17 de septiembre de 2023

Las envolturas del Alma (WQJ)

 Las envolturas del Alma (WQJ)




En mi último artículo titulado “Mesmerismo,” llegué al punto donde descubrimos que el ser mortal interior posee diversas vestiduras mediante las cuales logra comunicarse con la naturaleza, percibiendo sus movimientos y mostrando en su retorno sus poderes y funciones. Es una doctrina tan antigua como cualquier Escuela Esotérica actualmente en existencia, y mucho más antigua que las academias científicas modernas. Es absolutamente necesario entenderla si queremos conseguir una comprensión adecuada del verdadero Mesmerismo. 

En lugar de ver al ser humano según su aspecto visible, se le debe considerar como un ser totalmente diferente que funciona y percibe de manera muy particular, obligado a traducir cada impresión tanto externa como interna de un idioma al otro, es decir: de imágenes en palabras, señales y actos o viceversa. Reconozco que tal declaración es vaga, sin embargo es verdadera. La vaguedad deriva de las dificultades de un lenguaje que hasta ahora ha tratado muy limitadamente estos temas, y cuyo desarrollo ha acontecido en una civilización totalmente materialista. 

El ser humano es un Alma, y como tal se encuentra entre cosas materiales. Dicha Alma, no sólo está recorriendo un sendero ascendente de por sí, sino que, al mismo tiempo, se ve obligada a elevar, refinar, pulir y perfeccionar, la llamada materia burda en la cual debe vivir. En realidad, aunque llamamos “materia” a los estados menos refinados de la substancia, ella está constituida por vidas que, en un futuro enormemente distante, tienen en sí la potencialidad de convertirse en Almas. Además, siendo el Alma una vida compuesta por otras más pequeñas, se encuentra bajo la fraterna necesidad de esperar, en los vínculos de la materia, un período suficientemente largo para impartir a ésta el correcto impulso a lo largo del sendero de la perfección. 

Así, durante las largas edades transcurridas desde que la actual evolución se originó en este sistema solar, el Alma ha construido para su propio uso diferentes vestiduras, partiendo de aquellas muy sutiles, cercanas a su ser esencial, hasta las que están más remotas, llegando finalmente al revestimiento físico externo, el más ilusorio de todos, aunque desde el exterior parezca ser verdaderamente real. 

Estas vestiduras, son necesarias si el Alma quiere conocer o actuar, ya que por sí sola no puede comprender completamente la naturaleza, mientras que, por medio de los diferentes revestimientos, transforma instantáneamente todas las sensaciones e ideas, hasta que en el proceso haya dirigido al cuerpo en el plano inferior, o haya logrado experiencia en aquello superior. Lo que quiero decir es que: cualquier cosa que el Alma origine, debe pasar a lo largo de las diferentes vestiduras, cada una de las cuales se comunica con la siguiente inferior. En el caso de sensaciones procedentes de los fenómenos naturales e impresiones externas, el proceso desde abajo hacia arriba se repite de manera análoga. 

Al principio de la evolución ésta, durante todos sus estados, necesitó una apreciable cantidad de tiempo solar, mientras que, en este punto del camino del sistema a lo largo de la línea de crecimiento, en los casos de personas normales y bien equilibradas, emplea un lapso tan infinitesimal que somos justificados al llamarlo instantáneo. Obviamente, existen ocasiones en las cuales es menester un tiempo más largo a causa de la acción más lenta de alguna de las vestiduras. Siete son los revestimientos del Alma bien definidos, pero las sub-diferenciaciones de cada uno, incrementan mucho este número. 

Aproximativamente hablando, cada uno se divide en siete y cada cual, en su serie de siete, participa de la naturaleza de su propia clase. Por lo tanto, podemos decir que existen 49 vestiduras del alma posiblemente clasificables. El cuerpo humano se puede considerar un revestimiento, cuyas subdivisiones son la piel, la sangre, los nervios, los huesos, la carne, la membrana mucosa y [...] El cuerpo astral es otra vestidura, aunque el individuo moderno no lo reconozca con tal facilidad. Este también tiene sus subdivisiones parcialmente correspondientes a las del cuerpo físico. Sin embargo, encontrándose en un estado superior al físico, una de ellas incluye numerosas subdivisiones en el  cuerpo. Por ejemplo, una de las subdivisiones astrales comprende, en superficie, las sensaciones sanguíneas, cutáneas, carnales y de la membrana mucosa. Exactamente en este punto, las Escuelas Esotéricas difieren de la patología y fisiología modernas y parecen contradecirlas. En realidad, la escuela moderna admite sólo la acción de los nervios a lo largo de la piel, de la membrana mucosa y de la carne, como receptores y transmisores de sensación. Pareciera que esta fuera la situación, pero los hechos al interno son diferentes o mejor dicho, más numerosos, conduciendo a conclusiones adicionales. 

Al mismo tiempo, chocamos con el siglo diecinueve en lo que concierne a la sangre, ya que decimos que las células de la sangre y el fluido en el cual flotan, reciben y transmiten sensaciones. Cada subdivisión entre los revestimientos físicos, no sólo efectúa la tarea de recibir y transmitir sensaciones, sino que posee también el poder de conservar una memoria de ellas, la cual se graba en el ganglio apropiado del cuerpo y de allí continuamente se plantea en el centro correspondiente de sensación y acción en el cuerpo astral. Al mismo tiempo, es un hecho común que el cerebro físico tenga el poder de reunir todas las sensaciones e impresiones físicas. 

Habiendo presentado todo ésto sin detenerme para argumentar, que resultaría ser en vano sin añadir demostraciones físicas, el próximo punto es éste. El ser inferior que reúne, por así decirlo, para el uso del Alma, todas las experiencias bajo de ella, una vez amaestrado puede, voluntaria o involuntariamente, cuando obligado por los procesos, el accidente o el anormal nacimiento, vivir en las sensaciones y las impresiones de uno o muchos de los diferentes revestimientos del cuerpo físico o astral. 

 Si el ser inferior está entrenado, no existirá ninguna ilusión, mientras que algún engaño momentáneo puede disiparse fácilmente. Si no está entrenado, la ilusión camina de la mano con las sensaciones. Si está enfermo u obligado, las acciones externas pueden ejecutarse correctamente, pero la inteligencia libre está ausente, por lo tanto, todos los engaños e ilusiones de los estados hipnóticos y mesméricos, suben a la superficie. Si el ser interno inferior, estuviera funcionando entre las sensaciones, o planos, si prefieren, de algún sentido o centro astral, aparecerán la clarividencia y clariaudiencia porque él está transmitiendo al cerebro aquellas impresiones derivadas de planos semejantes de la naturaleza en cualquier dirección. 

Además, al agregar a esto un toque parcial de algunas subdivisiones físicas menores de las vestiduras, la ilusión se hace aún más completa, ya que a la experiencia de un solo conjunto de células se le considera como el entero, y, mediante el cerebro, se le relata en el idioma empleado por un ser humano normal. En realidad, siendo las posibles combinaciones en esto departamento tan vastas, simplemente he mencionado un número muy limitado recurriendo a la ilustración. 

Esta posibilidad de que el ser interno inferior esté conectado con una o más de las vestiduras, y deslizado de todo el resto, ha conducido a una de las escuelas francesas de hipnotizadores, a concluir que todo ser humano es un conjunto de personalidades, cada una de las cuales es completa en sí. Este hecho no anula las posiciones anteriormente citadas, como se observó en París y en Nancy, según las cuales el sujeto en el estado hipnótico número 2, ignora todo sobre el estado número 1, ya que cada persona normal, al actuar de manera usual, combina a todos los grupos de sensaciones, experiencias y recuerdos en un todo único, la suma total del entero, que resulta ser irreconocible como uno de ellos distinto del resto. Al mismo tiempo, debemos tener presente que en vidas anteriores, cada persona ha seguido éste o aquél sendero de acción, en el cual ha amaestrado o desarrollado ésta o aquélla vestidura del Alma. 

 Aunque al momento de la muerte, muchas de ellas se disuelven como conjuntos integrales, el ser reencarnante no pierde el efecto de tal desarrollo que siguió anteriormente. Se halla preservado mediante las misteriosas leyes que guían a los átomos cuando se unen por el nacimiento de una nueva casa personal en la cual morará el Alma que retorna. Se sabe que los átomos físicos y astrales han pasado por toda clase de entrenamiento. Cuando el Alma se reencarna, atrae hacia sí estos átomos físicos y astrales que están lo más posible en sintonía con su antigua experiencia. 

A menudo, recibe nuevamente un poco de la misma materia que usó en su última vida. Además, si en la existencia anterior en la tierra, se ha prestado mucha atención en desarrollar los sentidos astrales, nacerá un médium, un verdadero vidente o sabio, dependiendo del gran equilibrio de las fuerzas de la vida anterior. Por ejemplo, una persona que en una encarnación pasada se dedicó totalmente al desarrollo psíquico sin filosofía o cometió otros errores, quizá nacerá como un médium irresponsable, mientras otro de la misma clase, puede resultar ser un clarividente parcial y totalmente indigno de confianza, y así sucesivamente hasta el infinito. 

Desde la remota antigüedad, se ha dicho que el nacimiento en una familia de verdaderos sabios devotos, es muy difícil. Tal dificultad se puede superar gradualmente estudiando la filosofía y mediante el esfuerzo altruista hacia los demás, junto a la devoción al Ser Superior buscada durante muchas vidas. Cualquier otra clase de práctica conduce sólo a una perplejidad adicional. (Aquí termina el artículo de W.Q.Judge. 

Según la explicación de los editores de la revista “Lucifer,” aparecida en un número subsiguiente: “Un párrafo extraído de Plotino acerca del suicidio, que debía simplemente llenar algunas líneas, fue accidentalmente insertado sobre la firma del señor Judge, como si fuera parte de su artículo.”) Una conversión a las pasiones corporales ata el Alma al cuerpo, la cual se puede liberar convirtiéndose en indiferente a los ruegos de este último. Lo que la naturaleza vincula, ella misma lo disuelve y lo que el Alma ata, el Alma misma lo desata. En verdad, la naturaleza ató el cuerpo al Alma, pero Ella se vincula al cuerpo. Por lo tanto, la naturaleza libera el cuerpo del Alma, sin embargo, el Alma se libera del cuerpo. En consecuencia, acontece una doble muerte: aquella universalmente conocida, en la cual el cuerpo se libera del Alma y la otra, peculiar a los filósofos, en la cual el Alma se libera del cuerpo. Tampoco la una sigue completamente a la otra. 

 William Q. Judge. Lucifer, Junio 1892

LISTA DE ARTÍCULOS POR TEMAS

CURSO Y CLASES DE TEOSOFÍA

Las Iniciaciones de la Escuela de Tebas, Egipto.

Las Iniciaciones de la Escuela de Tebas, Egipto.(HPB)




" En las ciudades importantes de Egipto estaba el cementerio separado de la población por un lago sagrado, en cuya margen se reunían los cuarenta y dos jueces encargados de juzgar al alma del difunto, de la propia suerte que el Libro de los muertos nos representa el juicio del alma en el mundo espiritual. 

Si los jueces se pronunciaban unánimemente en favor del alma, el barquero conducía el cadáver a través del lago hasta el lugar del enterramiento, y terminada la fúnebre ceremonia regresaban los sacerdotes al sagrado recinto, donde el Al–om–jah instruía a los neófitos acerca del drama que en aquellos momentos se desenvolvía en el mundo invisible, y fortalecía su creencia en la inmortalidad del alma. 

El Crata Nepoa describe como sigue los siete grados de la iniciación: 

El neófito pasaba en la escuela de Tebas por las doce pruebas preliminares, se le intimaba a dominar sus pasiones y no apartar ni un momento de Dios su pensamiento.

Después había de subir varias escaleras y vagar a obscuras por una cripta de muchas puertas, pero todas ellas cerradas, para simbolizar en esta ceremonia la peregrinación del alma no purificada. 

Si triunfaba de las terribles pruebas preliminares recibía los tres primeros grados de iniciación, que se llamaban Pastophoris, Neocoris y Melanephoris. Después se le conducía a una vasta cripta llena de momias colocadas con mucho aparato, y se le dejaba frente a un ataúd con el mutilado cuerpo de Osiris. Esta cripta se llamaba “Puerta de la Muerte”, y seguramente aluden a ella el Libro de Job y los Evangelios, aunque equiparándolas con las puertas del infierno. 

Vencida esta prueba, se le llevaba a la “Cámara de los Espíritus” para que éstos le juzgasen. 

Entre las enseñanzas morales en que se instruía al neófito, figuraban la abstención de todo género de venganza, el auxilio del necesitado, aun con riesgo de la propia vida, honrar a los padres, enterrar a los muertos, respetar a los ancianos, proteger a los débiles y pensar de continuo en la muerte seguida de la resurrección en nuevo e imperecedero cuerpo (Doctrina de la Reencarnación). 

La castidad era virtud rigurosamente prescrita en las iniciaciones, y el adulterio estaba penado de muerte. 

Al recibir el cuarto grado (Kristophores) se le comunicaba al candidato el misterioso nombre de IAO y en el quinto (Balahala) se le comunicaban los secretos de la alquimia (chemia) en nombre de Horus. 

En el sexto grado se le enseñaba la danza cíclica sacerdotal, que era un verdadero curso de astronomía, pues simbolizaba el movimiento de los planetas. 

En el séptimo grado se le iniciaba en el misterio final, después de pasar por la última prueba en el astronomus, y entonces recibía la cruz (tau) que al morir le colocaban sobre el pecho. Ya era hierofante"


Isis sin Velo. Tomo IV (HPB)

Ver en Biblioteca Online

LISTA DE ARTÍCULOS POR TEMAS

CURSO Y CLASES DE TEOSOFÍA

16 de septiembre de 2023

¿ Qué constituye el verdadero conocimiento? (HPB)

 ¿Qué constituye el verdadero conocimiento?(HPB) 




"¿Qué constituye el verdadero conocimiento? La cuestión yace en el umbral del estudio oculto. En la práctica es la primera interrogante sometida a un estudiante regular de ocultismo que los maestros del mundo oculto toman de la mano. 

Entonces, al discípulo se le imparte o se le guía a constatar que hay dos clases de conocimiento: lo real y lo irreal. Lo real concierne a las verdades eternas y a las causas primarias; lo irreal, a los efectos ilusorios. 

Hasta aquí la declaración parece tratar con abstracciones demasiado vagas para que reten una negación. Cada escuela de pensadores admitirá esto, reservándose la suposición que los efectos ilusorios son las consideraciones que han fascinado a sus rivales; mientras cada escuela, en particular, tendrá por verdades eternas sus conclusiones. Sin embargo, tan pronto como llegamos a un entendimiento claro de cuales presentimientos mentales deben catalogarse como efectos ilusorios, constatamos que la primera proposición de la filosofía oculta contrasta con la práctica actual del mundo en general, en lo que atañe a todas las clases de investigación científica. 

La ciencia física completa y gran parte de lo que el mundo occidental ama llamar especulación metafísica, estriban en la creencia burda y superficial según la cual, la única manera en que las ideas pueden penetrar la mente, es a través de los canales de los sentidos. El físico dedica todos sus esfuerzos a fin de eliminar cuidadosamente cualquier cosa, de la masa de materiales que le sirven para elaborar sus conclusiones, excepto lo que concibe como hecho real. Sin embargo, exactamente esto que él considera como hecho real, cualquier cosa que atrae a los sentidos, es lo que la filosofía profunda del ocultismo oriental condena intencionalmente, tanto en su aspecto externo como en su naturaleza, por ser un efecto ilusorio, una consecuencia transitoria y secundaria del verdadero hecho subyacente. Al actuar así; ¿acaso la filosofía oculta hace una elección arbitraria entre métodos rivales, como un químico puede elegir uno u otro método de análisis? Para nada. La verdadera filosofía no puede formular ninguna elección arbitraria. 

Hay sólo una verdad eterna y, yendo en su busca, el pensamiento debe viajar a lo largo de un camino. El conocimiento que atrae a los sentidos trata sólo con efectos ilusorios; ya que todas las formas de este mundo y sus combinaciones materiales son sólo imágenes en el gran panorama en difumino de la evolución, no hay eternidad en ninguno de ellos. 

Basándonos en la mera inferencia de los hechos físicos, la ciencia, siguiendo sus propios métodos, reconocerá que hubo un periodo antes del cual, todos los gérmenes de esta tierra, cualesquiera que sean, se habían establecido en las formas en las cuales ahora se manifiestan. Ciertamente sonará la hora en que todas estas formas desaparecerán en el progreso del cambio cósmico. ¿Qué las antecedió, provocando su evolución desde las nebulosas ígneas? ¿Qué huellas dejarán? Vinieron de la nada y a la nada volverán, según la respuesta doblemente irracional que es la única inferencia lógica de la filosofía física que las convierte en los hechos reales, la única base de un conocimiento verdadero. 

Por supuesto hay que tener presente que el conocimiento irreal, procediendo de la observación de lo ilusorio, siendo efectos transitorios y secundarios, tiene una coherencia satisfactoria en lo referente a la cadena breve que es capaz de construir. Esto es lo que induce a muchos a obnubilarse, en numerosos casos mentes poderosas, satisfaciéndose con esto. 

Algunas de las leyes de la materia pueden ser detectadas, si no entendidas, por medio de la simple observación de la misma. Sin embargo es obvio que, ese algo del cual la materia provino, este algo al cual volverá, no puede ser observado por los sentidos materiales. 

¿En qué otro modo puede extenderse la observación, más allá del radio de los sentidos materiales? Sólo si se puede extender así, el ser humano alcanzará algún conocimiento relacionado con las verdades eternas y las causas primarias; conocimiento, éste, real, distinguiéndolo, entonces, de lo transitorio y lo irreal.

Prontamente, el físico, ignorando los métodos mediante los cuales la observación puede extenderse más allá del radio de los sentidos, declara: en lo referente a las verdades eternas hipotéticas, podéis sólo soñar y abandonaros a la especulación ilusoria, la hija de la fantasía cerebral. Por lo tanto, el mundo en general, no satisfecho con abrazar las ilusiones, llamándolas realidades, desdeña la realidad y la tilda de ilusión."

"... Es fácilmente concebible que el mundo del espíritu es más duradero, todas las analogías sugieren esta conclusión y toda clase de elementos espirituales la confirma. El conocimiento irreal es transitorio, lo real duradero; como en el caso de un adepto iniciado que lleva consigo nuevamente a la tierra, el recuerdo claro y distinto, exacto en los detalles, de los hechos reunidos y la información obtenida en la esfera invisible de realidades; el espíritu del ser humano que entra en relación directa y consciente con el mundo del espíritu, adquiere el verdadero conocimiento; mientras el espíritu del ser humano que vive cautivo en el cuerpo, alimentado únicamente por medio de los sentidos, con las migajas del conocimiento, posee sólo lo irreal."

HPB (Fragmentos de verdades ocultas)

LISTA DE ARTÍCULOS POR TEMAS

CURSO Y CLASES DE TEOSOFÍA

Budismo prevédico

 

Budismo pre-védico

En su primer libro "Isis sin velo" (subtitulado "Una llave maestra para los misterios de la ciencia y la teología antiguas y modernas"), H. P. Blavatsky usó repetidamente una frase que tanto entonces como ahora se consideraba un anacronismo, a saber, "Budismo pre-védico".

Todo el mundo sabe que la religión llamada budismo tiene sólo unos 2.500 o 2.600 años de antigüedad, comenzando con Gautama Buda que vivió en ese momento, y también que para que algo sea "pre-védico" debe ser anterior al período más antiguo conocido de la religión hindú, que, en la visión estándar y convencional, ha existido durante unos 5.000 años. Algunos eruditos están dispuestos a decir que el hinduismo tiene quizás unos 8.000 años de antigüedad, pero casi nadie fechará una religión presente o pasada más atrás que eso, debido a la escasez de evidencia material definida. Ese período temprano, ya sea hace 5.000 u 8.000 años, generalmente se conoce como el período védico de la antigua India.

La visión esotérica presentada en Teosofía, sin embargo, sostiene que el verdadero período védico comenzó hace mucho más tiempo que eso y también que antes de que comenzara ese verdadero período védico, existía su prototipo aún más místico y potente, que HPB llama "brahmanismo pre-védico". Pero incluso antes de eso, existía lo que ella llama "budismo pre-védico".

Como se puede ver en la siguiente compilación de todos sus usos específicos de estas frases, ella no está sugiriendo que la religión actual del budismo comenzó antes del hinduismo, ya que sabía perfectamente que eso claramente no podía ser así. Pero ella está sugiriendo que en el lado secreto y esotérico de su trabajo y enseñanzas, el Buda históricamente conocido (es decir, Siddhartha Gautama, también conocido como Shakyamuni) fue realmente solo el último de una larga línea de Maestros divinos que comenzaron su trabajo sagrado y aún mayormente velado hace mucho tiempo, en las brumas apenas perceptibles del tiempo. También hemos incluido algunas otras citas que pueden ayudar a arrojar más luz sobre el asunto.

Vale la pena señalar que aunque ningún erudito o académico de la corriente principal habla de "brahmanismo pre-védico" o "hinduismo pre-védico", es algo que algunas personas han tratado de investigar y que los hindúes e investigadores a veces hacen preguntas y comparten información en foros en línea.

El "budismo pre-védico" todavía tiene mucha menos tracción como concepto dominante, sin embargo, hay algunos budistas tradicionales que usan este término, a pesar de que aparentemente no tienen conocimiento o conexión con la Teosofía. Un blog budista que habla del "budismo pre-védico", mientras que también expresa ideas y puntos de vista que tienen poco en común con la Teosofía (ya que él o ella no es un teósofo), se puede ver aquí. El blogger comenta: "El brahmanismo destruyó el budismo pre-védico de la civilización del Indo". Incluso en el budismo convencional y exotérico hay una base para creer en un budismo pre-védico, ya que el Buda histórico de hace 2.600 años habló de que había habido muchos Budas antes que él, que se remontan a largas edades, e incluso dio algunos detalles sobre estos predecesores suyos, detalles que los historiadores contemporáneos hasta ahora no han podido rastrear y, por lo tanto, han concluido presuntuosamente que son una mera ficción fantástica.

Que el budismo pre-védico existe hoy como el verdadero budismo esotérico (que no es lo mismo que cualquier sistema conocido públicamente que se llame a sí mismo budismo esotérico) y los grandes Adeptos e Iniciados orientales más estrecha y directamente conectados con H. P. Blavatsky y el establecimiento del Movimiento Teosófico moderno son miembros, como lo fue ella, de esa misteriosa Escuela o Fraternidad, que tiene como prioridad fundamental el bienestar espiritual y ético de la humanidad.

~ * ~

". . . las dos ramas principales de ese tronco madre, la religión una vez universal, que precedió a las edades Vedaícas, hablamos de ese budismo prehistórico que se fusionó más tarde con el brahmanismo [es decir, el hinduismo].

"La religión a la que más se parecía la enseñanza primitiva de los primeros apóstoles, una religión predicada por Jesús mismo, es la mayor de estas dos, el budismo. Este último, tal como se enseña en su pureza primitiva, y llevado a la perfección por el último de los Budas, Gautama, basó su ética moral en tres principios fundamentales. Alegó que 1, todo lo existente, existe por causas naturales; 2, que la virtud trae su propia recompensa, y el vicio y el pecado su propio castigo; y, 3, que el estado del hombre en este mundo es probatorio. Podríamos añadir que sobre estos tres principios descansaba el fundamento universal de todo credo religioso".

– H. P. Blavatsky, "Isis sin velo" Vol. 2, p. 123-124

". . . nuestra declaración de que las doctrinas secretas de los magos, de los budistas pre-védicos, de los hierofantes del Thoth egipcio o Hermes, y de los adeptos de cualquier edad y nacionalidad, incluidos los cabalistas caldeos y los nazares judíos, fueron idénticas desde el principio. Cuando usamos el término budistas, no queremos implicar con él ni el budismo exotérico instituido por los seguidores de Gautama-Buda, ni la religión budista moderna, sino la filosofía secreta de Sakyamuni, que en su esencia es ciertamente idéntica a la antigua sabiduría-religión del santuario, el brahmanismo pre-védico.

". . . El budismo, a la vez la más simple y satisfactoria de las filosofías, y que resultó en una de las religiones más puras del mundo. . . . Por budismo, por lo tanto, queremos decir que la religión significa literalmente la doctrina de la sabiduría, y que por muchas edades es anterior a la filosofía metafísica de Siddhartha Sakyamuni.

– H. P. Blavatsky, "Isis sin velo" Vol. 2, p. 142, 143

"El sistema más antiguo de la filosofía budista, que precedió con mucho a Gautama-Buda, se basa en la sustancia increada de lo "Desconocido", el Buda A'di".

– H. P. Blavatsky, "Isis sin velo" Vol. 2, p. 156

"Repetimos de nuevo, el budismo no es más que la fuente primitiva del brahmanismo. No es contra los Vedas primitivos que Gautama protesta. Está en contra de la religión sacerdotal y oficial del estado de su país; y los brahmanes, que con el fin de hacer espacio y dar autoridad a las castas, en un período posterior llenaron los manuscritos antiguos con slokas interpolados, . . . La filosofía de Gautama-Buda fue la enseñada desde el principio de los tiempos en el secreto impenetrable de los santuarios interiores de las pagodas. No debemos sorprendernos, por lo tanto, al encontrar de nuevo, en todos los dogmas fundamentales de los gnósticos, los principios metafísicos tanto del brahmanismo como del budismo.

– H. P. Blavatsky, "Isis sin velo" Vol. 2, p. 169

"Lo que se ha llamado despectivamente paganismo, era sabiduría antigua repleta de Deidad; y el judaísmo y su descendencia, el cristianismo y el islamismo, derivaron cualquier inspiración que contuvieran de este padre étnico. El brahmanismo pre-védico y el budismo son la doble fuente de la que surgieron todas las religiones; El nirvana es el océano al que todos tienden".

– H. P. Blavatsky, "Isis sin velo" Vol. 2, p. 639

"Sabemos también que el Maestro K.H. informó al Sr. Sinnett y a otros que era un budista esotérico; H.P.B. se declaró budista; cuando le pregunté en 1875 cómo se podía llamar la creencia de los Maestros, me dijo que podrían ser designados "budistas pre-védicos", pero que nadie admitiría ahora que había budismo antes de los Vedas, así que sería mejor que pensara en ellos como budistas esotéricos.

– William Q. Judge, "El mensaje de un Mahatma a algunos brahmanes"

"El MS. [es decir, el manuscrito] del cual se toman estas explicaciones adicionales pertenece al grupo llamado "Tongshaktchi Sangye Songa", o los Registros de los "Treinta y cinco Budas de la Confesión", como se les llama exotéricamente. Estos personajes, sin embargo, aunque llamados en la religión budista del norte "Budas", bien pueden ser llamados Rishis, o Avatares, etc., . . . Estos grandes Mahatmas, o Budas, son una propiedad universal y común: son sabios históricos, en cualquier caso, para todos los ocultistas que creen en tal jerarquía de Sabios, cuya existencia les ha sido probada por los eruditos de la Fraternidad. . . . Gautama Buda, llamado Shakya Thüb-pa, es el vigésimo séptimo del último grupo, ya que la mayoría de estos Budas pertenecen a las dinastías divinas que instruyeron a la humanidad. De estos "Budas", o los "Iluminados", los predecesores lejanos de Gautama el Buda, y que representan, se nos enseña, una vez hombres vivos, grandes adeptos y Santos, en quienes los "Hijos de la Sabiduría" habían encarnado, y que eran, por lo tanto, por así decirlo, Avatares menores de los Seres Celestiales: once solo pertenecen a la raza atlante, y 24 a la Quinta raza, desde sus inicios. Son idénticos a los Tirtankaras de los Jainas".

– H. P. Blavatsky, "La Doctrina Secreta" Vol. 2, p. 423

". . . el "Dus-kyi Khorlo", [es decir, el nombre tibetano para el sánscrito "Kalachakra"] o misticismo tibetano. Un sistema tan antiguo como el hombre, conocido en la India y practicado antes de que Europa se convirtiera en un continente, "fue conocido por primera vez", se nos dice [es decir, por los orientalistas y académicos], hace sólo nueve o diez siglos. El texto de sus libros en su forma actual puede haberse "originado" incluso más tarde, ya que hay numerosos textos de este tipo que han sido manipulados por sectas para adaptarse a las fantasías de cada uno. Pero, ¿quién ha leído el libro original sobre Dus-Kyi Khorlo [es decir, Kalachakra], reescrito por Tsong-Kha-pa, con sus Comentarios? . . . este gran reformador quemó todos los libros sobre brujería en los que podía poner sus manos en 1387. . . Ha dejado toda una biblioteca de sus propias obras, de las cuales nunca se ha dado a conocer ni una décima parte".

– H. P. Blavatsky, "Algunos conceptos erróneos más corregidos"

~ * ~

UN PUNTO IMPORTANTE DE ACLARACIÓN

(del artículo El VERDADERO Budismo Esotérico)

Como dijo HPB, hay un verdadero budismo esotérico. La Teosofía sostiene repetidamente que Gautama Buda tenía una enseñanza esotérica y que su sistema esotérico está hoy preservado en su pureza original, en secreto, al menos por ahora, por una Escuela o Hermandad esotérica Trans-Himalaya en particular. Aquellos a los que se habla como "Los Maestros" más directamente involucrados con HPB y la fundación del Movimiento Teosófico moderno se describen como Adeptos iniciados de esa Escuela.

Se refieren a sí mismos como budistas y HPB también se describió a sí misma como budista.

Pero a pesar del budismo de HPB y sus maestros, tuvieron cuidado de mantener que las enseñanzas que estaban presentando al mundo bajo el nombre de "Teosofía" no pertenecen a ninguna religión o filosofía en particular, incluido el budismo, sino que son una presentación parcial de la única Enseñanza Esotérica o "Doctrina Secreta" que subyace a todas las religiones del mundo y que también trasciende y precede a todas ellas. El lema del Movimiento es "No hay religión superior a la verdad".

El verdadero budismo esotérico no es ninguno de los diversos sistemas conocidos públicamente que se llaman a sí mismos o son considerados como "budismo esotérico" y eso incluye el sistema Vajrayana del budismo tibetano.

En opinión de los ocultistas trans-Himalaya, el verdadero budismo esotérico es la expresión más perfecta de esa enseñanza esotérica, pero queda claro que no era su intención convertir a los teósofos o al mundo en general en seguidores o adherentes de la religión del budismo.

~ * ~


traducido al español del blog ~ BlavatskyTheosophy.com ~

LISTA DE ARTÍCULOS POR TEMAS

CURSO Y CLASES DE TEOSOFÍA

La esencia del Bhagavad Gita

 

La esencia del Bhagavad Gita


(Originalmente titulado "Notas sobre el Bhagavad Gita", pero no incluido en el libro de ese nombre, ya que este artículo fue escrito más tarde y por separado, en septiembre de 1895. Actualmente es publicado por la Logia Unida de Teósofos en el libro "Artículos y notas teosóficas" y bajo el título "Todos somos Arjunas" en el libro indio de artículos de William Judge titulado "La doctrina del corazón". Aunque "Todos somos Arjuna" es un dicho popular entre muchos hindúes, también debemos recordar que, ante todo, también somos todos Krishna).

Asumimos, con bastante razón, creo, que el Bhagavad-Gita establece la filosofía aria. El ario es blanco y noble en contraposición con el negro e innoble. [Nota: El uso de la palabra "ario" por parte de la Teosofía es anterior y no tiene conexión con la ideología racial europea del siglo 20; la palabra sánscrita significa literalmente "noble" y en la época victoriana se usaba generalmente como sinónimo de "indio", ya que la antigua India era conocida como Aryavarta. El término todavía se usa en su significado original por los indios hoy en día. ] Este libro entonces, si es ario, debe darnos un noble sistema de filosofía y ética, útil no sólo para las mentes especulativas sino también en la vida cotidiana. Quienquiera que fuera el autor, él o ellos, comprimieron en una breve conversación, es decir, abreviatura de indios, la esencia de la religión y la filosofía.

La manera singular en que se produjo esta conversación, conferencia o enseñanza debe tenerse en cuenta en primer lugar. Es después del comienzo de una batalla, porque las flechas ya habían comenzado a volar de un lado a otro. Una lluvia de flechas primero sería lanzada antes de que comenzara el encuentro cuerpo a cuerpo. Arjuna y Krishna están en el gran carro de Arjuna. Y allí, entre los dos ejércitos, Arjuna pide consejo y lo recibe a través de dieciocho capítulos. Todo esto tiene importancia.

Arjuna es el hombre o el alma que lucha por la luz, y mientras Krishna fue uno de los Avatares o manifestaciones de Dios entre los hombres, también es el Ser Superior. Arjuna, como hombre en este mundo de sentidos y materia, está necesariamente siempre en una batalla o a punto de comenzar, y también está siempre necesitado de consejo. Esto sólo puede obtenerlo de una manera valiosa de su Ser Superior. Así que la manera singular de colocar la conversación donde está, y de comenzarla como comienza, es la única manera en que debe hacerse.

Arjuna es el hombre en la vida que su Karma ha producido, y debe luchar la batalla que él mismo invitó. El objetivo de Arjuna era recuperar un reino, y así cada uno de nosotros puede saber que nuestra lucha es por un reino que se puede obtener solo por el esfuerzo individual y no por el favor de nadie.

De los comentarios de Arjuna a Krishna podemos percibir que el reino que él, como nosotros, desea recuperar es el que tuvo en alguna época anterior en este planeta o en alguna mucho más antigua. Tiene demasiada perspicacia, demasiado poder del alma evidente y sabiduría para ser un Ego que sólo por primera, segunda o tercera vez había visitado esta tierra. Tampoco somos nuevos. Hemos estado aquí tantas veces que deberíamos estar empezando a aprender. Y no solo hemos estado aquí, sino que, sin duda, aquellos de nosotros que estamos interna y externamente comprometidos en el movimiento teosófico para el bien de los demás, hemos estado en un movimiento similar antes de esta vida.

Siendo esto así, y habiendo aún muchas más vidas por venir, ¿cuál es la razón por la que de alguna manera deberíamos estar abatidos? El primer capítulo del libro no es solo el estudio de los ejércitos, sino también el desaliento de la persona principal: Arjuna. Se desanima después de mirar todos los regimientos y ver que tenía, en ambos lados, amigos, maestros, parientes y enemigos. Flaquea porque la falta de conocimiento le impide ver que el conflicto y muchas muertes aparentes son inevitables. Y Krishna entonces procede a darle la verdadera filosofía del hombre y del universo para que pueda luchar o abstenerse de luchar, lo que vea en cualquier momento mejor.

Krishna lo guía gradualmente. Juega con su orgullo diciéndole que si se echa atrás, todos los hombres dirán que es el más innoble de todos los cobardes; luego juega con su enseñanza religiosa hindú, diciéndole que un guerrero debe obedecer las reglas de su casta y luchar. No se sumerge de inmediato en una alta especulación metafísica ni le muestra maravillas ocultas. Y aquí me parece que es una buena lección para todos los teósofos que trabajan. Demasiados de nosotros, al tratar de difundir la enseñanza teosófica, arrastramos a los pobres Arjunas que hemos atrapado directamente a reinos oscuros donde los teósofos mismos no saben nada más que terminología. El método sabio, práctico y simple de Krishna debe ser seguido, y se obtendrán resultados mucho mejores. Nuestro objetivo es difundir la filosofía teosófica tan amplia y rápidamente como sea posible. Esto no se puede hacer si nos entregamos a palabras y frases muy alejadas de la vida cotidiana. ¿De qué sirve hablar del Absoluto, Parabrahm y Alaya, y decir manas cuando queremos decir mente, y kama cuando el deseo y la pasión son los equivalentes en inglés? Sólo desconcierta al nuevo investigador, que siente que tiene que aprender un nuevo idioma antes de poder hacer algo con la Teosofía. Es mucho más fácil demostrar que los nuevos términos se pueden aprender después.

El primer capítulo ha introducido la cuestión práctica de la vida, el segundo es igualmente práctico, porque dirige la atención desde el principio a la vida más grande y eterna de la cual cada encarnación es un día o un momento. Porque Krishna dice:

"Yo mismo nunca fui, ni tú, ni todos los príncipes de la tierra; ni dejaremos de serlo en lo sucesivo. Así como el Señor de este marco mortal experimenta en ella la infancia, la juventud y la vejez, así en encarnaciones futuras se encontrará con lo mismo. Aquel que está confirmado en esta creencia no es perturbado por nada de lo que pueda suceder".

Por lo tanto, la existencia práctica continua en oposición a la continua existencia teórica y la llamada existencia celestial, y en oposición a la aniquilación materialista, se declara de inmediato. Esta es la verdadera inmortalidad. La Biblia cristiana no tiene ninguna palabra en el original, enseñando inmortalidad como esta; Y la predicación de los sacerdotes no se inclina hacia una visión desinteresada de la existencia continua. Y es muy cierto que si uno está plenamente confirmado en el conocimiento de la vida eterna a través de la reencarnación, es muy poco probable que sea perturbado por cosas que perturban a otras personas. Así que desde el principio las enseñanzas de Krishna abren una tremenda visión de la vida, y confieren una calma muy necesaria para nosotros en la lucha.

La generalidad de los hombres tiene muchos y ampliamente ramificados objetos para la devoción mental. Es una devoción a los sentidos, o a uno mismo, o a la creencia errónea o a la práctica inadecuada. Pero el seguidor del Bhagavad-Gita gradualmente llega a ver que la verdadera devoción es aquella que tiene un solo objeto a través de todos los cambios de escena, de pensamiento o de compañía. Ese objeto es el Ser, que es todo en todo. El Ser, como objeto, es inamovible, mientras que los objetos tomados por los imprudentes son móviles y transitorios.

La igualdad de mentalidad y habilidad en el correcto desempeño del deber son las verdaderas reglas: esto es yoga. Este correcto cumplimiento del deber significa el estado mental, porque la mera realización de un acto no tiene ninguna cualidad moral en él, ya que incluso una máquina puede ser hecha para realizar actos generalmente realizados por hombres. La cualidad moral reside en la persona interior y en su presencia o ausencia. Si un cuerpo humano, dormido o desprovisto de alma, levantara la mano y le quitara la vida a otro, eso no sería un crimen. Y por el contrario, la realización de un buen acto no es virtud a menos que la persona interior esté en la actitud correcta de la mente. Muchos actos aparentemente buenos se hacen por motivos egoístas, hipócritas, astutos u otros motivos equivocados. Estos son sólo exteriormente buenos. Así que debemos alcanzar un estado mental apropiado, o devoción mental, para saber cómo realizar hábilmente nuestras acciones sin hacerlo por el bien del resultado; hacerlos porque deben hacerse, porque son nuestros deberes.

Krishna advierte a Arjuna también contra la inactividad de una visión falsa de la filosofía. Esta advertencia necesaria entonces es tan quieta. Al escuchar esta enseñanza por primera vez, muchos dicen que enseña la inacción, quedarse quieto, el silencio. Y en la India un gran número de personas que adoptan ese punto de vista, se retiran de la vida y sus deberes, entrando en las cuevas y selvas lejos de los hombres. Krishna dice:

"Persistiendo firmemente en el yoga, cumple con tu deber".

Esforzarse por seguir estas reglas empíricamente, sin entender la filosofía y sin hacer de las doctrinas fundamentales una parte de uno mismo, no conducirá más que al disgusto y al fracaso. Por lo tanto, la filosofía debe ser entendida. Es la filosofía de la Unidad. El Ser Supremo es uno e incluye a todos los demás aparentes. Nos engañamos a nosotros mismos con la idea de que estamos separados. Debemos admitir que nosotros y todas las demás personas somos el Ser. A partir de esto comenzaremos a ver que podemos dejar de ser el actor aunque exteriormente hagamos cada acto que sea correcto. Podemos dejar de ser el actor cuando sabemos que podemos retirarnos del acto. El apego al acto surge de un interés propio en el resultado que ha de seguir. Es posible para nosotros hacer estas cosas sin ese interés propio, y si estamos tratando de seguir la regla de hacer nuestras acciones porque deben hacerse, finalmente haremos solo lo que es correcto hacer.

Gran parte de la infelicidad de la vida proviene de tener una serie de intereses en los resultados que no salen como se esperaba. Encontramos personas que fingen creer en la Providencia y confiar en el Todopoderoso, pero que continuamente están estableciendo planes para que esos poderes sigan. No se siguen, y como el pobre mortal fija su mente y su corazón en el resultado, sigue la infelicidad.

Pero hay una mayor infelicidad y miseria causada por actuar, como es la forma habitual, en aras de los resultados. Es esto lo que causa el renacimiento una y otra vez sin fin. Es por esto que la gran masa monótona de hombres y mujeres gira alrededor de la rueda del renacimiento durante siglos, siempre sufriendo, porque no saben lo que les está sucediendo, y solo por un accidente que altera el pobre carácter de los nacimientos repetidos incesantemente.

La mente es el actor, la persona que está apegada. Cuando se engaña, no es capaz de deshacerse de las cadenas sutiles que lo atan a la reencarnación. Habiendo gastado una encarnación en cuidar los resultados, está lleno de impresiones terrenales, y ha hecho que los skandhas exteriores sean muy poderosos. Así que cuando su estancia en Devachan está en su fin, las viejas imágenes, impresiones y los poderosos skandhas lo arrastran a otra vida. En el momento de la muerte corporal, la mente está temporalmente casi alterada a la imagen del pensamiento dominante de la vida, y por lo tanto está fuera de sí misma o loca en comparación con el sabio y con lo que debería ser su estado apropiado. Siendo así, es imposible para ella prevenir el renacimiento o seleccionar y asumir una encarnación con un fin definido y una obra en el mundo a la vista.

La influencia de la enseñanza sobre la ética es, en mi opinión, muy importante. Proporciona un sistema vital en lugar de uno mecánico. Debemos cumplir con nuestro deber con el pensamiento de que estamos actuando para y como el Ser Supremo, porque ese Ser actúa sólo por y a través de las criaturas. Si esta fuera nuestra verdadera regla, con el tiempo sería imposible para nosotros hacer el mal, porque constantemente pensando así nos volvemos cuidadosos en cuanto a los actos que cometemos y siempre estamos aclarando nuestra visión del deber a medida que avanzamos.

Una pintura altamente simbólica de Krishna por William Q. Judge, actualmente ubicada en la Logia de Nueva York de la Logia Unida de Teósofos. Las letras sánscritas en la parte superior son el famoso mantra típicamente asociado con el budismo tibetano "Om Mani Padme Hum". Una versión en blanco y negro de la imagen aparece cerca del comienzo de la edición de la Compañía de Teosofía (TC) de la ULT del Bhagavad Gita.



















Por otro lado, un código ético mecánico conduce al error. Es conveniente porque cualquier código fijo es más conveniente de seguir que la aplicación de principios amplios en espíritu fraternal. Los códigos mecánicos son convencionales y por esa razón conducen a la hipocresía. Han llevado a la gente a confundir la etiqueta con la moralidad. 

Hacen que el seguidor de ellos juzgue injustamente a su prójimo que no llega a su código convencional, que es parte de su ética. Fue un sistema mecánico de ética que permitió y alentó la Inquisición, y una ética similar en nuestros últimos días permite a los hombres que profesan el más alto altruismo perseguir a sus hermanos de la misma manera en intención. Si la ley y la libertad de la época no se opusieran, también matarían y torturarían.

Pero sólo tengo tiempo para tocar a la ligera algunos de los muchos puntos valiosos que se encuentran en los dos primeros capítulos. Si esos dos capítulos se conservaran y los otros se perdieran, todavía tendríamos suficiente.

Los capítulos restantes tratan de verdades cósmicas universales, así como de filosofía y ética. Todos ellos refuerzan la gran doctrina de la unidad o no separación. Al repasarlos encontramos referencias que nos obligan a conocer y creer en la Sabiduría-Religión. El surgimiento y la destrucción de las razas están dadas, las oscuridades y la oscuridad entre los períodos evolutivos, las grandes destrucciones universales y las menores están ahí. A través de todo esto, el Ser se sienta tranquilamente mirando como el espectador, el testigo, el receptáculo.

Donde está Arjuna el Arquero, el que fue enseñado por Krishna, con él está la gloria, el honor, la fortuna y el éxito. El que conoce a Arjuna se conoce a sí mismo.

~ * ~


LISTA DE ARTÍCULOS POR TEMAS

CURSO Y CLASES DE TEOSOFÍA