14 de noviembre de 2023

Ocultismo (HPB)

 Ocultismo (HPB)





Aunque sólo una minoría de nuestros miembros (teósofos) sea proclive al misticismo, en realidad, la clave de todos nuestros éxitos como acabamos de enumerarlos, consiste en reconocer el hecho del Ser Superior, incoloro, cosmopolita, asectario, asexuado, espiritual y altruista y la realización de nuestro trabajo considerando esta base. 

Para el secularista, el agnóstico y lo pseudo-científico, estos resultados hubieran sido inasequibles, mejor dicho, impensables. Las sociedades pacifistas son utópicas ya que ningún tipo de argumentación basada en consideraciones exotéricas de morales o conveniencias sociales, pueden despolarizar los corazones de los caudillos de las naciones, de la guerra y de los esquemas de conquista egoístas. 

Las diferencias sociales, el resultado de las evoluciones físicas y del medio ambiente material, engendran los odios raciales y las inquinas sociales y sectarias, las cuales son inexpugnables si las embestimos desde el exterior. Sin embargo, como la naturaleza humana es siempre idéntica, todos los seres humanos están sujetos, de la misma forma, a influencias cuyo epicentro es el “corazón” humano, despertando, entonces, la intuición humana. 

Además, como existe una única Verdad Absoluta, el alma y la vida de todos los credos humanos, es posible efectuar una alianza recíproca a fin de buscar y diseminar esta Verdad básica. Sabemos que un término omnímodo para esa Verdad Eterna es la “Doctrina Secreta”. La hemos profesado logrando una audiencia y, hasta cierto punto, hemos demolido las antiguas barreras, hemos formado nuestro núcleo fraterno y, al avivar la literatura aria, hemos facilitado la divulgación de sus preciosas enseñanzas religiosas, filosóficas y científicas entre las naciones más distantes. 

Si no hemos abierto escuelas regulares de adeptado en la Sociedad Teosófica, hemos, al menos, presentado un cierto acopio de pruebas según las cuales los adeptos existen y el adeptado es una necesidad lógica en el orden natural del desarrollo humano. Por lo tanto, hemos secundado al occidente a columbrar un ideal de las potencialidades humanas más digno que el que poseía antes. 

El estudio de la psicología oriental ha proporcionado al occidente una clave para ciertos misterios que anteriormente nos dejaban estupefactos. Basta mencionar los sectores del mesmerismo, del hipnotismo y de las presuntas  relaciones póstumas de la entidad desencarnada con los vivos. Además, ha facilitado una teoría de la naturaleza y de las relaciones entre la Fuerza y la Materia cuya verificación práctica es posible, para todos los que quieran aprender y seguir con esmero los métodos experimentales de las escuelas orientales de ciencia oculta. 

Nuestra experiencia nos induce a decir que esta ciencia y su filosofía complementaria, irradian luz en algunos de los problemas más profundos de la naturaleza humana. En el campo científico colma la “laguna infranqueable”, en la filosofía hace posible la formulación de una teoría coherente acerca del origen y destino de los globos celestiales y su progenie de reinos y variados planos. 

Donde el señor Crookes se detiene en su búsqueda para los meta-elementos no sabiendo como interceptar los átomos que faltan en su hipotética serie septenaria, la Filosofía Advaita entra en juego con su perfecta teoría evolutiva de la materia diferenciada desde la indiferenciada, Prakriti de Mulaprakriti, la “raíz sin raíz.” 

Con la actual publicación de “La Clave de la Teosofía”, una nueva obra que explica, de manera clara y sucinta, eso en lo que nuestra Teosofía Esotérica cree, descree y rechaza positivamente, se eliminarán todos los pretextos para lanzarnos acusaciones fantásticas. Ahora bien, los “corresponsales” de algunas revistas semanales entre las cuales el órgano de los espiritistas y aquellos que afligen periódicos respetables denunciando los presuntos “dogmas de los Teósofos”, cuya existencia se anidaba sólo en la mente de nuestros detractores, deberán probar lo que nos atribuyen valiéndose del capítulo y del versículo de nuestras publicaciones teosóficas y especialmente de “La Clave de la Teosofía” en que aparece. 

No pueden atrincherarse más tras de la ignorancia y si persisten delatando, deberán hacerlo basándose en la autoridad del contenido de nuestros libros; ya que a cada uno se le ofrece una simple oportunidad de aprender nuestra filosofía. 

Para terminar, en estos catorce años de vida, la Sociedad Teosófica ha hecho más para familiarizar a los pensadores occidentales con el gran pensamiento y descubrimiento ario, que cualquier otro ente en los últimos diecinueve siglos. No es pronosticable lo que podrá efectuar en el futuro, sin embargo, la experiencia justifica la esperanza que pueda ser mucho, ampliando su campo ya extenso de útil actividad.

LISTA DE ARTÍCULOS POR TEMAS

CURSO Y CLASES DE TEOSOFÍA