zodíaco y nosotros (teosofiaes.blogspot.com)
CONTENIDO DEL CURSO:
1. Reencarnación
2. Karma
3. Los Maestros de Sabiduría, fuente de la Teosofía
4a. La Mente y la Conciencia
4b. La Mente Personal y Universal
5a. El Cuerpo Astral
5b. Los poderes del cuerpo astral
6. Estados después de la muerte
7a. El sueño y los sueños
7b. Visiones y Meditación
8. Ciclos
9a. Evolución de la Mente y la Materia Cósmicas
9b. Evolución de la Conciencia
10. Leyes psíquicas