22 de marzo de 2023

Pérdida del alma y aniquilación

 

Pérdida del alma y aniquilación

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En el primer volumen de su primer libro "Isis sin velo", H. P. Blavatsky toca un tema que es de gran interés para muchos. Nunca se profundizó mucho, sin duda porque esto no fue permitido por los Maestros, pero sin embargo ciertamente nos hace sentarnos y pensar cuando leemos eso:

"Nuestro ciclo actual es preeminentemente una de esas muertes del alma. Damos codazos a hombres y mujeres sin alma en cada paso de la vida". ("Isis sin velo" Vol. 1, página. 369)

El tema en cuestión es el de la pérdida del alma mientras aún está físicamente vivo.

En "La Doctrina Secreta" Vol. 1, p. 234, se dice que, "El alma, cuyo vehículo corporal es la envoltura astral, etero-sustancial, podría morir y el hombre seguir viviendo en la tierra, es decir, el alma podría liberarse y abandonar el tabernáculo por varias razones, como la locura, la depravación espiritual y física, etc. . . . La posibilidad de que el "Alma" (es decir, el eterno Ego Espiritual) habite en los mundos invisibles, mientras su cuerpo sigue viviendo en la Tierra, es una doctrina preeminentemente oculta, especialmente en la filosofía china y budista. Muchos son los hombres sin alma entre nosotros, porque la ocurrencia se encuentra que tiene lugar en materialistas malvados, así como en personas "que avanzan en santidad y nunca regresan".

Algunos se han preguntado cómo o por qué es que algunas personas "que avanzan en santidad y nunca regresan" podrían volverse sin alma. Es posiblemente una referencia a aquellos yoguis, de los cuales hay muchos ejemplos de este tipo en la India, cuyas prácticas meditativas los llevan a un punto de perder la conexión y la integración con sus cuerpos físicos y personalidades. A veces se les describe como estando en un estado permanentemente "dichoso". Hay términos especiales para ellos en el hinduismo, dependiendo de cuán conectados estén todavía con su cuerpo y entorno. En la mayoría de los casos, se vuelven indefensos, como los niños, y tienen que ser cuidados por otros, que generalmente consideran un gran honor y un noble privilegio hacerlo.

Pero perseguir la propia liberación espiritual y emancipación sin ningún objetivo o intención de "volverse" para ayudar, enseñar y servir, las masas sufrientes de la humanidad no es, desde el punto de vista teosófico, verdaderamente espiritual en absoluto. Es lo opuesto a lo que se llama el Ideal del Bodhisattva, donde la intención compasiva y desinteresada de uno es siempre "volver atrás de la otra orilla", como lo expresa "La Voz del Silencio".

En el segundo volumen de "Isis sin velo", p. 318, HPB nos dice que los Swedenborgianos (seguidores de las enseñanzas de Emanuel Swedenborg) sostienen puntos de vista algo similares sobre el tema de la pérdida del alma y que sostienen que, "Cuando uno cae en un amor a sí mismo y amor al mundo, con sus placeres, perdiendo el amor divino de Dios y del prójimo, cae de la vida a la muerte. Los principios superiores que constituyen los elementos esenciales de su humanidad perecen, y él vive sólo en el plano natural de sus facultades. Físicamente existe, espiritualmente está muerto. A todo lo que pertenece a la fase superior y única perdurable de la existencia, él está tan muerto como su cuerpo se vuelve muerto a todas las actividades, deleites y sensaciones del mundo cuando el espíritu lo ha dejado. Esta muerte espiritual resulta de la desobediencia de las leyes de la vida espiritual, que es seguida por la misma pena que la desobediencia de las leyes de la vida natural. Pero los espiritualmente muertos todavía tienen sus deleites; Tienen sus dotes intelectuales y su poder, y actividades intensas. Todas las delicias animales son suyas, y para multitudes de hombres y mujeres constituyen el más alto ideal de felicidad humana. La búsqueda incansable de riquezas, de las diversiones y entretenimientos de la vida social; el cultivo de gracias de modales, de gusto en el vestir, de sobresalir  socialmente, de distinción científica, embriagan y embelesan a estos muertos vivos".

Ella continúa diciendo que, "Un alto desarrollo de las facultades intelectuales no implica la vida espiritual y verdadera. Muchos de nuestros más grandes científicos no son más que cadáveres animados: no tienen visión espiritual porque sus espíritus los han abandonado. Así que podríamos pasar por todas las edades, examinar todas las ocupaciones, sopesar todos los logros humanos e investigar todas las formas de sociedad, y encontraríamos estos espiritualmente muertos en todas partes".

Lo que podemos deducir de lo anterior es que esto no se refiere a la muerte del alma sino a la separación del alma de la personalidad en la que ha encarnado. En tales casos, el alma continúa "morando en los mundos invisibles", es decir, los planos superiores, pero su conexión con el ser inferior se corta. En algunos casos, puede haber una posibilidad de que la conexión se restablezca después de la separación, pero hacerlo generalmente sería una tarea extremadamente difícil. Esta separación, que resulta en la muerte espiritual y a menudo moral de la personalidad ahora sin alma, es el inevitable efecto kármico que llega a la personalidad si sigue consistentemente ciertas líneas de pensamiento y acción, que incluyen "depravación espiritual y física".

"Los Swedenborgianos creen y la ciencia arcana enseña que el abandono del cuerpo vivo por el alma ocurre con frecuencia, y que nos encontramos todos los días, en todas las condiciones de la vida, tales cadáveres vivos. Varias causas, entre ellas el miedo abrumador, el dolor, la desesperación, un ataque violento de enfermedad o la sensualidad excesiva pueden provocar esto. El cadáver vacante puede ser ingresado y habitado por la forma astral de un hechicero adepto, o un elemental (un alma humana incorpórea ligada a la tierra), o, muy raramente, un elemental. Por supuesto, un adepto de la magia blanca tiene el mismo poder, pero a menos que se logre algún objeto muy excepcional y grande, nunca consentirá contaminarse ocupando el cuerpo de una persona impura. En la locura, el ser astral del paciente está semi-paralizado, desconcertado y sujeto a la influencia de cada espíritu pasajero de cualquier tipo, o se ha ido para siempre, y el cuerpo es tomado por alguna entidad vampírica cerca de su propia desintegración, y se aferra desesperadamente a la tierra, cuyos placeres sensuales puede disfrutar por una breve temporada más por este recurso ". (HPB, "Isis Unveiled" Vol. 2, p. 589)

Una descripción vívida a este respecto se puede encontrar en el cuento de HPB titulado "Una vida hechizada". Los lectores atentos pueden encontrar numerosas pistas esotéricas y pistas dentro de las historias espirituales escritas tanto por HPB como por su colega William Quan Judge. El protagonista del cuento describe lo que sucedió cuando vio, con visión clarividente, a su hermana mostrando los espeluznantes restos de su esposo:

"Cuando el cadáver es llevado a la casa para su identificación, escucho el largo grito agonizante, mi propio nombre pronunciado, y el sordo golpe sordo del cuerpo vivo cayendo sobre los restos del muerto. Sigo con curiosidad la emoción repentina y la perturbación instantánea en su cerebro que la siguen, y observo con atención el movimiento similar a un gusano, precipitado e inmensamente intensificado de las fibras tubulares, el cambio instantáneo de color en la extremidad cefálica del sistema nervioso, la materia nerviosa fibrosa que pasa de blanco a rojo brillante y luego a rojo oscuro, tono azulado. Noto el repentino destello de un Resplandor brillante similar al fósforo, su temblor y su repentina extinción seguida de oscuridad, oscuridad completa en la región de la memoria, cuando el Resplandor, comparable en su forma solo a una forma humana, rezuma repentinamente desde la parte superior de la cabeza, se expande, pierde su forma y se dispersa. Y me digo a mí mismo: "Esto es locura; Locura incurable para toda la vida, porque el principio de la inteligencia no está paralizado o extinguido temporalmente, sino que simplemente ha abandonado el tabernáculo para siempre, expulsado de él por la terrible fuerza del golpe repentino. El vínculo entre el animal y la esencia divina se rompe".

A veces podríamos describir a algunos individuos que son profundamente materialistas y negadores del alma en pensamiento y percepción como "espiritualmente muertos", solo como una expresión o figura retórica, mientras que en muchos de estos casos podría ser un hecho real.

En la biografía "Blavatsky and Her Teachers", Jean Overton Fuller escribe que un día del verano de 1890, "la condesa Wachtmeister, pensando en darle a Madame Blavatsky un poco de bienestar, la llevó a dar un paseo en Hyde Park, 'en la hora de moda'. La señora Alice Leighton Cleather y la señora Cooper-Oakley estaban en el salón cuando regresaron, y la señora Leighton Cleather dice que Madame Blavatsky estaba apasionada, gritando: "¡Ni un alma entre ellos, ni una!" Es de esperar que esto no se tome literalmente".

De hecho, esto es de esperar sinceramente, pero a la luz de lo que HPB ha declarado claramente en sus enseñanzas escritas, parecería que es realmente el caso más a menudo de lo que podríamos imaginar, ya que "damos codazos a hombres y mujeres sin alma en cada paso de la vida", "muchos son los hombres sin alma entre nosotros, "Nos encontramos todos los días, en todas las condiciones de la vida, con tales cadáveres vivientes", y podemos "encontrarlos espiritualmente muertos en todas partes".

Esto no es algo para "predicar" a otros, ya que eso reduciría a los teósofos casi al nivel del fuego del infierno y los evangelistas de condenación, pero ciertamente es algo que debemos mantener en el fondo de nuestras mentes y ver como una advertencia, ya que ninguno de nosotros está tan perfeccionado y progresado como para estar completamente más allá de la posibilidad de tal destino. Si hacemos lo que el Señor Buda instruyó famosamente: "Deja de hacer el mal, comienza a hacer el bien, limpia y purifica tu mente y tu corazón", entonces nunca tendremos nada de qué preocuparnos en este sentido. Como todo lo demás, todo depende en última instancia de nosotros. Somos nuestro propio diablo, somos nuestro propio dios, somos nosotros los que hemos trazado los caminos que hemos recorrido.

La aniquilación de una entidad desencarnada es algo diferente de lo que hemos estado discutiendo hasta ahora, aunque a menudo está interrelacionada. Es algo sobre lo que se menciona aún menos que la pérdida del alma durante la vida en la Tierra. Parecería que se aplica solo a los más extremadamente malvados y depravados y, por lo tanto, no es una ocurrencia demasiado común, esperamos.

El siguiente pasaje del artículo de HPB titulado "Elementales" podría dar una idea equivocada a menos que uno tome nota y entienda cuidadosamente la terminología específica utilizada. Al principio, parece que ella está diciendo que el alma misma, es decir, el Ego Reencarnante o Manas Superior, puede ser aniquilada. Pero al final vemos que en realidad está hablando de "el alma astral de la personalidad". En la terminología teosófica precisa, esto significa el Manas Inferior, el ego personal. Tal aniquilación típicamente sólo sigue después de la pérdida del alma, pero generalmente no inmediatamente.

Una vez que el alma se ha separado del yo personal encarnado, lo que queda atrás en la Tierra es una entidad cuyo Principio o componente más elevado es ahora simplemente el Manas Inferior. Pero como esta entidad del Manas Inferior todavía está involucrada en la acción y la reacción, por lo tanto, el Karma, no deja de existir cuando su cuerpo muere. En cambio, continúa, como una entidad independiente y separada, cuyo Karma y atracción hacia la Tierra y la experiencia física es tan fuerte que renacerá una y otra vez. Esta es la explicación de la reencarnación de seres sin alma o cómo uno puede nacer sin alma. También es una explicación metafísica para aquellos que se denominan psicópatas. Un psicópata nace como uno y los escáneres cerebrales muestran que la parte del cerebro involucrada en la empatía y la compasión está completamente muerta en tales casos; no está "iluminado" como el resto de su cerebro, la razón, por supuesto, es que no hay Manas Superior conectado a esa persona y, por lo tanto, no hay vínculo con Buddhi y Atma. Después de muchos "renacimientos sin alma", tal ser, una entidad separada e independiente del Bajo Manas, puede haber degenerado hasta tal punto y demoníaco que solo le queda una opción: la aniquilación.

"Después de la muerte de los depravados y los malvados, llega el momento crítico. Si durante la vida se descuida el último y desesperado esfuerzo del ser interior para reunirse con el rayo débilmente brillante de su mónada divina; si se permite que este rayo sea cada vez más excluido por la corteza espesa de la materia, el alma, una vez liberada del cuerpo, sigue sus atracciones terrenales, y es magnéticamente atraída y mantenida dentro de las densas nieblas de la atmósfera material del Kama Loka. Luego comienza a hundirse más y más, hasta que se encuentra a sí misma, cuando regresa a la conciencia [Nota: esto se refiere al hecho de que el alma se vuelve inicialmente inconsciente por el choque de la separación de sus "principios" inferiores en la muerte física, como se muestra en Cuando morimos], en lo que los antiguos denominaron Hades, y nosotros – Avichi. La aniquilación de tal alma nunca es instantánea; puede durar siglos, tal vez; Porque la naturaleza nunca procede a saltos y arranques, y el alma astral de la personalidad está formada por elementos, la ley de la evolución debe esperar su tiempo. Entonces comienza la temible ley de la compensación, el Yin-youan de los iniciados budistas".

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Traducido del blog blavatskytheosophy


LISTA DE ARTÍCULOS POR TEMAS

CURSO Y CLASES DE TEOSOFÍA


CONTENIDO DEL CURSO:

1.       Reencarnación
2.       Karma
3.       Los Maestros de Sabiduría, fuente de la Teosofía
4a.     La Mente y la Conciencia
4b.     La Mente Personal y Universal
5a.     El Cuerpo Astral
5b.     Los poderes del cuerpo astral
6.       Estados después de la muerte
7a.     El sueño y los sueños
7b.     Visiones y Meditación
8.       Ciclos
9a.     Evolución de la Mente y la Materia Cósmicas
9b.     Evolución de la Conciencia
10.     Leyes psíquicas