11 de marzo de 2025

El Ki, la energía vital: ejercicios prácticos

 El Ki, la energía vital: Ejercicios prácticos.



En países como Corea, China y Japón, hablar sobre la energía vital o "Ki" es algo habitual y está profundamente arraigado en sus culturas. El Ki (気) es un concepto fundamental en la filosofía oriental, representando el "flujo de energía vital" que circula a través de todos los seres vivos. Curiosamente, en japonés, se utiliza la palabra "Ki" con frecuencia para describir diversos aspectos relacionados con cómo nos sentimos. Un ejemplo claro es la palabra "Genki" (元気), que se utiliza para expresar que estamos saludables y llenos de energía. Este término se compone de dos caracteres kanji: "Gen" (元), que significa origen, y "Ki" (気), que significa energía, lo que indica la idea de tener una energía vital positiva y equilibrada.

El Ki y su importancia en la cultura oriental:

  1. Energía vital que conecta todo: El Ki no es solo algo que reside en los seres humanos; se cree que está presente en todos los seres vivos y en la naturaleza misma. Este flujo de energía es lo que mantiene la armonía en el universo y la salud en los individuos.

  2. El cuerpo como canal de energía: Según la filosofía oriental, el cuerpo humano es un canal por el cual circula el Ki. La práctica de diversas disciplinas, como el Tai Chi, el Qi Gong o el Reiki, busca mantener este flujo de energía en equilibrio para asegurar una vida saludable y armoniosa.

  3. El Ki como parte de la mente y el espíritu: No solo se trata de energía física, sino que el Ki también abarca el bienestar mental y emocional. La salud mental y emocional está estrechamente ligada a la fluidez y el balance de esta energía.

  4. La influencia del Ki en el entorno: La filosofía del Ki también influye en la arquitectura y el diseño de los espacios. En Japón, por ejemplo, la disposición de los objetos y el flujo del aire en una habitación pueden afectar el equilibrio de la energía vital, algo que se considera en prácticas como el Feng Shui.

  5. El Ki y la meditación: La meditación es una forma clave de conectar con el Ki. Al calmar la mente, uno puede sentir y dirigir esta energía, promoviendo la sanación y el crecimiento espiritual.

Ejercicios prácticos para trabajar con el Ki:

  1. Ejercicio de respiración consciente:
    Siéntate en una posición cómoda, cierra los ojos y comienza a respirar profundamente. Inhala por la nariz, sintiendo cómo el aire llena tu abdomen. Al exhalar, imagina que el Ki fluye a través de tu cuerpo. A medida que practiques esto, visualiza la energía circulando por todo tu ser, limpiando cualquier bloqueo.

  2. Tai Chi o Qi Gong:
    Practicar estas disciplinas es una excelente forma de movilizar el Ki. Ambas implican movimientos suaves y controlados que ayudan a equilibrar la energía. Puedes empezar con posturas simples, como la "postura del árbol" en Tai Chi, donde te centras en tu respiración y en cómo el Ki fluye a través de tu cuerpo mientras mantienes la postura.

  3. Ejercicio de visualización del Ki:
    Acuéstate en el suelo en una postura relajada. Cierra los ojos e imagina que una luz brillante y cálida (representando el Ki) entra por la parte superior de tu cabeza. Visualiza cómo esta luz recorre todo tu cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, purificando y revitalizando cada célula de tu ser. Siente cómo la energía se distribuye por todo tu cuerpo y permanece en tu abdomen, el centro de tu energía.

  4. Reiki básico para activar el Ki:
    Coloca las palmas de tus manos sobre áreas de tu cuerpo que sientas que necesitan sanación (como el corazón o el abdomen). Cierra los ojos y visualiza cómo tu energía fluye hacia esas áreas, brindándoles fuerza y equilibrio. Si no tienes experiencia con Reiki, simplemente coloca las manos en estas áreas y respira profundamente, dejando que tu energía fluya. Allí donde pones tu atención, circulará la energía vital o Ki con mayor fluidez. Las manos y los ojos tienen una gran concentración de magnetismo (Ki).

  5. Ejercicio de conexión con la naturaleza:
    Sal al aire libre y encuentra un lugar tranquilo, como un parque o jardín. Siéntate o permanece de pie con los ojos cerrados y concéntrate en la energía que te rodea. Siente el Ki que fluye a través del viento, los árboles y el sol. Al inhalar, imagina que estás absorbiendo esta energía vital de la naturaleza. Los árboles como los pinos y las palmeras tienen una gran concentración de Ki muy beneficioso, revitalízate permaneciendo debajo de esos árboles en actitud receptiva y contemplativa. 

Al añadir estos ejercicios en tu vida diaria, puedes empezar a trabajar conscientemente con el Ki para mejorar tu bienestar físico, emocional y espiritual.










Huang-Po y la naturaleza pura y vacía de la mente

 Huang-Po y la naturaleza pura y vacía de la mente



Huang-Po (o Huangbo Xiyun) fue un influyente maestro Zen en China durante la dinastía Tang, y sus enseñanzas tuvieron un profundo impacto en el desarrollo del Budismo Zen. Su principal texto, Las Enseñanzas Zen de Huang-Po, presenta un enfoque directo y sin rodeos sobre la naturaleza de la mente y el camino hacia la iluminación. Esta es una enseñanza similar a otros Maestros Zen como Bodidharma y DogenA continuación, algunos pasajes clave, junto con un resumen de sus enseñanzas:

-"Todos los Budas y todos los seres sintientes no son más que la Mente Única, aparte de la cual nada existe. Esta Mente, que no tiene comienzo, no es nacida y es indestructible. No es verde ni amarilla, y no tiene forma ni apariencia a las categorías de cosas que existen o no existen, ni puede ser pensado en términos de nuevo o viejo. No es largo ni corto, grande ni pequeño, porque trasciende todos los límites, medidas, nombres, huellas y comparaciones. Es lo que ves ante ti; comienzas a razonar sobre ello y de inmediato caes en el error. Es como el vacío ilimitado que no puede ser sondeado ni medido. La Mente Única es el Buda, y no hay distinción entre ellos. Buda y las cosas sintientes, pero los seres sintientes están apegados a las formas y por eso buscan externamente la Budeidad, por su misma búsqueda la pierden, porque eso es usar al Buda para buscar al Buda y usar la mente para captar la Mente, su máximo durante un eón completo, no podrán alcanzarlo. No saben que, si ponen fin al pensamiento conceptual y olvidan su ansiedad, el Buda aparecerá ante ellos, porque esta Mente es el Buda y el Buda son todos los seres vivientes."

-"La mente no es nada más que la totalidad de la realidad misma. No hay nada que no esté incluido en la mente. No hay nada que sea externo a ella." Huang-Po enfatiza que la mente no es algo separado del universo o de la realidad, sino que es la misma totalidad de la existencia. Este punto refleja la enseñanza central del Zen, según la cual la separación entre el ser humano y el mundo no es más que una ilusión.

-"El despertar es ver que no hay nada que ver. Si buscas algo, estás perdiendo la oportunidad." Esta frase expresa la naturaleza de la iluminación según Huang-Po: no se trata de alcanzar un objeto o un estado específico, sino de darse cuenta de que todo lo que se busca ya está presente. La mente que busca algo siempre está atrapada en el concepto y la dualidad, mientras que el despertar es reconocer que todo lo que se necesita ya está aquí.

-"La verdadera naturaleza de la mente es vacía, sin forma ni sustancia, y está siempre libre de las ataduras del pensamiento." Huang-Po enseña que la mente es intrínsecamente vacía y pura. Esta vacuidad no implica nada negativo, sino que es la libertad de la mente, libre de las distracciones y las construcciones mentales que nos separan de la realidad directa.

-"Si mantienes tu mente fija en un objeto, perderás tu camino. La mente no tiene ninguna forma fija, no tiene ningún objeto. El único objeto que debe estar presente es la total ausencia de forma." Este es otro recordatorio de que la mente debe liberarse de las ataduras de los conceptos fijos, los pensamientos y los objetos. En el Zen, la mente fluida y flexible es clave para alcanzar la verdadera comprensión.


La enseñanza central de Huang-Po es la experiencia directa de la realidad tal como es, más allá de los pensamientos, conceptos e ilusiones mentales. Huang-Po pone mucho énfasis en la "no-búsqueda", la idea de que el camino hacia la iluminación no se encuentra en la acumulación de conocimientos o prácticas externas, sino en reconocer que la mente y la realidad son una sola cosa, y que todo lo que se necesita ya está presente. A través de la práctica de la meditación y el desapego de los pensamientos, los estudiantes pueden llegar a comprender que la naturaleza esencial de la mente es vacía y libre, y que el sufrimiento proviene de aferrarse a conceptos y expectativas (El Desapego o desapasionamiento es uno de los requisitos del Raja Yoga -yama/niyama-, el entrenamiento del discípulo o yogi-meditador)

Huang-Po también advierte contra la tendencia a buscar respuestas o estados específicos, ya que tal búsqueda solo perpetúa la ignorancia. En lugar de buscar algo fuera de uno mismo, la verdadera sabiduría se encuentra al soltar el apego y la identificación con los pensamientos, reconociendo que lo esencial está siempre presente en el momento inmediato.

Su enseñanza subraya la importancia de la experiencia directa, la mente vacía y la no-dualidad, elementos clave en la tradición Zen.


¿Es la denuncia un deber? (HPB)

 ¿Es la denuncia un deber? (HPB)


H.P.Blavatsky. Revista Lucifer, diciembre 1888.

No pocos de nuestros más fervientes teósofos se sienten, lamentamos escucharlo, entre los cuernos de un dilema. Las pequeñas causas a veces producirán grandes resultados. Hay quienes se burlarían bajo la operación más cruel, y permanecerían tranquilos mientras les amputarían una pierna, que aún levantarían una tormenta y renunciarían a su legítimo lugar en el reino de los cielos si, para preservarlo, tuvieran que guardar silencio cuando alguien pisa sus callos.

En el número 13 de LUCIFER (septiembre, página 63), se publicó un artículo sobre "El significado de una promesa". De los siete artículos (sólo se repartieron seis) que constituyen todo el Juramento, el 1º, el 4º, el 5º y especialmente el 6º, requieren una gran fuerza moral de carácter, una voluntad de hierro añadida a mucho altruismo, pronta disposición para la renuncia e incluso para el sacrificio personal, para llevar a cabo tal pacto. Sin embargo, decenas de teósofos han firmado alegremente esta solemne "Promesa" de trabajar por el bien de la Humanidad olvidada de sí misma, sin una sola palabra de protesta, excepto en un punto. Por extraño que parezca, es la regla tercera la que en casi todos los casos hace que el solicitante dude y muestre la pluma blanca. Ante tubam trepidat: el mejor y más amable de ellos se siente alarmado; y está tan sobrecogido ante el toque de la trompeta de esa tercera cláusula, como si temiera por sí mismo el destino de los muros de Jericó.

¿Qué es, pues, esta terrible promesa, que parece estar por encima de las fuerzas del mortal común? Simplemente esto:

ME COMPROMETO A NO ESCUCHAR NUNCA SIN PROTESTAR NADA MALO QUE SE DIGA DE UN HERMANO TEÓSOFO, Y A ABSTENERME DE CONDENAR A OTROS.

Practicar esta regla de oro parece bastante fácil. Escuchar sin protestar el mal que se dice de alguien es una acción que ha sido despreciada desde los días más remotos del paganismo.

Oír una calumnia abierta es una maldición,
pero no encontrar una respuesta es peor, . . .

dice Ovidio. Por un lado, quizás, como lo señaló agudamente Juvenal, porque:

La calumnia, el peor de los venenos, siempre encuentra
una entrada fácil a las mentes innobles. . .

—y porque en la antigüedad a pocos les gustaba pasar por tales mentes. ¡Pero ahora! . . .

De hecho, el deber de defender a un prójimo picado por una lengua venenosa durante su ausencia, y de abstenerse, en general, de "condenar a otros" es la vida y el alma misma de la teosofía práctica, porque tal acción es la sierva que nos conduce por el estrecho Sendero de la "vida superior", esa vida que conduce a la meta que todos anhelamos alcanzar. La Misericordia, la Caridad y la Esperanza son las tres diosas que presiden esa "vida". "Abstenerse" de condenar a nuestros semejantes es la afirmación tácita de la presencia en nosotros de las tres divinas Hermanas; Condenar de "oídas" muestra su ausencia. "No escuches a un chismoso o a un calumniador", dice Sócrates. "Porque, como él descubre los secretos de los demás, así él a su vez descubrirá los tuyos". Tampoco es difícil evitar a los calumniadores. Donde no hay demanda, la oferta cesará muy pronto. "Cuando la gente se abstiene de oír mal, entonces los oradores malos se abstendrán de hablar mal", dice un proverbio. 

Condenar es glorificarse por el hombre al que se condena. Los fariseos de todas las naciones lo han estado haciendo constantemente desde la evolución de las religiones intolerantes. ¿Haremos como ellos?

Se nos puede decir, tal vez, que nosotros mismos somos los primeros en quebrantar la ley ética que estamos defendiendo. Que nuestros periódicos teosóficos están llenos de "denuncias", y LUCIFER baja su antorcha para arrojar luz sobre todos los males, lo mejor que puede. Nosotros respondemos: esto es otra cosa. Denunciamos con indignación los sistemas y las organizaciones, los males, sociales y religiosos, sobre todo: nos abstenemos de denunciar a las personas. Estos últimos son los hijos de su siglo, las víctimas de su entorno y del Espíritu de la Época. Condenar y deshonrar a un hombre en lugar de compadecerse de él y tratar de ayudarlo, porque, habiendo nacido en una comunidad de leprosos, él mismo es un leproso, es como maldecir una habitación porque está a oscuras, en lugar de encender silenciosamente una vela para disipar la oscuridad.

 "Las malas acciones se duplican con una mala palabra"; Tampoco se puede evitar o eliminar un mal general haciendo el mal uno mismo y eligiendo un chivo expiatorio para la expiación de los pecados de toda una comunidad. Por lo tanto, denunciamos a estas comunidades, no a sus unidades; Señalamos la podredumbre de nuestra jactanciosa civilización, indicamos los perniciosos sistemas de educación que conducen a ella y mostramos los efectos fatales de éstos en las masas. Tampoco somos más parciales con nosotros mismos. Dispuestos a dar nuestra vida cualquier día por la Teosofía —esa gran causa de la Fraternidad Universal por la que vivimos y respiramos— y dispuestos a proteger, si es necesario, a cada teósofo con nuestro propio cuerpo, sin embargo, denunciamos tan abierta y virulentamente la distorsión de las líneas originales sobre las que se construyó principalmente la Sociedad Teosófica (1), y el gradual aflojamiento y debilitamiento del sistema original por la sofistería de muchos de sus más altos funcionarios. Cargamos con nuestro Karma por nuestra falta de humildad durante los primeros días de la Sociedad Teosófica; porque nuestro aforismo favorito: "Mirad cómo se aman estos cristianos" tiene que ser ahora parafraseado diariamente, y casi cada hora, en: "Mirad cómo se aman nuestros teósofos". Y temblamos ante la idea de que, a menos que muchos de nuestros caminos y costumbres, en la Sociedad Teosófica en general, sean enmendados o eliminados, Lucifer tendrá que exponer un día muchas manchas en nuestro propio escudo, por ejemplo, la adoración del Ser, la falta de caridad y el sacrificio a la vanidad personal del bienestar de otros teósofos, más "ferozmente" de lo que jamás ha denunciado las diversas farsas y abusos de poder en las Iglesias estatales y modernas. Sociedad.

Sin embargo, hay teósofos que, olvidando la viga en su propio ojo, creen seriamente que es su deber denunciar cada mota que perciben en el ojo de su prójimo. Así, uno de nuestros miembros más estimables, trabajadores y nobles escribe, a propósito de la mencionada cláusula 3ª:

"El "Juramento" obliga al tomador a nunca hablar mal de nadie. Pero creo que hay ocasiones en las que la denuncia severa es un deber a la verdad. Hay casos de traición, de falsedad, de canalla en la vida privada que deben ser denunciados por los que están seguros de ellos; y hay casos en la vida pública de venalidad y envilecimiento que los buenos ciudadanos están obligados a fustigar sin piedad. La cultura teosófica no sería una bendición para el mundo si impusiera la falta de hombría, la debilidad, la flacidez de la textura moral."

Lamentamos sinceramente que un hermano muy digno sostenga puntos de vista tan erróneos. En primer lugar, pobre es la cultura teosófica que no logra transformar simplemente a un "buen ciudadano" de su propio país natal en un "buen ciudadano" del mundo. Un verdadero teósofo debe ser un cosmopolita en su corazón. Debe abrazar a la humanidad, a la humanidad entera en sus sentimientos filantrópicos. Es más alto y mucho más noble ser uno de los que aman a sus semejantes, sin distinción de raza, credo, casta o color, que ser simplemente un buen patriota, o menos aún, un partisano. Imponer una medida para todos es más santo y más divino que ayudar a la patria en su ambición privada de engrandecimiento, contienda o guerras sangrientas en nombre de la codicia y el egoísmo. "La denuncia severa es un deber a la verdad". Lo es; con la condición, sin embargo, de que se denuncie y luche contra la raíz del mal y no se desahogue su furia derribando las flores irresponsables de su planta. El horticultor sabio arranca las hierbas parásitas y apenas perderá tiempo en usar sus tijeras de jardín para cortar las cabezas de las malas hierbas venenosas. Si un teósofo es un funcionario público, un juez o magistrado, un abogado o incluso un predicador, es entonces, por supuesto, su deber para con su país, su conciencia y aquellos que confían en él, "denunciar severamente" todo caso de "traición, falsedad y sinvergüenza", incluso en la vida privada; pero —nota bene— sólo si se le apela y se le llama a ejercer su autoridad legal, no de otra manera. No se trata de "hablar mal" ni de "condenar", sino de obrar verdaderamente para la humanidad; tratando de preservar la sociedad, que es una parte de ella, de ser impuesta, y protegiendo los bienes de los ciudadanos confiados a su cuidado como funcionarios públicos, de ser arrebatados imprudentemente. Pero incluso entonces el teósofo puede afirmarse en el magistrado y mostrar su misericordia repitiendo después del severo juez de Shakespeare: "Lo demuestro sobre todo cuando muestro justicia".

Pero, ¿qué tiene que ver un miembro "activo" de la Sociedad Teosófica independiente de cualquier función u cargo público, y que no es ni juez, ni fiscal, ni predicador, con las fechorías de sus vecinos? Si un miembro de la Sociedad Teosófica es declarado culpable de uno de los delitos enumerados anteriormente o de algún crimen aún peor, y si otro miembro llega a poseer pruebas irrefutables a tal efecto, puede convertirse en su doloroso deber ponerlo en conocimiento del Consejo de su Rama. Nuestra Sociedad tiene que ser protegida, así como sus numerosos miembros. Esto, de nuevo, no sería más que simple justicia. Una declaración natural y veraz de los hechos no puede ser considerada como "hablar mal" o como una condena del hermano. Entre esto, sin embargo, y la murmuración deliberada hay un gran abismo. La cláusula 3 se refiere sólo a aquellos que, no siendo de ninguna manera responsables de las acciones o el andar de su prójimo en la vida, los juzgarán y condenarán en cada oportunidad. Y en tal caso se convierte en "calumnia" y "maledicencia".

Así es como entendemos la cláusula en cuestión; Tampoco creemos que al imponerla, la "cultura teosófica" imponga "la falta de hombría, la debilidad o la flacidez de la textura moral", sino al revés.

 Confiamos en que el verdadero coraje no tiene nada que ver con la denuncia; Y hay poca hombría en criticar y condenar a nuestros semejantes a sus espaldas, ya sea por los males hechos a otros o por el daño a nosotros mismos. ¿Consideraremos las virtudes incomparables inculcadas por Gautama el Buda o el Jesús de los Evangelios como "falta de hombría"? Entonces, la ética predicada por el primero, ese código moral que el profesor Max Müller, Burnouf e incluso Barthelémy St. Hilaire han declarado unánimemente el más perfecto que el mundo haya conocido jamás, no debe ser más que palabras sin sentido, y el Sermón de la Montaña debería no haber sido escrito nunca. ¿Considera nuestro corresponsal la enseñanza de la no resistencia al mal, la bondad para con todas las criaturas y el sacrificio de uno mismo por el bien de los demás como debilidad o falta de hombría? ¿Deben verse los mandamientos, "No juzguéis para que no seáis juzgados" y "Vuelve tu espada, porque los que toman la espada perecerán con la espada", como "flacidez de la textura moral" o como la voz del Karma?

Pero nuestro corresponsal no está solo en su forma de pensar. Muchos son los hombres y mujeres, buenos, caritativos, abnegados y dignos de confianza en todos los demás aspectos, y que aceptan sin vacilar todas las demás cláusulas del "Juramento", que se sienten incómodos y casi tiemblan ante este artículo especial. ¿Pero por qué? La respuesta es fácil: simplemente porque temen un perjurio inconsciente (para ellos), casi inevitable.

La moraleja de la fábula y su conclusión son sugerentes. Es un golpe directo a la educación cristiana y a nuestra civilizada sociedad moderna en todos sus círculos y en todos los países cristianos. ¡Tan profundo ha carcomido el corazón de todas las clases de la sociedad, desde las más bajas hasta las más altas, este cáncer moral, el hábito de hablar sin caridad de nuestro prójimo y hermano en cada oportunidad, que ha llevado a los mejores de sus miembros a sentirse desconfiados de sus lenguas! No se atreven a confiar en sí mismos para abstenerse de condenar a los demás, por la mera fuerza de la costumbre. Este es un "signo de los tiempos" bastante ominoso.

De hecho, la mayoría de nosotros, de cualquier nacionalidad, nacemos y nos criamos en una densa atmósfera de chismes, críticas poco caritativas y condenas al por mayor. Nuestra educación en este sentido comienza en la guardería, donde la niñera principal odia a la institutriz, esta última odia a la señora, y los sirvientes, sin importar la presencia del "bebé" y los niños, se quejan incesantemente contra los amos, se critican mutuamente y hacen comentarios insolentes a cada visitante. La misma formación nos sigue en el aula, ya sea en casa o en una escuela pública. Alcanza su cúspide de desarrollo ético durante los años de nuestra educación e instrucción religiosa práctica. Estamos empapados de principio a fin con la convicción de que, aunque nosotros mismos "nacimos en pecado y depravación total", nuestra religión es la única que nos salva de la condenación eterna, mientras que el resto de la humanidad está predestinada desde las profundidades de la eternidad a fuegos infernales inextinguibles. Se nos enseña que la calumnia de los dioses y la religión de todos los demás pueblos es un signo de reverencia por nuestros propios ídolos, y es una acción meritoria. El "Señor Dios" mismo, el "Absoluto personal", está impreso en nuestras jóvenes mentes plásticas como siempre murmurando y condenando a aquellos que él creó, como si maldijera al judío de dura cerviz y tentara a los gentiles.

Durante años, las mentes de los jóvenes protestantes se enriquecen periódicamente con las maldiciones más selectas del servicio de la Comunión en sus libros de oraciones, o la "denuncia de la ira y los juicios de Dios contra los pecadores", además de la condenación eterna para la mayoría de las criaturas; y desde su nacimiento, el joven católico romano escucha constantemente amenazas de maldición y excomunión por parte de su Iglesia. Es en la Biblia y en los libros de oraciones de la Iglesia de Inglaterra donde los niños y niñas de todas las clases aprenden de la existencia de vicios, cuya mención, en las obras de Zola, cae bajo la prohibición de la ley como inmoral y depravadora, pero a la enumeración y la maldición de los cuales en las Iglesias, jóvenes y ancianos se les hace decir: "¡Amén, " después del ministro de la mansa y humilde Jesús. Este último dice: "No jures, no maldigas, no condenes, sino "ama a tus enemigos, bendice a los que te maldicen, haz bien a los que te odian y te persiguen". Pero el canon de la iglesia y los clérigos les dicen: De ninguna manera. Hay crímenes y vicios "por los cuales afirmas con tu propia boca que la maldición de Dios es debida". (Vide "Servicio de Comunicación"). Qué maravilla que más tarde en la vida, los cristianos piadosamente traten de emular a "Dios" y al sacerdote, ya que sus oídos todavía zumban con: "Maldito sea el que quita el de su prójimo", y "Maldito sea" el que hace esto, aquello o lo otro, incluso "el que pone su confianza en el hombre" (!), y con el juicio y las condenas de "Dios". Juzgan y condenan a diestra y siniestra, entregándose a la calumnia al por mayor y "comminando" por su propia cuenta. ¿Olvidan que en la última maldición, el anatema contra los adúlteros y los borrachos, los idólatras y los extorsionadores, están incluidos "los INMISERICORDIOSOS y los CALUMNIADORES"? ¿Y que al unirse en el solemne "amén" después de este último rayo cristianohan afirmado "con sus propias bocas la maldición de Dios que ha de ser debida" sobre sus propias cabezas pecaminosas?

Pero esto parece preocupar muy poco a los calumniadores de nuestra sociedad. Porque tan pronto como los hijos de personas que asisten a la iglesia son educados religiosamente de sus bancos escolares, son tomados en sus manos por aquellos que los precedieron. Entrenado para su examen final en esa escuela para el escándalo, llamada en el mundo, por las lenguas más viejas y más experimentadas, para aprobar la Maestría en Artes en la ciencia del canto y la comunicación, un miembro respetable de la sociedad no tiene más que unirse a una congregación religiosa: convertirse en guardián de la iglesia o en dama patrona.

¿Quién se atreverá a negar que, en nuestra época, la sociedad moderna, en su aspecto general, se ha convertido en un vasto escenario para tales asesinatos morales, realizados entre dos tazas de té de las cinco y en medio de alegres bromas y risas? La sociedad es ahora más que nunca una especie de caos internacional en el que, bajo las ondeantes banderas del cristianismo de salón y de iglesia y bajo la culto cháchara del mundo, cada uno se convierte a su vez, tan pronto como se le da la espalda, en la víctima sacrificial, en la ofrenda por el pecado para la expiación, cuya carne chamuscada huele sabroso en las fosas nasales de la señora Grundy. Oremos, hermanos, y demos gracias al Dios de Abraham y de Isaac para que ya no vivamos en los días del cruel Nerón. Y, ¡oh! ¡Sintámonos agradecidos de que ya no vivamos en peligro de ser introducidos en la arena del Coliseo, para morir allí una muerte comparativamente rápida bajo las garras de las bestias salvajes hambrientas! Es el orgullo del cristianismo que nuestros usos y costumbres han sido maravillosamente suavizados bajo la sombra benéfica de la Cruz. Sin embargo, no tenemos más que entrar en un salón moderno para encontrar una representación simbólica, fiel a la realidad, de las mismas bestias salvajes que se dan un festín y se regodean con los cadáveres destrozados de sus mejores amigos. Mira a esos grandes felinos gráciles y feroces, que con dulces sonrisas y ojos inocentes afilan sus garras color de rosa preparándose para jugar al ratón y al gato. ¡Ay del pobre ratón acribillado por esos soberbios felinos de la Sociedad! Al ratón se le hará sangrar durante años antes de que se le permita desangrarse hasta morir. Las víctimas tendrán que sufrir un martirio moral inaudito, para enterarse por papeles y amigos de que han sido culpables en uno u otro momento de su vida de todos y cada uno de los vicios y delitos enumerados en el Servicio de Comunicación, hasta que, para evitar nuevas persecuciones, los dichos ratones se conviertan en feroces gatos de sociedad, y hagan temblar a su vez a otros ratones. ¿Cuál de las dos arenas es preferible, hermanos míos, la de los antiguos paganos o la de las tierras cristianas?

Addison no tuvo palabras de desprecio lo suficientemente fuertes como para reprender a esta Sociedad que chismorreaba sobre los Caínes mundanos de ambos sexos.

"¿Con cuánta frecuencia", exclama, "la honestidad y la integridad de un hombre se eliminan con una sonrisa o un encogimiento de hombros? ¡Cuántas buenas y generosas acciones han sido hundidas en el olvido por una mirada desconfiada, o marcadas con la imputación de proceder de malos motivos, por un susurro misterioso y sazonado! Mirar... ¡Cuán grande es la porción de castidad que se envía fuera del mundo por insinuaciones lejanas, que se apartan con la cabeza y que la envidia de aquellos que están más allá de toda tentación de ella! ¡Cuántas veces se desangra la reputación de una criatura indefensa por un informe —que la parte que se toma la molestia de propagarlo contempla con mucha lástima y compañerismo— de que lo lamenta de todo corazón, espera en Dios que no sea cierto!"

De Addison pasamos al tratamiento que Sterne hace del mismo tema. Parece continuar este cuadro diciendo:

"Tan fecunda es la calumnia en variedad de expedientes para saciar así como para disfrazarse, que si esas armas más suaves cortan tan dolorosamente, ¿qué diremos del escándalo abierto y sin rubor, sin ninguna precaución, atado a ninguna restricción? Si el uno, como una flecha disparada en la oscuridad, hace, sin embargo, tantos males secretos, esto, como la peste, que ruge al mediodía, barre todo a su paso, nivelando sin distinción el bien y el mal; A su lado caen mil, y a su derecha diez mil; Caen, tan desgarrados y desgarrados en esta tierna parte de ellos, tan despiadadamente masacrados, que a veces nunca se recuperan ni de las heridas ni de la angustia del corazón que han ocasionado."

Tales son los resultados de la calumnia, y desde el punto de vista del Karma, muchos de estos casos equivalen a algo más que un asesinato a sangre caliente. Por lo tanto, aquellos que quieran llevar una "vida superior" entre los "miembros trabajadores" de la Sociedad Teosófica, deben obligarse por este solemne juramento, o seguir siendo miembros monótonos. No es a estos últimos a quienes se dirigen estas páginas, ni se sentirían interesados en esa cuestión, ni es un consejo ofrecido a la S.T. de F. en general. Porque el "Juramento" en discusión es tomado sólo por aquellos Compañeros que comienzan a ser referidos en nuestros círculos de "Logias" como los miembros "activos" de la S.T. Todos los demás, es decir, aquellos Fellows que prefieren permanecer ornamentales, y pertenecen a los grupos de "admiración mutua"; o aquellos que, habiéndose unido por mera curiosidad, sin cortar su conexión con la Sociedad, se han apartado silenciosamente; o aquellos, de nuevo, que sólo han conservado un interés superficial (si es que lo tienen), una tibia simpatía por el movimiento -y que constituyen la mayoría en Inglaterra- no necesitan cargarse con tal promesa. Después de haber sido durante años el "Coro Griego" en el ajetreado drama representado, ahora conocido como la Sociedad Teosófica, prefieren permanecer como están. El "coro", teniendo en cuenta su número, sólo tiene que mirar, como en el pasado, lo que ocurre en la acción de los dramatis personæ y sólo se le pide que exprese ocasionalmente sus sentimientos repitiendo las joyas finales de los monólogos de los actores, o que permanezca en silencio, a su elección. "Filósofos de un día", como los llama Carlyle, no desean, ni son deseados, "aplicar". Por lo tanto, incluso si estas líneas llegaran a sus ojos, se les ruega respetuosamente que recuerden que lo que se dice no se refiere a ninguna de las clases de Compañeros enumeradas anteriormente. La mayoría de ellos se han unido a la Sociedad como si hubieran comprado un libro de guineas. Atraídos por la novedad de la encuadernación, la abrieron; Y, después de echar una ojeada al contenido y al título, al lema y a la dedicatoria, lo han guardado en un estante trasero y no han vuelto a pensar en él. Tienen derecho al volumen, en virtud de su compra, pero no se referirían a él más de lo que lo harían con un mueble anticuado relegado al trastero, porque su asiento no es lo suficientemente cómodo o está fuera de proporción con su tamaño moral e intelectual. De cien a uno, estos miembros ni siquiera verán a Lucifer, porque ahora se ha convertido en una cuestión de estadísticas teosóficas que más de dos tercios de sus suscriptores son no teósofos. Ni tampoco lo son los hermanos mayores de Lucifer: el "Teósofo" de Madrás, el "Sendero" de Nueva York, el "Lotus" francés, ni siquiera el maravillosamente barato e internacional "T.P.S." (del número 7 de Duke Street, Adelphi), más afortunados que nosotros. Como todos los profetas, no carecen de honor, excepto en sus propios países, y sus voces en los campos de la Teosofía son verdaderamente "la voz de quien clama en el desierto". Esto no es una exageración. Entre los respectivos suscriptores de esos diversos periódicos teosóficos, los miembros de la Sociedad Teosófica, cuyos órganos son y para cuyo único beneficio fueron iniciados (sus editores, gerentes y todo el personal de colaboradores constantes que trabajan gratuitamente, y que además pagan de sus propios bolsillos, generalmente escasos, impresores, editores y colaboradores ocasionales), son en promedio el 15 por ciento. Esto es también un signo de los tiempos, y muestra la diferencia entre los teósofos "trabajadores" y los "descansados".

No debemos terminar sin abordar una vez más el primero. ¿Quién de ellos se comprometerá a sostener que la cláusula 3 no es un principio fundamental del código de ética que debería guiar a todo teósofo que aspire a serlo en realidad? Para un cuerpo tan grande de hombres y mujeres, compuesto de las más heterogéneas nacionalidades, caracteres, credos y maneras de pensar, proporcionando por esta misma razón tan fáciles pretextos para disputas y conflictos, ¿no debería esta cláusula convertirse en parte integral de la obligación de cada miembro, trabajador u ornamental, que se une al movimiento teosófico? Creemos que sí, y lo dejamos a la consideración futura de los representantes del Consejo General, que se reunirán en el próximo aniversario en Adyar. En una Sociedad con pretensiones de un sistema de ética exaltado —esencia de todos los códigos éticos anteriores— que confiesa abiertamente sus aspiraciones de emular y avergonzar con su ejemplo práctico y sus formas de vida a los seguidores de todas las religiones, tal promesa constituye la condición sine qua non del éxito de esa Sociedad. En una reunión donde "cerca de la ortiga ruidosa florece la rosa", y donde las espinas feroces son más abundantes que las flores dulces, una promesa de tal naturaleza es la única salvación. Ninguna ética como ciencia de los deberes mutuos, ya sean sociales, religiosos o filosóficos de hombre a hombre, puede llamarse completa o coherente a menos que se aplique tal regla. Y no sólo esto, sino que si no queremos que nuestra Sociedad se convierta de facto y de jure en una gigantesca farsa que desfila bajo su estandarte de "Fraternidad Universal", deberíamos seguir cada vez la violación de esta ley de leyes, mediante la expulsión del calumniador (2). Ningún hombre honrado, y menos aún un teósofo, puede prescindir de estas líneas de Horacio:

El que injuria a sus amigos ausentes,
o los oye escandalizarse, y no defiende;
Cuenta cuentos y desprecia a sus amigos;
Ese hombre es un bribón, ten cuidado con él.


NOTA DEL EDITOR: (1)en este enlace aparecen algunas organizaciones que transmiten Falso Esoterismo o Charlatanería. Desenmascarados están, tal y como quería H.P.Blavatsky. Link:AQUÍ 

 (2)Por otra parte, hemos comprobado en el pasado como en algún Grupo o Logia de Teosofía no se expulsa a los calumniadores tal y como recomendaba HPB en este artículo, creemos que es por una falta de coraje (o paciencia mal entendida, o compasión estúpida) y por miedo a actuar con determinación. Esa pasividad ante los calumniadores no beneficia al Movimiento Teosófico, y posiblemente la oportunidad de enfrentar un conflicto con un calumniador es una de esas pruebas que impone la Naturaleza y los Maestros. 


21 de febrero de 2025

Cuerpo Astral Y Campos Mórficos (David Pratt)

 Cuerpo Astral y Campos Mórficos (David Pratt)



De la web del investigador David Pratt (Cuerpos Astrales, febrero 2017)

Stuart Pivar (2011, 4, 83) señala que durante la embriogénesis 'las células parecen correr de un lado a otro, organizándose en órganos como si sabían de antemano a dónde ir, todo para total confusión de los embriólogos. ... Es difícil, si no imposible, asignar la epigenética, mecánicamente efectos causales de las etapas sucesivas de la embriología observada. En lugar de eso es como si las células dieran la ilusión de llenar un molde invisible". De acuerdo con la Teosofía, este molde o plano es el cuerpo modelo astral.

Desde la década de 1920 muchos biólogos han propuesto que la organización biológica depende de algún tipo de campo morfogenético o de desarrollo, pero sin explicar en términos concretos qué es tal campo. Rupert Sheldrake sugiere: que los campos morfogenéticos son un nuevo tipo de campo hasta ahora desconocido para la ciencia y 'trabajar imponiendo patrones a patrones que de otro modo serían aleatorios o indeterminados patrones de actividad" (sheldrake.org). Argumenta que la forma y la estructura de un cuerpo físico están organizadas por una jerarquía de campos morfogenéticos, uno para cada átomo, molécula, célula, tejidos y órganos hasta el cuerpo en su conjunto. Señala que el sistema electromagnético campos circundantes a los organismos, que reflejan los cambios en el estado actual del organismo, no debe confundirse con los campos morfogenéticos. Harold Saxton Burr cometió este error cuando afirmó que los "campos de vida" electrodinámicos actúan como planos para el desarrollo.

Sheldrake propone que, además de los campos morfogenéticos, también hay otros tipos de campos mórficos, como los campos conductuales, los campos mentales, los campos culturales y el campo mórfico de todo el planeta. Propone que los campos mórficos contienen una memoria inherente, transmitida a través de resonancia' de campos similares anteriores. Los campos en sí no son estáticos, sino que evolucionan, y cuando la entidad que organizan muere continúan existiendo como "potenciales patrones organizadores de influencia". Él describe los campos mórficos como 'estructuras de probabilidad' y 'campos de información', pero insiste en que no están compuestos de materia-energía de cualquier tipo. Sin embargo, si eso fuera cierto, serían pura nada y no tendría ningún efecto sobre nada (valoración de Sheldrake). Tal como está, la teoría de Sheldrake es una forma extrema de dualismo: un reino de patrones de probabilidad incorpóreos, sin energía, que interactúan de alguna manera con el reino de la energía-sustancia.

Sheldrake argumenta que, durante la embriogénesis, grupos de las células actúan como "gérmenes morfogenéticos" que sintonizan con  campos que guían el desarrollo de estructuras corporales particulares. En animales embrionarios han identificado muchos centros organizadores que desempeñan un papel papel clave en el desarrollo de tejidos y órganos, y cree que estos pueden ser los gérmenes con los que se asocian los campos morfogenéticos. Una morfogenética contiene la forma final virtual del sistema en desarrollo, ya sea ser parte de un organismo o de todo el organismo; El formulario virtual se actualiza, los componentes apropiados entran dentro del rango de influencia del campo y ocupan sus posiciones relativas.

Un tipo dado de morfogénesis generalmente sigue a un desarrollo particular vía, sino que también puede proceder hacia la forma final a partir de diferentes gérmenes y por diferentes vías, como en los fenómenos de regulación y regeneración. En la teoría de Sheldrake, si las condiciones ambientales inusuales o genéticas alteraciones cambian la estructura y el patrón oscilatorio de un germen, ya no se asociará con su campo morfogenético habitual. O bien dejará de actuar como un germen en absoluto, en cuyo caso toda una estructura no aparecerá, o se asociará con un campo morfogenético diferente, en cuyo caso una estructura que normalmente no se encuentra en esta parte del organismo se desarrollará en lugar de la habitual. En otras palabras, las mutaciones en la los genes afectan la sintonía de los gérmenes morfogenéticos con campos, al igual que una alteración de un transistor o condensador en un circuito de sintonización podría hacer que un televisor sintonice un canal diferente o que pierda la posibilidad de sintonizar cualquier canal.

Si las mutaciones genéticas u otros factores hacen que los gérmenes morfogenéticos adicionales forma dentro de los organismos en desarrollo, ciertas estructuras se pueden repetir más de lo habitual.

Un ejemplo hortícola familiar es el de las flores "dobles", que contiene pétalos adicionales. Los bebés humanos a veces nacen con más dedos de las manos o de los pies. Y muchos casos de estructuras anormalmente reduplicadas se pueden encontrar en los textos estándar sobre teratología, que van desde los terneros a monstruosas peras múltiples.

A medida que se desarrollan estas estructuras adicionales, regulación se produce de tal manera que se integran más o menos completamente con el resto del organismo: por ejemplo, pétalos adicionales en las flores dobles tienen conexiones vasculares normales, y dedos adicionales y los dedos de los pies tienen un suministro de sangre e inervación adecuados. (Sheldrake, 2009, 177)

En la teoría de Sheldrake, entonces, los cambios en los genes físicos o en el ambiente, las condiciones pueden interferir con el patrón normal del desarrollo físico impidiendo la sintonía con los campos mórficos relevantes, y no porque afectan a los propios campos mórficos.

Desde una perspectiva teosófica, hay dos posibilidades: o bien el cuerpo astral en desarrollo se ve afectado negativamente por mutaciones en el estado físico, genes o cambios en las condiciones ambientales (exposición a toxinas, rayos X, calor, etc.), o tal vez por los acontecimientos correspondientes en el nivel astral; o el cuerpo astral no se ve afectado por tales cambios (en contraste con el daño infligidos por los pensamientos y las emociones en el caso de las impresiones maternas). En el primer escenario, 1) el cuerpo físico malformado copia servilmente al malformado Cuerpo Astral. En el segundo escenario, 2) el cuerpo físico está malformado, pero el cuerpo astral no lo está; Si los "gérmenes morfológicos" en el embrión en desarrollo se alejan demasiado de su estado normal, no producirá una copia física exacta de las partes correspondientes del cuerpo astral, o dan lugar a copias físicas adicionales del astral "equivocado" estructuras si se desarrolla una resonancia con estas estructuras. Para decir con certeza lo que está sucediendo en el nivel astral, sería necesario poseer visión clarividente.

A finales de la década de 1950 y principios de los 60, se recetaba talidomida para tratar la enfermedad en mujeres embarazadas. Esto llevó al nacimiento de más de 10.000 niños con extremidades severamente deformadas y otros defectos. A nivel físico, la talidomida se cree que conduce a la pérdida o interrupción de los vasos sanguíneos recién formados, interfiriendo así con el desarrollo normal (ncbi.nlm.nih.gov). La cuestión es si el fármaco provoca las correspondientes deformidades en el Cuerpo Astral. El hecho de que la gente nacidos sin una extremidad porque sus madres tomaron talidomida a veces tienen miembros fantasma sugiere que la extremidad astral correspondiente puede en algunos casos estar presente. (teoría de miembros fantasmas)

La regulación y la regeneración plantean cuestiones similares. Cuando un gusano plano es cortado en pedazos y cada pedazo se convierte en un gusano entero, es posible que el cuerpo astral también está cortado en pedazos, y que cada uno de estos porciones es capaz de regenerarse a sí mismo, pero de nuevo, esto sólo podía ser verificado usando métodos ocultos.

Los siguientes casos de regeneración en salamandras plantean interesantes cuestiones. Si, en un plazo de cinco años, a los siete días después de su aparición, el blastema (la masa de células a partir de las cuales crece una nueva extremidad) del muñón de una pata delantera amputada se injerta cerca de la pata trasera, se convierte en una segunda pata trasera, mientras que si es un poco más viejo, produce una pata delantera (Becker y Selden, 1985, 49-50). En otras palabras, el blastema es "programado" por los tejidos cercanos, y se 'reprograma' si es trasladado a un lugar diferente dentro de unos días, pero no si por un período más largo ha transcurrido. Tales escenarios no podrían surgir en la naturaleza, pero son el resultado del 'ingenio' humano.

Un cuerpo astral o físico en desarrollo anormal todavía hace todo lo posible para la forma final normal y garantizar que, a pesar de cualquier anomalía, la forma final producida es viable. Esto se hace posible por la inteligencia instintiva que impregna la naturaleza. Cada célula tiene una conciencia propia y una cierta libertad de acción (BCW 12:365); Tiene su propia memoria, instinto, inteligencia relativa y discriminatoria. (BCW 10:322; 12:134). Animales que nacen con cuerpos anormales a veces logran sobrevivir modificando sus movimientos y comportamientos.

La ciencia ortodoxa simplemente asume que los instintos están de alguna manera programados en genes o el sistema nervioso, y que todas las formas de actividad mental pueden ser reducido a la actividad electroquímica en el cerebro. En la obra de Sheldrake, hay un campo mórfico conductual para cada patrón de comportamiento y un campo mental para cada pensamiento o idea. Argumenta que: El yo consciente está separado del cerebro; interactúa con el cerebro a través de campos mórficos mentales y conductuales, o es un aspecto' de campos mentales y conductuales.

Teosóficamente, los seres humanos consisten en una serie de personas que se interpenetran e interactúan, vehículos de conciencia compuestos de diferentes grados de energía-sustancia: el Ser Espiritual-Divino trabaja a través del alma reencarnante (mente superior), que trabaja a través del Kama-rupa (mente inferior), que trabaja a través del astral Cuerpo-modelo, que trabaja a través del cuerpo físico. Instintos y actividades mentales están conectados con patrones de actividad vibratoria en nuestros cuerpos sutiles, cada partícula de la cual está viva y consciente hasta cierto punto.

CURSO Y CLASES DE TEOSOFÍA


Una historia de Viaje Astral (Franz Hartmann)

 Una historia de Viaje Astral (Franz Hartmann)




Extracto de The Occult Review, marzo 1908, v. 7, pág 159-160.


"Parece que en la actual fase de la evolución humana, tanto en Europa como en América se está produciendo un desarrollo considerable en lo que conciernen las facultades psíquicas.

Personas que nunca habían oído hablar del espiritismo o del esoterismo se sorprenden al poseer poderes ocultos y mientras que los científicos discuten sobre qué tan tangibles son esas experiencias, mientras tanto, aumenta el número de individuos que son capaces de abandonar sus formas físicas y efectuar excursiones por medio de su cuerpo astral y de cuya existencia nunca habían escuchado antes.

Así por ejemplo, una señora que yo conozco me escribió desde Berlín para decirme lo siguiente:


"El caballero con quien yo estoy comprometida para casarme fue oficial en el ejército, pero recientemente ha dejado ese cargo, y poco antes de ese evento, él me narró que después de haberse ido a dormir, se encontró repentinammente de pie en medio de su habitación, mientras su cuerpo físico estaba en su cama.

La situación le parecía bastante extraña ya que nunca había oído hablar de tales cosas. Caminó por la habitación, miró los diferentes objetos con el propósito de convencerse de que todavía estaba en posesión de su razón, fue a su escritorio y leyó un libro que estaba abierto, pero a pesar de sus intentos para hacer pasar las páginas, no pudo conseguirlo.

Luego se acercó a la ventana, miró hacia la calle y vio las linternas y las luces de gas parpadeando. En resumen, en esa extraña condición en la que se encontraba vio todo de la misma manera como usualmente le aparecía en su estado normal.

Entonces se le ocurrió que probablemente estaba desdoblado, y se preguntó si le sería posible pasar a través de una pared sólida. Lo intentó y se encontró en la habitación contigua, donde vio a uno de sus compañeros sentado en una mesa mientras este estaba dibujando.

En vano trató de llamar su atención: lo tocó, le habló y respiró sobre él, pero su amigo continuó su trabajo sin darse cuenta de todo eso.

Mi prometido se sintió muy apenado porque no pudo dar a conocer su presencia y regresó a su habitación donde vio su cuerpo todavía en la cama, inamovible como antes.

Luego atravesó por la ventana que estaba cerrada hacia la calle y fue a la estación de tren donde vio el movimiento de la gente y de los trenes. Y finalmente llegó a un túnel por el que entró y vio a algunos trabajadores en su labor. Nunca había estado en ese túnel y no sabía de su existencia.

Al regresar a su habitación, vio a su sirviente abrir la puerta y entrar en su cuarto. El sirviente pareció olfatear el aire y se apresuró a ir a la cama, sacudiendo el cuerpo de su amo, mientras que él estaba a un lado mirando el procedimiento. El criado se apresuró en abrir la ventana.

Entonces mi prometido se despertó debido a una sensación de frío, y le preguntó al sirviente qué ocurría.  El sirviente le respondió que había gas de carbón en la habitación y que al ver el cuerpo de mi prometido tan inmóvil, temió de que hubiera muerto.

Y al preguntarle a su sirviente por qué había regresado a su dormitorio a esa hora, el sirviente dijo que de repente sintió una fuerte sensación de que debía regresar para mirar una vez más la estufa.

Está claro que si el sirviente no hubiera regresado, mi prometido habría fallecido y su espíritu no podría haber regresado a su cuerpo.

Al día siguiente él fue al túnel donde encontró todo lo que había visto durante la noche, y también se convenció de que su amigo en la habitación contigua estaba haciendo ese dibujo; pero con todo eso, todavía no cree que persista una continuación de la existencia individual consciente después de la muerte."


Y a este relato les puedo agregar una experiencia similar que yo tuve en Colombo (Ceilán) en 1884. En ese entonces fui con un amigo a ver a un dentista para que me extrajeran un diente. El dentista me dio cloroformo para anestesiarme y después de estar bajo su influencia, pronto me vi de pie junto a la silla del dentista en la que se encontraba mi cuerpo inerte.

Vi todos los objetos que había en la habitación y escuché todo lo que se habló entre el dentista y mi amigo, pero cuando intenté levantar uno de los instrumentos que se encontraba en una mesita junto a la silla, no pude hacerlo ya que mis dedos lo atravesaban.


Desde entonces ocasionalmente me he visto saliendo de mi cuerpo físico y esto ocurre de dos maneras:
si mientras se está llevando a cabo esa separación, mi conciencia está centrada dentro de mi cuerpo físico, veo a mi cuerpo astral parado frente a mí al lado de mi cama, pero si mi conciencia está centrada dentro de mi cuerpo astral, entonces veo a mi cuerpo físico acostado en la cama.

Y debo precisar que nunca he realizado de manera consciente excursiones astrales hacia lugares distantes, pero tales experiencias que les acabo de mencionar pueden ser suficientes para convencer a uno de que el hombre sí tiene un cuerpo astral capaz de existir independientemente de la forma física.

Y para aquellos que han experimentado tales cosas, las dudas que tienen aquellos que nunca lo han experimentado, les pueden parecer tan indignas de consideración como lo harían los argumentos de alguien que nunca ha visto los ferrocarriles y por lo tanto niega de su existencia."

PARA SABER MÁS SOBRE EL PLANO ASTRAL, 
ESTUDIA EL CURSO DE TEOSOFÍA ORIGINAL (ver menú) : 




17 de febrero de 2025

Consejos para purificar el hogar de entidades astrales.

 Consejos para purificar el hogar de entidades astrales.



El Maestro Kuthumi le transmitió un consejo al teósofo y periodista Alfred Sinnet que este ignoró por seguir ciegamente el espiritismo (necromancia). Dicho consejo es para limpiar su casa que se había llenado de cascarones astrales que resultan ser peligrosos, sobre todo para las personas sensitivas. 

Carta que le entrego Blavatsky a A.Sinnet, del Maestro Kuthumi:

"Tu casa, mi querido amigo, tiene una colonia de elementarios que moran en ella (entidades astrales desencarnadas que se instalaron en la casa de Sinnett por las sesiones espiritistas que él practicaba a pesar de haber sido advertido, estas entidades astrales vampirizan la vitalidad de las personas e influyen negativamente)

Y para una sensitiva como ella (Laura Carter Holloway) eso era una atmosfera tan peligrosa para existir como lo sería para cualquier individuo muy sensible sujeto a las influencias pestilentes y mórbidas de un cementerio.

Por lo tanto deberías de ser más que ordinariamente cuidadoso de no alentar la sensibilidad en tu casa y de no admitir visitas de sensitivos mediúmnicos salvo las que no puedas evitar.

Y sería bueno que también quemaras fuegos de madera en los cuartos de vez en cuando y que llevaras por toda tu casa fumigadores en recipientes abiertos con madera ardiendo.

Y también podrías pedirle a Damodar que te envíe algunos manojos de inciensos para que los uses con este propósito.

Todo esto te puede ayudar para alejar a esas entidades nocivas, pero el mejor medio para eliminar invitados indeseables de esta clase, es que vivas puramente en acto y pensamiento."   ( CM 55, 323)

Nota: consideramos eficientes estos consejos y añadimos que el incienso debe ser de buena calidad (sándalo, mirra, incienso sang, etc), también hemos observado que la atmosfera psíquica de un espacio se aclara con los mantrams (budistas o hindús) bien sean en audio, recitados o escritos.

Mantra poderoso de Chenrezig largo:


Anónimo





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Vimanas: ¿Naves voladoras antiguas o leyendas?

 Vimanas: ¿Naves voladoras antiguas o leyendas?


Los antiguos textos sagrados de la India mencionan los vímanas, misteriosas máquinas voladoras que aparecen en relatos como los Vedas (siglo VII a.C. los dioses vuelan en carruajes) y el Ramaiana, donde se describen carruajes celestiales y palacios flotantes. Sin embargo, algunos textos modernos, como el Vaimānika Śāstra, han generado controversia por su dudoso origen y la falta de sustento técnico en sus descripciones de aeronaves.

La Teosofía dice que en el continente sumergido de la  Atlántida habían máquinas voladoras o aeronaves y otras tecnologías extraordinarias, ¿ es posible que se recuerde en estos textos hindús el pasado del misterioso continente atlante?. No lo sabemos, pero W.Q Judge, el gran teósofo e iniciado, tuvo una visión de estas aeronaves durante la última gran batalla en aquel tiempo lejano.

Mientras algunos creen que estas referencias podrían ser evidencia de contacto con civilizaciones avanzadas en la antigüedad, otros consideran que son simples relatos mitológicos. La clave está en no caer en extremos: ni descartarlo como absurdo ni asumirlo como prueba de visitas extraterrestres.

¿Mito, historia reinterpretada o realidad oculta? El misterio sigue abierto. 

Anónimo.